El pueblo de Argamasilla de Alba, como es tradición desde hace muchos años y en esta ocasión a pesar de coincidir con las elecciones generales, celebró el último domingo del mes de abril la romería en honor a su patrona la Virgen de Peñarroya, un día en el que los argamasilleros y argamasilleras trasladaron la imagen desde su santuario, en el Castillo de Peñarroya, hasta la parroquia de la localidad dedicada a San Juan Bautista.
Después de una Semana Santa pasada por agua, el buen tiempo hizo su aparición para la romería, una situación que animó a los vecinos y vecinas de Argamasilla de Alba y localidades vecinas a desplazarse al privilegiado entorno del Castillo de Peñarroya, unos con las viandas ya preparadas para degustarlas bajo el extenso pinar próximo a la edificación medieval, y otros para hacerlo en alguna de las tascas.
Tras una intensa mañana, algunos y algunas incluso desde la noche anterior, a las 16.30 h. las campanas de la ermita anunciaban la salida de la imagen a hombros de diez porteadores para hacer una parada en el humilladero, muy próximo a la ermita, donde la imagen se despidió del que ha sido su hogar desde el mes de enero, e inició a pie los más de 12 km. que la separaban de Argamasilla de Alba.
En torno a las 19.30 la imagen llegaba a las puertas de la localidad donde era recibida por las máximas autoridades municipales, y al frente el alcalde, Pedro Ángel Jiménez, junto al párroco local Ángel Almansa, además de los hermanos de la Virgen, entre ellos el Hermano Mayor, Cristóbal Jiménez, y la Agrupación Musical “Maestro Martín Díaz” que puso la alegría musical en el recorrido por la localidad.
Finalmente, una vez terminado el desfile de los romeros ante la imagen a las puertas de la iglesia, la Virgen de Peñarroya hacia entrada en el templo al son del himno de España interpretado por la Maestro Martín Díaz, tras el que se sucedieron fervientes vivas a la virgen, a su hijo “¡¡y a los que la han traído!!”