El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha afirmado que la idea de que el dinero público es “un pozo sin fondo” debe ser olvidada.
El titular de Hacienda, que ha clausurado el Foro de Economía “El euro en el actual equilibrio de divisas”, organizado por la Universidad de Alcalá y celebrado en las Cortes regionales, ha asegurado que “formar parte de la Unión Monetaria tiene ventajas, pero también tiene exigencias”. Una de ellas, según el consejero de Hacienda, es que las administraciones adopten una “política fiscal prudente, que si se hubiera adoptado antes se hubieran ahorrado muchos problemas”.
En la carrera sin freno de un gasto público desmedido, Romaní ha puesto como ejemplo a Castilla-La Mancha cuando gobernaba el Partido Socialista, siendo la región que más aumentó su déficit desde 2008, llegando a cerrar 2011 con un desequilibrio presupuestario del 7,87 por ciento. “Ese incremento exponencial del gasto no tuvo beneficios, ya que no cualquier gasto sirve para estimular la economía”, ha asegurado el consejero.
En opinión de Romaní, el verdadero récord del Gobierno de la presidenta Cospedal no es haber gestionado la región con un límite de déficit del 1,5 por ciento, dado que eso lo han logrado muchas comunidades autónomas, “sino haber hecho un ajuste tan rápido”. Según ha explicado el consejero de Hacienda, la consolidación fiscal en Castilla-La Mancha se hizo desde el primer momento en el que María Dolores Dolores Cospedal asumió la presidencia, “con mucha gestión, analizando todas y cada una de las partidas presupuestarias, sin cerrar nada y cortando en seco el crecimiento exponencial de la deuda”.
Además, tal y como ha destacado el consejero, todo ese ajuste fiscal “se ha llevado a cabo garantizando el cumplimiento escrupuloso de las normas contables, ya que no hay nada peor que unas cuentas que no se cree nadie”.
Romaní ha asegurado que, con la histórica reducción del déficit en más de seis puntos en solo un año, se demuestra que “el Gobierno de Cospedal está comprometido con los castellano-manchegos, con España y con la Unión Europea”.