La ministra de Economía y vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, ha insistido en negar que las protestas de un sector de los transportistas tenga que ser denominada como una huelga, ya que en su opinión se asemeja más a un «boicot», al tiempo que ha aprovechado para reclamar responsabilidad a los manifestantes, a los que considera una minoría.
A preguntas de los medios tras una rueda de prensa en Talavera de la Reina, ha insistido en que «la mayoría de empresarios del sector quiere trabajar y contribuir en este momento a proporcionar seguridad, tranquilidad y sosiego al conjunto de la economía».
«Desde aquí hago un llamamiento a la responsabilidad de todos. Estamos en un momento en que hay noticias internacionales que generan intranquilidad», ha avisado indicando que las empresas y sectores productivos tienen que «estar a la altura de las circunstancias, proporcionando tranquilidad, estabilidad y seguridad, que es lo que se necesita en este tipo de situaciones».
CONFERENCIA SECTORIAL EL LUNES
En otro orden de cosas, Calviño se ha referido a la convocatoria el próximo lunes de la Conferencia Sectorial del ramo con representantes de las comunidades autónomas como paso previo a interlocutar con los grupos políticos dentro de un «proceso de escucha» para «articular un paquete coherente de medidas eficaces para frenar la escalada de precios» de la energía.
El objetivo, ha detallo, es «responder a los retos derivados del ataque injustificado» de Rusia sobre Ucrania.
«La posición del Gobierno es clara, tenemos que frenar el alza de precios del gas y de la electricidad, porque no puede ser que los ciudadanos y las empresas europeas estén pagando la guerra de Putin», ha aseverado.
Estas conversaciones se incardinan en la «hoja de ruta» que desembocará en el Consejo Europeo de la próxima semana, una cita «muy importante porque definirá el marco regulatorio» que pretende frenar esa escalada de precios.