El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado hoy que está esperando a que Cospedal tenga “un gesto de dignidad política” y pida disculpas “a los cientos de interinos y a sus familias” a los que despidió en agosto en de 2012 y a los que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la región ahora obliga a readmitir. Ha dicho que el Gobierno autonómico “mintió, engañó e insultó a los interinos y a sus familias, y ahora lo mínimo que debería ocurrir es que esta sentencia del TSJ tuviera consecuencias y provocara el ceses de los responsables” del problema.
García-Page se pronunciaba de esta manera esta mañana, en Toledo, a preguntas de los medios de comunicación en una comparecencia en la que se ha referido a informaciones publicadas esta mañana en varios medios de comunicación. En esas informaciones, se señalaba que, durante el juicio ganado por los trabajadores despedidos, el director general de Función Pública del Gobierno de Cospedal había reconocido que esos despidos habían sido firmados y la orden de su publicación en el Diario Oficial había sido dada antes incluso de sentarse a negociar esos mismos despidos con los sindicatos.
A este respecto, Page se mostraba “sorprendido” ante las manifestaciones del director general en el juicio oral ante el TSJ, y añadía que “firmar documentos públicos de la manera en la que el director general dijo en el tribunal que se habían firmado puede tener un alcance legal que yo ahora no voy a prejuzgar”.
Además, el líder de los socialistas de Castilla-La Mancha insistía en que las informaciones conocidas hoy “son el reconocimiento evidente de que muchos miembros del Gobierno mintieron con el descaro que solo tiene la escuela Cospedal, que dice que no se puede mentir menos de siete veces por semana”.
A este respecto, recordaba García-Page que, durante el verano de 2012, fueron muchas las manifestaciones públicas del consejero y otros altos cargos de la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas en las que insistían que no se iba a despedir a nadie.