El ciclista Julián Jiménez Cruz, junto a sus compañeros Jonathan de Carrizosa, Iván de Las Pedroñeras y Alfonso de Villarrobledo, ha logrado culminar con éxito un nuevo reto al recorrer los 432 kilómetros que separan Tomelloso de Málaga en bicicleta. La travesía comenzó a medianoche, el sábado 14 de septiembre, y tras 17 horas de esfuerzo, llegaron a su destino a las 17:00 horas.
Este es otro gran desafío de larga distancia que realiza Jiménez, quien en 2021 completó la ruta entre Tomelloso y Valencia. En esta ocasión, el grupo contó con un furgón de apoyo, conducido por el padre de uno de los ciclistas, que les permitía hacer paradas rápidas cada 70-80 kilómetros para reponer fuerzas y recargar agua.
«Salimos a las 00:00 desde mi casa, éramos cuatro ciclistas y cada 60 o 70 kilómetros hacíamos paradas de unos 15 minutos para comer algo y recargar bidones», explicó Jiménez. La ruta incluyó carreteras nacionales y comarcales, y aunque fue mayormente tranquila, los últimos kilómetros requirieron de algún esfuerzo extra. «El viento de cara y el desnivel al cruzar la sierra del Torcal nos complicaron el final. Ya cuando llevas 370 kilómetros, sigues más con la cabeza que con las piernas», confesó.
Tras 14 horas y media de pedaleo, el equipo alcanzó Málaga, donde realizaron su última parada. Pero el viaje no terminó ahí. Para reponer fuerzas, los ciclistas se dirigieron a «La Taberna del Fraile», una taberna manchega cuyos propietarios son tomelloseros, ubicada en Málaga. Allí, disfrutaron de un merecido descanso tras el agotador trayecto, el lugar perfecto para celebrar la llegada y recuperar energías después de un reto tan duro.
Con esta aventura ya en su historial, el equipo ya tiene la vista puesta en su próximo reto. “En mayo queremos hacer la ruta Tomelloso-Pico Veleta. Serán menos kilómetros, pero con un desnivel acumulado de 6.000 metros, todo un desafío”, adelantó Jiménez.