El concejal de Servicios al Territorio del Ayuntamiento de Tomelloso, Benjamín de Sebastián, ha ofrecido una detallada rueda de prensa para explicar en profundidad el estado del proyecto de instalación de una planta de biometano en el término municipal.
Lo hizo tras la celebración de la Comisión de Desarrollo Sostenible, en la que se facilitó a los grupos municipales toda la documentación disponible y se contó con la presencia de un técnico de la empresa promotora que resolvió, durante más de dos horas, las dudas planteadas.
Las competencias son de la Junta
Uno de los aspectos que más subrayó el concejal fue el papel limitado que tiene el Ayuntamiento en este proceso. Según explicó, la planta se acoge a la Ley 4/2020 de Proyectos Prioritarios de Castilla-La Mancha, lo que implica que la decisión final sobre su autorización corresponde a la Junta de Comunidades, concretamente a la Comisión Provincial de Urbanismo de Ciudad Real y, en última instancia, al consejero del ramo o incluso al Consejo de Gobierno regional.
“El Ayuntamiento no tiene competencias para autorizar un proyecto de estas características. Nuestra intervención se limita a conceder la licencia urbanística, y eso solo si se cumplen todos los requisitos. Es un procedimiento reglado, no discrecional”, afirmó, citando un informe del secretario municipal que respalda esta postura. “Si denegamos una licencia que cumple con todos los requisitos, estaríamos incurriendo en prevaricación”, advirtió.
Ante la petición de algunos colectivos de someter la instalación de la planta a referéndum, De Sebastián fue tajante: “Un referéndum de estas características sería ilegal porque el Ayuntamiento no tiene competencia para decidir sobre esta materia”, señaló, comparando la situación con la que se vivió en Cataluña. Añadió que no se puede someter a votación algo que no depende del Consistorio, y recordó que también las licencias urbanísticas están fuera de este tipo de consultas por su carácter técnico.

“Oscurantismo, cero”
El concejal defendió con firmeza la transparencia con la que se está gestionando este asunto. “Oscurantismo, cero”, aseguró, destacando que desde hace apenas tres semanas, cuando la empresa manifestó formalmente su intención de solicitar la tramitación como proyecto prioritario, se ha iniciado una ronda de reuniones con asociaciones de vecinos, entidades culturales, cooperativas y destilerías.
Según indicó, en la Comisión celebrada justo antes de la rueda de prensa se facilitó a todos los grupos municipales más de 300 páginas de documentación técnica, incluyendo un borrador del estudio medioambiental, y un ingeniero de la empresa promotora, Enert, que asistió a la misma, respondió a todas las preguntas planteadas. “Hemos compartido toda la información disponible. El alcalde no ha firmado ningún convenio, al contrario de lo que ya se ha hecho en Manzanares, La Roda o Socuéllamos”, puntualizó.
Enert y el Grupo Azora, empresa promotora
La empresa promotora, Enert, pertenece al fondo de inversión español Grupo Azora, con activos por más de 14.000 millones de euros y presencia en el sector energético con plantas solares, eólicas y de biometano en España e Italia. De Sebastián quiso dejar claro que no se trata de un fondo buitre, como se ha sugerido, sino de una empresa con experiencia en este tipo de infraestructuras.
La inversión prevista asciende a 30 millones de euros, lo que supondrá ingresos directos para las arcas municipales a través del impuesto de construcciones (3 %) y la calificación urbanística (2 %). “Ese dinero no se guarda en un cajón. Se puede destinar a asfaltado, mejorar infraestructuras o incluso proyectos sociales”, señaló. Además, destacó que gran parte de los trabajos podrían realizarse con empresas locales, sobre todo del sector de la calderería, muy consolidado en Tomelloso.
Los residuos: un recurso ya existente
Uno de los argumentos principales para ubicar la planta en Tomelloso es la gran disponibilidad de residuos orgánicos generados por el sector agroalimentario local. Según explicó el concejal, la planta necesitará 220.000 toneladas anuales de residuos, de las que al menos la mitad deben ser líquidas, como vinazas o aguas sucias procedentes de bodegas y destilerías.
“Solo nuestras cooperativas ya producen más de 115.000 toneladas anuales. Y no hablo de vinazas en sentido general, sino de aguas residuales que hoy acaban en la depuradora. Con esta planta se podrían reaprovechar”, detalló. También recordó que hay cuatro destilerías en el término municipal que almacenan vinazas en balsas al aire libre y que el tratamiento de estos residuos supondría un alivio para las empresas productoras.
Ubicación y afecciones
En cuanto a las preocupaciones sobre posibles impactos negativos, como malos olores, contaminación o incremento del tráfico pesado, De Sebastián aseguró que no existen motivos fundados. “La planta estaría a 15 kilómetros del núcleo urbano, en la carretera de Pedro Muñoz, y los camiones no pasarán por Tomelloso. Además, se aplicará la normativa alemana, la más restrictiva en materia de olores, porque en España no existe regulación específica”, explicó.
También quiso recordar que Tomelloso ya albergó durante 25 años una planta de biogás, con tecnología mucho más antigua, que funcionó sin generar problemas relevantes y a apenas 300 metros del casco urbano.
Un proyecto con beneficios ambientales
El concejal hizo hincapié en los beneficios medioambientales del proyecto, destacando su capacidad para reducir emisiones contaminantes de residuos agrícolas. “Un kilo de metano equivale a 28 kilos de CO₂. Esta planta evitaría la emisión equivalente a la de 60.000 coches”, afirmó. También destacó su papel en la lucha contra la contaminación por nitratos del Acuífero 23. “La planta trataría los residuos y devolvería un abono ecológico y certificado, con un 99 % menos de azufre y un 50 % menos de nitrógeno”, explicó, recordando que la Junta ha endurecido recientemente los requisitos para el uso de fertilizantes con el objetivo de frenar esta contaminación.
De Sebastián quiso desmontar la idea de que el proyecto pueda traer nuevas macrogranjas a la zona. “No se trata de atraer residuos, sino de aprovechar los que ya tenemos. Tomelloso genera el triple de lo que necesita esta planta”, insistió. Citó además datos sobre la existencia de estiércol, purines, melones en descomposición y otros residuos que ya están presentes en el municipio y que podrían ser aprovechados por la planta. “No estamos trayendo nada que no esté ya aquí”, remarcó.
Un modelo que ya funciona en Europa
En relación con la situación nacional y europea, subrayó que este tipo de tecnología está ampliamente extendida en países como Francia, Alemania o Dinamarca, donde el 100 % del gas que consumen los hogares procede del biometano. “Nosotros estamos a la cola. Esta tecnología no es nueva, lleva décadas funcionando en Europa. El problema es que en España hemos ido tarde”, lamentó.
Para concluir, el concejal reiteró que el Ayuntamiento no ha adoptado ninguna decisión definitiva y que no está ni a favor ni en contra del proyecto. “Estamos en fase de escuchar, informar y consultar. Queremos que la decisión final, cuando se tome, se haga con conocimiento, con consenso y con la máxima transparencia”, afirmó. También apuntó que, aunque legalmente el alcalde puede firmar un convenio con la empresa, su intención es que, una vez finalice el proceso de diálogo con los colectivos, sea el Pleno municipal el que debata y se pronuncie al respecto.
“No hemos encontrado a ninguna asociación con la que nos hayamos reunido que diga que esto es malo para Tomelloso. Lo que quieren es información, y eso es lo que estamos dando”, concluyó.











