El instituto conmemora medio siglo de historia con un emotivo acto que reunió a antiguos alumnos, docentes, autoridades y comunidad educativa
El IES Eladio Cabañero celebró este viernes su 50º aniversario con un emotivo y multitudinario acto institucional que tuvo lugar en el Auditorio López Torres. El evento, cargado de recuerdos, homenajes y reflexiones, puso en valor el medio siglo de historia de un centro que ha formado a más de 8.000 alumnos de Tomelloso y su comarca, y que hoy sigue siendo un pilar fundamental del sistema educativo público en Castilla-La Mancha.
Un recorrido por cinco décadas de enseñanza y compromiso
La jornada comenzó con la bienvenida de Miguel García, exalumno del centro, que ejerció de maestro de ceremonias y compartió recuerdos de su paso por el instituto en los años 70: “Este instituto no solo me brindó conocimientos, sino también experiencias y valores que me han acompañado a lo largo de mi vida”.
El actual director, José Ángel Martínez Mínguez, abrió el turno de intervenciones destacando el legado del centro: “50 años no son nada para el Eladio Cabañero, porque aspiramos a cumplir al menos otros 50 más”. Recordó que el instituto comenzó su andadura en 1964 como sección delegada de Valdepeñas y que fue en el curso 1974-75 cuando se convirtió en centro independiente. En su discurso rindió homenaje “a los más de 8.000 alumnos que han pasado por nuestras aulas, formándose como médicos, ingenieros, arquitectos, docentes… y sobre todo, como buenas personas”.
Martínez Mínguez también agradeció la colaboración de la Delegación de Educación y del Ayuntamiento de Tomelloso, y subrayó el carácter participativo y emotivo del acto: “Queremos rescatar las imágenes de compañeros que ya no están, anécdotas de antiguos alumnos, actuaciones musicales del alumnado actual… Todo ello para rendir tributo a quienes han hecho grande a este centro”.
Reconocimientos institucionales

En representación del Gobierno regional intervino el delegado de Educación, José Jesús Caro, quien subrayó el papel transformador del instituto: “El Eladio ha marcado la vida de muchas generaciones. No solo desde el punto de vista académico, sino también desde el de los valores. Ciudadanos comprometidos con los demás”. Caro destacó la vocación europeísta del centro, pionero en bilingüismo y participante en proyectos Erasmus: “Está proyectando Tomelloso al mundo sin perder su identidad y raíces”.
Por su parte, el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro, también exalumno y exprofesor del centro, recordó con emoción su paso por el instituto: “Han pasado miles de alumnos, docentes y personal. El Eladio genera un sentimiento de pertenencia que no todos los centros consiguen. Yo soy del Eladio, y eso es muy importante”. Navarro agradeció el trabajo del equipo directivo y mencionó la implicación municipal en esta efeméride.
Una tertulia con antiguos alumnos y recuerdos imborrables

Uno de los momentos más entrañables del acto fue la tertulia entre tres exalumnos: Rocío Torres Márquez, Jesús Puerta Pelayo y Javier Linares Nieto, que compartieron recuerdos y anécdotas de su paso por el centro.
Rocío, antigua directora de la Biblioteca Municipal y profesora del propio centro, recordó con humor las clases en aulas improvisadas y profesores como Ana Victoria Velasco o Félix García de Juan: “Nos enseñaron con pasión. Entre clase de latín o filosofía, nos dejaban pequeñas lecciones de vida”.
Jesús, investigador en física de partículas en el CIEMAT, evocó la época de los vespinos, los bocadillos de caballa en la cantina y los paseos a los pinos tras el recreo: “El Eladio fue el lugar donde empecé a convivir con gente diferente, a construir relaciones, a cambiar el chip”.
Javier, consultor en Auren Spain, elogió el nivel del profesorado y su papel en el desarrollo personal de los alumnos: “Nos trataron como adultos, nos enseñaron a pensar, a tener espíritu crítico. El Eladio me dio las bases de lo que soy hoy”.
Un homenaje poético y musical
El acto incluyó también la entrega del Premio Gerardo Diego de Poesía, convocado de manera especial por el 50 aniversario y que recayó en el sevillano Manuel Jurado López por su obra El corazón del erizo. Jurado, de 83 años, se mostró emocionado y recitó varios poemas: “No hay trabajo más gratificante que ser docente. Estoy feliz de haber recibido este premio de manos de compañeros”.
La música también fue protagonista, con actuaciones del alumnado actual: María García al violín, Julia Sánchez a la flauta y Víctor Solís a la trompeta, todos acompañados al piano por la Marieli Blanco, antigua alumna del centro. Además, la estudiante Amanda López Temprano cerró el acto con la lectura del poema Los niños de Eladio Cabañero, acompañado de música de Schumann, en un homenaje final al poeta que da nombre al instituto.

Un centro con proyección y futuro
Durante el acto se proyectaron varios vídeos con saludos de antiguos alumnos y personalidades que pasaron por el instituto, rememorando su huella y destacando su papel en la comunidad. “El Eladio no es solo un edificio. Es una comunidad viva que ha crecido con el tiempo”, afirmó el director.
En sus palabras de clausura, el delegado José Jesús Caro lo resumió así: “El Eladio es un centro que forma ciudadanos críticos, solidarios y preparados para el mundo que viene. Gracias por estos 50 años. El mejor instituto del mundo”.
Tras la ceremonia, los asistentes participaron en una comida de convivencia, donde se volvieron a encontrar generaciones enteras que compartieron años de aprendizaje, amistad y crecimiento en un centro que sigue siendo, medio siglo después, parte fundamental de la historia de Tomelloso.












