Castilla-La Mancha encara estos últimos días de 2021 con la mitad de UCIs ocupadas en comparación con 2020 pero multiplicando por once el número de casos respecto a hace un año y con una Incidencia Acumulada que quintuplica la del año pasado a 14 días, según ha precisado este miércoles el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz.
Con una presencia del 80 por ciento de la variante ómicron en la región, hace un año el número de contagios era de 288 mientras que este martes 28 de diciembre se registraron 3.206 casos.
La Incidencia Acumulada a 14 días el año pasado era de 293 y la de la última jornada ha sido de 1.064. «Es incontestable, el crecimiento es exponencial y el contagio es muy alto», ha afirmado el consejero castellanomanchego.
Sin embargo, la «repercusión asistencial es más baja» en la Comunidad Autónoma, con «menos de la mitad de camas convencionales ocupadas», ya que el pasado año había 466 camas ocupadas y en la jornada de este martes, 207.
En cuanto a las UCIs, el pasado año se registraron 82 ingresos mientras que en la jornada de este martes se contabilizaron 41. Tras los últimos datos, este miércoles se podría bajar a 40 enfermos en UCI, lo que puede llevar a la estabilización pero sin «alardear».
VACUNACIÓN
Asimismo, se han administrado 3,7 millones dosis de vacuna, con 23.361 dosis inoculadas este martes. «Vacunamos como en los mejores días de cuando empezamos, vacunamos a tope, a todo lo que nos llega», ha destacado Fernández Sanz.
Del total de 3,7 millones de dosis, 600.0000 son de refuerzo -la tercera dosis-, lo que sitúa a Castilla-La Mancha como una de las regiones por encima de la media en vacunación a mayores 60 años y mayores de 70 años.
También se vacuna a menores de 12 años, y la semana que viene arrancarán los pinchazos para los niños de entre 7 y 8 años, puesto que ya se ha vacunado a los que tienen entre 9 y 11 años.
Respecto a los nueve puntos de diagnóstico masivo, el consejero de Sanidad recomienda acercarse a los mismos cuando se tengan síntomas o cuando hay un contacto estrecho con un positivo, pero no «tiene sentido» hacerlo sin síntomas, porque los test negativos sin síntomas «no nos dan certidumbre de nada».