miércoles, 10 diciembre, 2025

Cáritas Tomelloso alerta sobre el aumento de migrantes en situación precaria: “Cada semana llegan cinco o seis personas nuevas”

Teresa Requena hace balance de un 2025 marcado por la falta de vivienda, empleos precarios y una atención desbordada por parte de la entidad

Comparte

Cáritas Tomelloso ha presentado este martes su balance anual de 2025, un año que, según su directora, Teresa Requena, ha estado marcado por el incremento de personas en situación de vulnerabilidad, especialmente migrantes recién llegados, sin documentación y con expectativas que se ven rápidamente frustradas. En un mensaje directo y cargado de preocupación, Requena describió una realidad dura: “Cada semana atendemos entre cinco y seis personas nuevas que no habíamos visto en todo el año. La mayoría vienen con una ilusión que se pierde nada más llegar”.

Acompañada por el delegado interparroquial don Antonio López, la directora hizo un recorrido por los principales retos a los que se enfrenta la entidad: el acceso a la vivienda, la precariedad laboral, la falta de documentación, y el creciente número de mujeres que llegan solas, muchas veces con hijos a su cargo.

  • Vinícola de Tomelloso

Más de 1.300 personas atendidas en 2025

Durante el año, Cáritas Tomelloso ha atendido a 1.301 personas en total, de las cuales 1.191 han recibido ayuda directa y han sido registradas en el sistema de intervención. “Es un número muy elevado para una ciudad como Tomelloso”, afirmó Requena, destacando que hay muchas más personas fuera del radar oficial: “Hay mucha gente sin documentación que no puede acceder a servicios sociales. Nosotros sabemos que hay muchísima más gente de la que se ve”.

El perfil mayoritario de las personas atendidas es el de migrantes procedentes de Marruecos, Senegal y países de América Latina como Colombia, Venezuela, Cuba, Paraguay o Perú. “Ahora mismo estamos desbordados con personas de Sudamérica. Da igual el país, están llegando muchas”, aseguró. También se ha registrado un leve repunte de personas procedentes de Ucrania, algo que sorprendió a la entidad tras un tiempo sin recibir población de este origen.

La vivienda, un problema “sangrante”

Uno de los temas que más preocupa a Cáritas es la vivienda. Requena no dudó en calificar la situación como “sangrante”: “Cuando ves dónde están viviendo algunas familias, los abusos que sufren por parte de propietarios, te das cuenta de que esto no es normal que pase ni en España ni en Tomelloso”. Denunció que en muchas ocasiones son compatriotas o incluso vecinos de la ciudad quienes se aprovechan de la necesidad de los recién llegados.

Además, explicó que el equipo de Cáritas realiza visitas a los hogares para contrastar la información que reciben: “Hay cosas que no nos cuadran. Cuando descubres esa realidad, ya te puedes morir”, lamentó.

Trabajo precario y expectativas frustradas

La mayoría de las personas que llegan a Cáritas lo hacen con la esperanza de encontrar trabajo, sobre todo en el campo. Pero la realidad es muy distinta. “Los que quieren trabajar no tienen papeles, y los que los tienen muchas veces no quieren trabajar en el campo porque es muy duro. Ahora mismo hay pocas ofertas de trabajo porque la época no es buena”, explicó.

Advertisement

Además, muchas de estas personas tienen un alto nivel educativo, pero se enfrentan a la imposibilidad de homologar sus títulos: “La mayoría vienen con una o dos carreras, pero no pueden ejercer. Se incorporan al trabajo de forma muy precaria”.

Requena hizo también una reflexión sobre la paradoja del mercado laboral actual: “En España necesitamos trabajadores. Hay empleos que se van a perder porque no hay quien los haga. Un fontanero no puede trabajar desde un ordenador. Pero a esta gente no se le da la oportunidad”.

La pobreza tiene rostro de mujer… y de migrante sin papeles

Uno de los cambios que más ha impactado a Cáritas en los últimos años es el perfil de quienes solicitan ayuda. “Cada vez más, la pobreza tiene rostro de mujer, y en estos últimos dos o tres años, la pobreza tiene rostro de persona migrante en situación irregular”, subrayó. En 2025, de las personas atendidas en acogida, 725 han sido hombres y 576 mujeres, muchas de ellas solas y con hijos pequeños.

Este fenómeno se acentúa, según Requena, en el caso de mujeres procedentes de Marruecos, lo que le resulta especialmente llamativo: “No es lo mismo que venga sola una mujer argentina que una mujer marroquí con un bebé. Algo pasa, porque no es normal”.

Advertisement

Apoyo limitado, pero constante

Pese a las dificultades, desde Cáritas aseguran que continúan llegando “hasta donde podemos y un poco más”. Teresa Requena quiso agradecer de forma muy especial el trabajo del equipo: “Gracias a los voluntarios, a las trabajadoras, a los porteros que contienen a la gente cuando llegan angustiados… sin ellos no podríamos salir del agujero en el que muchas veces estamos”.

También detalló los diferentes apoyos ofrecidos, como ayudas puntuales para farmacia, alimentos, ropa o talleres educativos. Han pasado unas 50-60 personas por los talleres, y también ha habido una alta demanda de clases de castellano y apoyo para obtener la ESO. “Tenemos un buen equipo de profesores, la gente va aprobando. Eso quiere decir que se está haciendo un buen trabajo”, añadió.

Advertisement

En cuanto a las familias españolas que acuden a la entidad, Requena explicó que son menos que en otros años, aunque las que lo hacen presentan necesidades muy específicas, como problemas económicos puntuales o sobrecargas de pagos.

Una realidad dura, pero con esperanza

Con emoción contenida, Teresa Requena cerró su intervención con una reflexión humana sobre la labor diaria de Cáritas: “Es duro. La razón muchas veces no es lo primero que sale cuando te enfrentas a una persona que te cuenta su vida. Para mí eso tiene un mérito tremendo”.

A pesar de las dificultades, la directora lanzó un mensaje de esperanza: “Aunque ayudemos solamente a una persona, creo que eso es muy importante. Ojalá el año 2026 nos traiga salud y trabajo, porque con eso ya tenemos bastante”.

La realidad social de Tomelloso está cambiando, y Cáritas seguirá siendo un lugar de acogida para quienes más lo necesitan, aunque, como reclamó Requena, “las instituciones deberían apoyar más a esta gente y cambiar muchos tipos de leyes”. Mientras eso no ocurra, la entidad continuará, día a día, ofreciendo escucha, ayuda y acompañamiento.

+ Noticias