El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias, Ángel Villafranca, ha asegurado que la nueva Política Agraria Común, si bien no es la más deseada por el sector castellanomanchego, sí que es «la mejor» que podía esperarse dado el escenario actual marcado por la crisis sanitaria y económica, por lo que ha celebrado el trabajo de la Consejería de Agricultura para defender los intereses del sector primario en la región.
Así lo ha asegurado durante la inauguración de unas jornadas informativas para cooperativistas celebradas en Tomelloso, donde ha afirmado que en todo caso ahora «no es el momento» de establecer estrategias como la denominada ‘Del campo a la mesa’, ya que ese modelo de producción no es el adecuado en estos instantes.
«Todos queremos cuidar las aguas, el ambiente, el entorno, pero también queremos una PAC que sea sostenible económica y socialmente, y para eso necesitamos que nuestros agricultores y ganaderos tengan en su explotación rentabilidad», ha defendido Villafranca.
Esta PAC ha de servir, según ha dicho, para que en los pueblos sigan quedando personas que se hagan cargo del campo, «personas que trabajan todos los días» y que han de facilitar el «relevo generacional» en el corto plazo.
Ahora, ha señalado, hay que esperar que la Consejería de Agricultura, que comanda Francisco Martínez Arroyo desarrolle la parte de las políticas de Desarrollo Rural y «siga habilitando, como hasta ahora, su política de integración, de avance comercial y de colocar la marca ‘Campo y Alma’ en el centro de la actividad».
«NO CUMPLE LAS EXPECTATIVAS»
En declaraciones a los medios antes de arrancar la jornada, ha insistido en que la PAC «no cumple al cien por cien las expectativas que Castilla-La Mancha necesita», pero «dadas las circunstancias, es lo mejor que se ha podido conseguir».
Por ejemplo, asegura que se echa de menos que «la convergencia se dilate en el tiempo», pero ha admitido que existía la «amenaza» de que «ni siquiera existiera esta PAC».
«Esperemos que esta PAC sirva en esta etapa para cambiar nuestra forma de pensar en la agricultura», ha rematado.
MARTÍNEZ ARROYO CELEBRA EL NUEVO ACUERDO
Mientras, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, que ha intervenido en la inauguración, ha incidido en la importancia de que la Comunidad Autónoma haya llevado una posición común para defender la PAC en Europa.
Ha apuntado la importancia de que exista la Unión Europea, ya que «sin Europa no hay PAC», una política agraria que si bien se ha reformado muchas veces «sigue viva y va a seguir funcionando para dar servicio al sector».
Como líneas básicas para asegurar que la PAC es «buena para todos», ha reparado en que la región recibirá cerca de 735 millones al año dentro de estas políticas, y aunque lamenta que no se haya sido «valiente» a la hora de conseguir que se aplique la convergencia de cara a ser una única región agronómica, ha admitido que en España la agricultura es «muy diferente» entre sus distintos territorios.
Otra de las cuestiones por las que ha mostrado orgullo aunque sea «conflictiva» es la condicionalidad social y «que cobren las ayudas los que respetan los derechos de los trabajadores».
«La inmensa mayoría de los agricultores cumplen con los derechos laborales y tenemos que justificar esto porque sale en prensa noticias de los que no cumplen. Pero a los que no cumplen, no los queremos, porque perjudican a la mayoría», ha defendido Martínez Arroyo, quien ha querido reivindicar el «éxito» de la propuesta de la región que permitirá que, a partir de 2024, pueda cristalizar esta premisa.
Además, ha sumado el hecho de que «nadie se va a quedar atrás» en el cobro de las ayudas, aunque esto pueda suponer «incoherencia»; ya que así se renuncia a la reivindicación de tener que apoyar fundamentalmente a los profesionales.
Asume, por tanto, esa «incoherencia», pero resalta la importancia de que ningún agricultor se quede fuera de las ayudas desacopladas, ya que «se cometió una injusticia» al dejar fuera a aquellos propietarios que cobraban menos de 300 euros por explotación.
Martínez Arroyo ha celebrado además el aumento de asignación por hectárea del que disfrutarán los agricultores y ganaderos de la región, ya que ahora habrá «más euros» por parcela.
Cerca de 30 millones al año para el olivar de bajo rendimiento o poder llegar al límite del 15% para las ayudas acopladas, son algunos de los logros de la nueva PAC que también ha celebrado el consejero.
CONSEGUIR MÁS OBJETIVOS
También ha puesto el acento en el Pacto Verde, que «va a ser el eje vertebrador de las políticas europeas hasta 2027» con objetivos a cumplir en materia de Desarrollo Sostenible en 2030.
Para ello, la PAC «tiene que contribuir» a través de las estrategias ‘De la granja a la mesa’, con premisas como ampliar las hectáreas de cultivo ecológico, algo a lo que la región está «obligada» a cumplir.
Las medidas de Desarrollo Rural, otra de las competencias autonómicas, pasa por que el 35% de los fondos tengas además un componente ambiental, pero la región «está ya al 58%, con el porcentaje más alto de España» y quizá de Europa. A pesar de ello, el reto ahora es «conseguir los fondos suficientes» para seguir cumpliendo estos objetivos.
Como reflexión final, ha admitido que «se podría haber aprovechado mejor la oportunidad» porque «era el momento», pero hay «cosas muy positivas».
«La PAC es necesaria y útil. Es una política de país. Hay muy pocas políticas públicas con aportación de recursos con incidencia en el cien por cien del país», ha remarcado el consejero.