Con motivo del Día Europeo contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que Castilla-La Mancha ha sido la segunda comunidad autónoma en la que más han crecido los episodios violentos a profesionales sanitarios, hasta un 165,4 por ciento de acuerdo a los datos facilitados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado al Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) que elabora el Ministerio del Interior.
El registro de victimizaciones por hechos relacionados con agresiones a profesionales sanitarios pasó de 26 en 2019 a 69 en 2020 (periodo enero-noviembre) en la región. El aumento de contagios, la presión hospitalaria, la situación actual de la Atención Primaria con un gran déficit de medios humanos, la crispación e incertidumbre, junto con la creciente demanda asistencial, explican esta subida.
Las cifras revelan una subida generalizada; Navarra lidera esta triste estadística con una subida de un 600% (de 2 a 14 casos). Le siguen Castilla-La Mancha (+165%); Galicia (+122%) y Cantabria (+116,7%), además de la ciudad autónoma de Melilla (+350%).
Las victimizaciones, hechos denunciados por personas en los cuales manifiestan ser víctimas o perjudicados por alguna infracción penal, subieron un 32,3% en el último año a nivel nacional. En concreto, se han registrado 962 victimizaciones de enero a noviembre de 2020, lo que supone casi tres agresiones a sanitarios al día en España.
¿Por qué se produce una agresión?
iguel Ángel González Canomanuel, médico del Servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, señala que “las agresiones a los sanitarios son frecuentes, no es algo que haya comenzado con la pandemia, pero vamos a peor aumentando espectacularmente las cifras”.
Entre las causas, González Canomanuel explica que “la mayoría de las veces se produce por la frustración de los pacientes con respecto al sistema sanitario, a la capacidad de resolución de sus problemas. La tardanza en las pruebas diagnósticas y en las citaciones generan mucho descontento y en último caso agresiones verbales e incluso físicas”, a lo que se suma “la impotencia de los acompañantes en los servicios de Urgencias para poder estar con sus familiares”.
El médico del Virgen de la Salud ha mostrado su testimonio, “he tenido varias agresiones”, pero destacaba la sufrida por parte de un paciente que simulaba un síndrome medular agudo, “que es una patología muy grave, tras realizarle muchas pruebas se demostró que era una simulación y reaccionó abalanzándose sobre mí, golpeándome y lesionándome, al igual que a la enfermera que me ayudó”.
Tipo de agresiones
El tipo de agresiones ha cambiado: una mayoría son verbales y han aparecido nuevas modalidades de amenazas e insultos a través de los servicios de consultas telefónicas, que denominamos ‘teleagresiones’, y requieren actuaciones urgentes. Además, hay muchas situaciones violentas que no acaban en denuncia y la mayoría de los centros de salud, por ejemplo, no cuentan con vigilantes de seguridad.
Las agresiones aumentan más en los centros de salud de la Atención Primaria, sobre todo, en los puntos de control de triaje (evaluación inicial de los pacientes), según datos de CSIF. Los pacientes y familiares pagan el enfado sobre el personal de la Sanidad debido al deterioro en la calidad asistencial por la falta de recursos (disminución de consultas, incremento de las listas de espera, posibles demoras, sobrecarga en la atención telefónica, etc).
Desde CSIF lanzamos la campaña ‘Stop agresiones en el ámbito sanitario. Por tu dignidad comunica la agresión’, en la que reivindicamos más protección para las plantillas y tolerancia cero frente a esta lacra.
Por todo ello, CSIF exige a las administraciones implicadas la dotación de personal de seguridad en los centros de Atención Primaria, con prioridad en los más conflictivos; campañas de concienciación entre la ciudadanía; inclusión de mensajes disuasorios en las líneas de atención telefónica del Servicio Público de Salud; instalación del Botón SOS contra las agresiones y recomendaciones para su uso en todos los centros de atención directa, sin excepción.
También es preciso abordar la actualización de los planes frente a las agresiones a los profesionales en los centros de trabajo, cambios normativos para endurecer las sanciones a los agresores y respaldo jurídico y apoyo psicológico a los profesionales que sufren agresiones.