La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha afirmado que el Gobierno regional “considera que la labor de investigación y divulgación es fundamental para el desarrollo y competitividad de nuestro sector primario”.
Así lo ha expuesto esta mañana durante la presentación del libro ‘El cultivo del pistacho’, coordinado por José Francisco Couceiro, investigador del Centro Agrario ‘El Chaparrillo’, adscrito a la Consejería de Agricultura, que ha colaborado en la edición de la obra.
La consejera ha afirmado que para el Gobierno de María Dolores Cospedal, el sector primario y la industria agroalimentaria “son la base sobre la que se sustenta buena parte de nuestra economía y de nuestro futuro”, y por ello ha reiterado su apoyo a los investigadores que permiten avanzar en esta materia gracias a sus estudios y ensayos.
Soriano ha felicitado a los autores del libro -José Francisco Couceiro, Julián Guerrero, Carmen Gijón, Alfonso Moriana, David Pérez y Marina Rodríguez- por su “extraordinario trabajo, que ha quedado plasmado en este manual acerca del cultivo del pistacho, desde su historia, su cultivo, su mantenimiento, su riego, sus plagas y enfermedades, hasta sus costes de cultivo y su comercialización”.
A su juicio, “han sabido plasmar sus vastos conocimientos en un libro de carácter eminentemente didáctico, y en el que cualquier persona interesada en el cultivo del pistacho, sin necesidad de ser experta en la materia, encontrará una valiosa fuente de conocimientos”.
4.000 hectáreas de pistacho en Castilla-La Mancha
La titular de Agricultura ha explicado que el pistacho es uno de los cultivos leñosos más importantes en Castilla-La Mancha, aunque todavía lejos del almendro. La superficie cultivada ha experimentado un importante ascenso desde el año 2010, situándose en la actualidad en 4.000 hectáreas, el 80 por ciento de la superficie nacional, mientras que la producción ronda las 2.000 toneladas al año, principalmente en Ciudad Real, Toledo y Albacete.
Según la consejera de Agricultura, “este hecho no es casual”, ya que la Consejería de la que es titular, a través del Centro Agrario ‘El Chaparrillo’, ha venido desarrollando multitud de estudios muy extensos y pormenorizados acerca de las posibilidades del cultivo del pistachero en la región.
«El pistacho es un tipo de cultivo cuya adaptación a la mayoría de las tierras manchegas es excepcional. Además, su bajo consumo de agua, así como su rentabilidad y adaptabilidad a las condiciones de temperatura y humedad de Castilla-La Mancha resultan óptimas para favorecer el potencial productivo del cultivo», ha enfatizado.
María Luisa Soriano ha manifestado que el pistacho puede ser en ocasiones un cultivo alternativo al olivar o la viña, tanto por ese menor coste y su adaptabilidad como por la rentabilidad de su comercialización, que ha achacado a la “buena organización de los productores de pistacho” y que ha llevado a que la mayor parte de las ventas se dirijan a los mercados más exigentes de Europa.