El Gobierno de Castilla-La Mancha ha conseguido firmar operaciones de refinanciación de préstamos que vencían este mes a mitad de precio. En concreto, estas operaciones se han firmado a un tipo de interés medio del 2,63 por ciento, cuando el tipo medio de los préstamos que vencen está situado en el 4,67 por ciento.
Este año, Castilla-La Mancha afrontaba vencimientos de deuda por 320 millones de euros, y en vez de negociar individualmente con cada entidad, la Consejería de Hacienda ha optado por lanzar una oferta conjunta al mercado estableciendo las condiciones.
Al proceso de refinanciación, que sigue abierto, han acudido multitud de entidades, muchas de las cuales no habían trabajado anteriormente con el Gobierno de Castilla-La Mancha. La Consejería de Hacienda ha podido elegir entre las mejores ofertas y descartar algunas que no se ajustaban al precio.
Entre ellas, han acudido el Banco Santander, refinanciando 139 millones; el Popular, con 65 millones; Caixabank, con 21 millones, y CCM, con 19 millones.
Las entidades financieras, que hace tres años ni siquiera financiaban a Castilla-La Mancha porque no se fiaban de la capacidad de gestión del anterior Gobierno, ahora buscan invertir en la región gracias a la confianza y credibilidad que inspira el Ejecutivo de la presidenta Cospedal.
Una deuda controlada
La deuda de Castilla-La Mancha asciende actualmente a más de 11.300 millones de euros, según el último dato del Banco de España. El anterior Gobierno, que dejó 7.000 millones de euros de deuda financiera, debía además otros 4.000 millones a proveedores, familias, asociaciones y ayuntamientos. El Gobierno de Cospedal convirtió esa deuda comercial en financiera para que no fueran los acreedores privados, sino los bancos, quienes tuvieran que financiar a la Junta.
No obstante, el actual Ejecutivo ha cortado en seco el crecimiento de la deuda. Así, los presupuestos de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha están financiados en su totalidad gracias a una política de contención del gasto (no gastar más de lo que se ingresa), y sólo hay que conseguir dinero para financiar el déficit autorizado cada año, que este ejercicio será únicamente del 1,3 por ciento, unos 300 millones de euros, cuando en 2011 el desequilibrio que hubo que financiar ascendió a 3.000 millones de euros.