LA TRANSICIÓN EN EL AYUNTAMIENTO.
La labor de cambio político en la manera de hacer del Grupo Popular se estableció desde el primer momento. No se podía pensar en llegar al poder sin comenzar a ser oposición con nuevos esquemas políticos, el tercer soporte de nuestra acción política se debía poner en práctica y vincular los discursos reformistas y centrados con nuestra acción como oposición.
La labor de transición en el Ayuntamiento viene determinada por las tres legislaturas a las cuales yo pertenecí. Luego las otras personas que ocuparon el ayuntamiento ya sólo tuvieron que gobernar o gestionar sin necesidad de hacer cambios ni demostrar más allá de lo que la demanda diaria exigió. El mensaje político estaba consolidado y se habían solucionado o encauzado gran parte de los problemas de gestión municipal con los que me encontré. El futuro era fácil.
El grupo municipal quedó constituido por Ramón González, Luis Moreno, Juan Romero y José Toledo, posteriormente se incorporaron Marisol Navarro y María del Carmen Heredia. Nuestra capacidad de influir en la política municipal era escasa, no éramos el grupo mayoritario de la oposición, ya que API ( independientes de Clemente Cuesta ) tenían un concejal más que nosotros. Nuestra labor era fundamentalmente de venta de imagen, de propuestas reformistas, de mensaje centrado.
Uno de los episodios más destacados a no más de un año de comenzar la legislatura fue nuestro apoyo a la moción del PSOE sobre cambio de los nombres de las calles y eliminar el recuerdo excluyente, de la guerra civil a uno solo de los bandos, tal como representaba la cruz de los caídos.
El grupo popular se pronunció por recordar a todos los caídos, a no hacer diferencia entre vencidos y vencedores, a no perpetuar la división civil. Algunas personas del partido manifestaron sus quejas, alguna otra se dio de baja como afiliada, pero nosotros éramos un partido asentado en la democracia y en el valor constitucional del consenso y la unión de los españoles.
Esto que hoy, 25 años después parece obvio, no era tanto en aquellos tiempos en que gran parte de votantes y seguidores de AP, luego PP, aún añoraban otros momentos históricos.
En la línea de nuestro compromiso social, propusimos un plan especial de actuación para el barrio de San Antonio y la creación de comedor escolar (1989). También propusimos una importante iniciativa sobre política de becas a estudiantes ( 20-X-87). Con todo ello se ponía de manifiesto que nuestro compromiso social y cultural era una acción determinante de nuestras políticas.
Importante en esta etapa fue nuestra continua insistencia en transparencia en la acción recaudatoria de contribuciones especiales para obras, con continua información detallada a los vecinos y pedir sus criterios para la ejecución de las obras.
Como se puede apreciar en las peticiones que entonces ce hicieron al grupo de gobierno y que en su momento no nos fueron admitidas, una vez que tuve el honor de servir a Tomelloso desde la alcaldía, esas propuestas se llevaron a cabo.
Legislatura 91-95.
Las elecciones municipales celebradas en mayo de 1991 supusieron un incremento de voto para el PP, pasando de 4 a 7concejales y siendo ya la segunda fuerza del municipio, crecimiento que fue muy superior al crecimiento regional y provincial.
El grupo quedó constituido por Ramón González, Juan Antonio Jiménez Escribano, Luis Moreno, Pilar Bello, Carlos Utiel, Ángel Perales y Carlos Cotillas.
Como consecuencia de ello el nuevo grupo popular tenía representación en la Diputación de Ciudad Real.
Seguimos con la misma línea de peticiones para Tomelloso pero otros acontecimientos produjeron que la labor de oposición tuviese unos derroteros más basados en denuncia social y la oposición a la labor de gobierno del PSOE.
La sanidad seguía siendo nuestro mayor compromiso y para ello se hicieron campañas, hasta entonces nunca realizadas, de pegadas de carteles, de recogida de firmas, de actos sensacionalistas en las sesiones del Pleno Municipal.
Pero los conflictos del polígono 18 referentes al plan de electrificación, la situación económica y de gestión político administrativa de aquellos años y, sobre todo, el anteproyecto del Plan General de Ordenación Urbana, fueron importantes acontecimientos que ocupaban gran parte de nuestro tiempo en la labor de oposición.
Es la legislatura en la cual el P.P logra el gobierno municipal de Tomelloso. También esta época me atrevo a considerarla de transición. Cuatro motivos dan soporte a esta consideración: El importante ajuste y cambio en el funcionamiento administrativo-económico del Ayuntamiento por una parte, por otro lado el cambio de estilo y talante en la acción de la política municipal, además de hacer valer el peso de Tomelloso en el contexto regional y por último la necesidad de serenar los ánimos políticos de la sociedad tomellosera después de una etapa anterior muy convulsa.
