El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha pedido no cejar en la apuesta por la innovación, ha considerado que «el negocio de España» no está en «ser la planta fotovoltaica del planeta», sino en ser la cuna y acoger la industria que la genera.
El titular del Ejecutivo castellanomanchego ha hecho esta reflexión durante su intervención en el acto de inauguración de la primera planta piloto Bluesolar 1, en el Isfoc, que se ha instalado en Puertollano.
«Producir energía es importante, pero ese no es el negocio de España. España no tiene que hincharse a hacer energía renovable para venderla afuera. Eso le viene bien a los que la operan, pero ese no es el negocio del país», ha defendido García-Page, que ha añadido que la industria que genera ese negocio no puede seguir «haciéndose fuera».
«Digamos que si nosotros tenemos la energía renovable, es más razonable apostar por que las industrias que quieran beneficiarse de este plus de competitividad se instalen en este país», ha añadido el presidente del Gobierno regional, que ha insistido que si el objetivo es que España sea una «despensa energética», eso se ha de revertir en puestos de trabajo.
Dicho esto, y tras apuntar que es «absolutamente determinante» ganar en soberanía energética para no ser dependientes, ha llamado a seguir invirtiendo y apostando por la innovación y por la investigación.
«Lo digo porque no todos los gobiernos ni todas las políticas van a ir en la dirección de apostar por la innovación. Ojalá y no se vislumbre una etapa de recortes en lo que a la promoción de la investigación se refiere».
«Entiendo que, para el político que solo está pensando en si sigue mañana o pasado, las inversiones a largo plazo son siempre un derroche desde el punto de vista político, y en España sobra cortoplacismo», ha cuestionado García-Page, que ha insistido en que se necesita «tener objetivos de medio y de largo plazo compartidos por la inmensa mayoría».