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miércoles, 6 noviembre
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Víctor, de Miel Ferrandis: “Mi abuelo y mi padre estarían muy orgullosos de mí”

La empresa Miel Ferrandis será reconocida como viñador en el ámbito de la agricultura

La ciudad de Tomelloso ha visto emerger a grandes negocios locales que perduran el día de hoy, empresas centradas en el sector primario, secundario y terciario que buscan mediante sus productos demostrar a las buenas gentes de la localidad, que no se tienen que ir a grandes marcas para conseguir algo de calidad.

Y es que en la actualidad, como consecuencia de la globalización y el dominio de las grandes empresas corporativas, el producto local, ese ‘Made in Spain’ de calidad, parece estar más en peligro de extinción que nunca. Por ello, gracias a reconocimientos como el de viñadores que realizan las asociaciones y el Ayuntamiento de Tomelloso, se les puede dar voz a aquellos negocios que luchan día tras día para satisfacer a cada vez más clientes exigentes.

Un ejemplo de ello es la empresa Miel Ferrandis, una explotación apícola profesional y familiar que fue fundada en 1917. Con alrededor de 1.000 colmenas y una producción anual de 30.000 kg, de los cuales el 80 % está dedicado a miel artesana, Miel Ferrandis ha sido merecedora este año del galardón viñador en el ámbito de Agricultura.

Un reconocimiento que todavía Víctor Ferrandis (3ª generación de la empresa) no da crédito. Y es que como bien nos comenta con honestidad: “la verdad es que no me imaginaba yo que íbamos a recibir este reconocimiento, siempre piensa uno que hay gente más importante que tú, así que nunca fue una posibilidad que consideré”. Y pese a no creer en esta posibilidad, ya el año pasado fue nominado por las entidades de Tomelloso y por el ayuntamiento, algo que “decidí tomarme con calma por no saber cómo quedarían los resultados”.

El 2023 ha sido diferente. Algo que cree Víctor Ferrandis que se ha debido a su colaboración cada vez más activa con varias asociaciones vecinales y participar en el mercado tradicional, que han demostrado “el valor de la empresa y la calidad de nuestros productos”.

Por lo que el responsable de la empresa tan solo puede agradecer al pueblo de Tomelloso “la gran confianza que han depositado en mí” y “haberse acordado de una empresa que fundó mi abuelo por su amor a la naturaleza y las abejas”. Y es que estos insectos tan pequeños tienen un gran impacto positivo en el medioambiente, siendo unas grandes polinizadoras que lamentablemente “se están viendo muy amenazadas como consecuencia del cambio climático y los químicos”.

Y es que el oficio de apicultor no es nada sencillo, aunque Víctor Ferrandis nos comente “que son muchas las facilidades que tenemos ahora si lo comparo con la manera de trabajar que tenía mi abuelo y mi padre”. Es un trabajo que requiere de mucha atención al detalle y que debe tener en cuenta factores ajenos como la situación de la abeja.

Por ello, Víctor reivindica que haya una “mayor apuesta por los negocios locales mediante ayudas y subvenciones”, ya que como bien destaca: “para nosotros son muy beneficiosas para después crear proyectos nuevos o realizar ampliaciones, algo que en nuestro sector es crucial”.

Torre de Gazate Airén

Pero ya dejando de lado el tema laboral, Víctor Ferrandis concluía comentándonos que está deseoso de que llegue la Feria de Tomelloso para quitarse algo de carga de trabajo y “quedar con un par de amigos y tomar unas cervezas”, para celebrar este reconocimiento del cual “mi abuelo y mi padre se sentirían muy orgullosos de mí y de todo lo que he podido avanzar en esta empresa”.

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