Todas esas ideas suponen una auténtica transición en la forma de gobernar Tomelloso y por tanto un notabilísimo esfuerzo de las personas que compusieron el equipo de gobierno en esa etapa y especialmente del alcalde como impulsor y responsable de las acciones que propiciaron ese nuevo estilo lo cual supuso un tremendo desgaste personal.
En cuanto a los ajustes de la administración no queda por menos que hacer referencia a los problemas heredados de etapas anteriores como causa de los cambios que se produjeron.
Importantes problemas derivados de las gestiones de cobro en etapas anteriores ( caso de los nichos, del recaudador, gran cantidad de pendiente de cobro, actualización de padrones, viviendas de la carretera de la Ossa, excesiva deuda, ahogo económico en la tesorería…), Necesidad de atender a demandas sociales derivadas de una situación de 22% de desempleo, contenciosos por planes de electrificación, desmontar y dar salidas a cuestiones urbanísticas y sobre todo un muy polémico PGOU que había sido muy contestado . Era por tanto necesario serenar los ánimos de los ciudadanos, el nivel de enfado con la administración anterior era importante, no olvidemos que en la legislatura del 91 al 95 el pueblo de Tomelloso se echó a la calle varias ocasiones para protestar por la acción de gobierno.
Era pues necesario gobernar con ánimo conciliador, en contacto directo con los tomelloseros, sin reminiscencias de otros tiempos y con una fuerte implicación social.
Este último aspecto, el sentido social de la política queda reflejado en algunos parámetros como los siguientes:
- El crecimiento de la partida municipal para educación se incrementó de 87 millones de pesetas en 1995 a 122 en 1999, se subió un 19 %. Por primera vez un municipio propició un programa de gratuidad de libros de texto para enseñanzas obligatorias, llegando en 1997 a dar casi 700 ayudas ( 10.000 o 6.000 pesetas) a familias que no llegaban a unos niveles de renta establecidos como referente. Se puso en funcionamiento el primer comedor escolar de titularidad municipal.
- En esa misma línea de acción social, el empleo fue factor determinante de la labor de gobierno. El crecimiento de la acción por el empleo fue 154 % sobre el crecimiento del desempleo. Por primera vez en Tomelloso se llevaron a cabo políticas activas de empleo para jóvenes con la ejecución de una escuela taller y una casa de oficios.
- En cuanto a acción social directa la variación de 1995 a 1999 fue de un incremento del 32 %
También durante mi etapa de oposición y en los compromisos del partido me comprometía a tener como fundamentos de mi acción política la participación ciudadana y la transparencia informativa, para ello durante mi mandato se realizaron las siguientes acciones políticas.
En todos los barrios se construyeron Centros Culturales y se dio más protagonismo a las asociaciones de vecinos (Esperanza, La Paz, Embajadores, Maternidad, Carmen)
Se editaba con carácter bimensual al Boletín de Ayuntamiento en el cual participaban todos los grupos políticos con su crítica a la labor del gobierno municipal y con amplia información técnica de la labor del Ayuntamiento.
Se emitía por la TV-Local,Telesurco, programas mensuales monográficos sobre cada una de las áreas del Ayuntamiento, en los cuales además de la información de los servicios técnicos y de la intervención del Alcalde, intervenían todos los grupos políticos, para que Tomelloso supiera sus críticas, propuestas de mejora y trabajo por Tomelloso.
Las dos políticas anteriores no variaron respecto de la iniciada por Javier Lozano, pues siempre reconocí que su sentido de la acción e información con los ciudadanos era importante conservar y lo que se tenía que hacer era reforzarlas, como así se hizo.
Por otra parte de citaba a los vecinos de las calles afectadas por obras para que conocieran el proyecto y el modo de realización (Paseo D. Antonio Huertas, vía de servicio de Cra. Argamasilla…)
También los vecinos podían intervenir en los Plenos Municipales, además de las casi 3000 visitas que en los cuatro años recibí como alcalde y las muchísimas que recibieron los concejales de equipo de gobierno. Es decir, un Ayuntamiento con auténtico talante democrático.
Al mismo tiempo que se atendían todos los problemas se tenía que llevar a cabo un programa de gobierno con el cual se había establecido el compromiso electoral con los ciudadanos. No podíamos quedarnos en arreglar problemas, también se tenía que impulsar un nuevo planteamiento político e ir dando respuesta a los diferentes sectores de la sociedad tomellosera en todos sus ámbitos. Y todo ello se tenía que hacer en un marco político de 22% de desempleo, y de sentimiento de excesivos impuestos y de una deuda muy alta. Por tanto se tuvieron que hacer los equilibrios necesarios para realizar una importante labor política sin subir la deuda y sin subir los impuestos.