Fuente: La Crónica de Guadalajara
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un hombre a dos años de cárcel y una multa de 4.275 euros por cobrar a un constructor 55.000 euros a cambio de un préstamo de un millón de euros en billetes falsos. Así mismo, deberá indemnizar a la víctima con el mismo importe de lo estafado más los intereses legales.
Según la sentencia hecha pública este viernes por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el acusado contactó con el titular de una empresa de construcción de Tomelloso (Ciudad Real) que precisaba financiación para construir una promoción inmobiliaria, aparentando que podía dejarle dinero en efectivo para tal fin, para lo que utilizó un nombre falso.
Así, ambos concertaron una cita en Tarragona para hablar del supuesto préstamo el 17 de febrero de 2006, en la que acordaron que el procesado prestaría al empresario 1 millón de euros, bajo condiciones de devolución en plazos e intereses, pero con la contraprestación del pago de una prima para un seguro de 55.000 euros que debería pagar el prestatario previamente a la entrega del dinero prestado, lo que se reflejó en un contrato.
El empresario, una vez reunió el dinero, concertó una cita con el acusado en un hotel del Peñíscola (Castellón) para recibir el préstamo, donde acudió acompañado de sus hijos y su yerno con los 55.000 euros en el bolso de su hija. Por su parte, el procesado acudió acompañado de una persona, cuya identidad no ha podido ser determinada, con quien estaba de acuerdo para que le esperara en las inmediaciones del lugar dentro de un vehículo.
Entonces, según la sentencia, el acusado pidió al empresario que salieran fueran del hotel, donde esperaba la persona desconocida en el vehículo con el motor en marcha, quien dio a su compañero una bolsa que supuestamente contenía el dinero a prestar, la cual, a su vez, entregó el procesado a la víctima, al que dejó ver el interior de la misma con el fin de que comprobase que había unos fajos de billetes de 500 euros.
FOTOCOPIAS
Inmediatamente, el acusado cogió el bolso en el que el empresario llevaba los 55.000 euros, se lo pasó al conductor del vehículo y comentó que regresarían con el resto del dinero antes de alejarse rápidamente. La víctima comprobó que en el interior de la bolsa había tres fajos con fotocopias de billetes de 500 euros para fines publicitarios.
Por estos hechos, la Sala condena al acusado por un delito agravado de estafa, con la atenuante de dilaciones indebidas, así como por una falta de hurto.