Hoy, 10 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una jornada para reflexionar sobre la importancia de visibilizar y cuidar nuestra salud emocional. La doctora Elena Benito Lara, especialista en psicología, comparte su perspectiva sobre los mitos que aún persisten en torno a la salud mental y la necesidad urgente de normalizar la conversación sobre el tema.
Uno de los mitos más comunes es que «solo las personas con trastornos graves van al psicólogo». Sin embargo, la doctora Benito explica que acudir a terapia es un acto de valentía y autoconocimiento. “Los más cuerdos son los que van a terapia, porque son quienes quieren solucionar sus problemas”, sostiene. Según la especialista, muchas situaciones que requieren ayuda psicológica no son graves, sino que responden a cambios en la vida cotidiana. «Es importante buscar ayuda en cualquier momento de nuestra vida, incluso cuando no sabemos con quién contar a nivel familiar o de amistades», añade.
La experta destaca la necesidad de un enfoque preventivo en la salud mental, comparándolo con otras áreas médicas. “Si voy al dentista al primer signo de dolor, puede que la intervención sea menor. Del mismo modo, acudir al psicólogo en los primeros síntomas puede facilitar un tratamiento más leve y menos invasivo”, explica.
Invertir en salud mental: un gasto o una inversión en bienestar
Otro de los mitos que impide que muchas personas busquen ayuda es la percepción de que la terapia psicológica es costosa. Para la doctora Benito, invertir en salud mental debería verse con la misma naturalidad que ir al gimnasio o al fisioterapeuta. “Si invierto en un coche nuevo o en un teléfono de última generación, ¿por qué no voy a invertir en mí mismo?”, cuestiona. La psicóloga enfatiza que el verdadero coste surge cuando no se atienden los problemas emocionales, lo que puede derivar en complicaciones mayores.
La falta de información y los estereotipos también influyen en la reticencia a acudir a un profesional. Muchos asocian ir al psicólogo con estar «loco», una creencia que, según la doctora, proviene de la desinformación y de los antecedentes históricos de la psiquiatría. “El problema es que el estigma social sigue muy presente. Todavía hay personas que, cuando acuden a consulta, no quieren que se sepa”, afirma Benito. Sin embargo, la especialista resalta que en la actualidad cada vez más personas verbalizan sus problemas y buscan ayuda, lo que ha marcado un punto de inflexión.
La necesidad de psicoeducación y el papel de los medios
Para romper los tabúes, la doctora Benito insiste en la importancia de la psicoeducación y el papel de los medios de comunicación. “Hay titulares que generan desinformación y perpetúan estereotipos, como asociar un trastorno mental con delitos o conductas violentas”, explica. La especialista sugiere que los medios deberían ser más cuidadosos en cómo abordan la salud mental, para evitar crear expectativas irracionales y prejuicios.
Además, destaca el impacto positivo de figuras públicas que reconocen públicamente sus problemas de salud mental. “Cuando actores o personas famosas admiten que van al psicólogo, ayudan a normalizar la situación y animan a otros a hacer lo mismo”, añade.
Señales para buscar ayuda y el valor de la perseverancia
La doctora Benito aconseja estar atentos a ciertos síntomas o sensaciones que pueden indicar la necesidad de acudir a un psicólogo, como la confusión, la dificultad para tomar decisiones, la baja autoestima o cambios en los pensamientos. “Muchas veces no es necesario tener una depresión grave para buscar ayuda. Si ciertos problemas nos impiden avanzar, es recomendable acudir a un profesional para obtener las herramientas adecuadas”, afirma.
Sobre las expectativas respecto a la terapia, la psicóloga subraya que los cambios no son inmediatos y requieren perseverancia. “El verdadero protagonista de la terapia es la persona que acude. Los profesionales pueden proporcionar estrategias, pero es fundamental ponerlas en práctica fuera de la consulta”, indica.
Para quienes temen el «qué dirán» o dudan si buscar ayuda, la doctora recomienda centrarse en las propias necesidades en lugar de compararse con otros. «Tomar decisiones por uno mismo es fundamental, no solo en salud mental, sino en todos los aspectos de la vida», concluye.
Cuidar nuestra salud emocional debe ser tan natural como tratar cualquier dolencia física. La prevención y la información son claves para romper los estigmas y fomentar el bienestar integral.