Generosas almas tomelloseras han querido honrarme con el noble y viejo oficio de Mantenedor de unas Fiestas que, como bien sabemos, no necesitan que nadie las mantenga porque se mantienen muy bien solas desde hace muchos años. Uno acepta este regalo como lo que es: una fina gentileza manchega. Vaya, pues, por delante mi emocionada gratitud.
Y lo que son las cosas: el segundo pueblo que yo conocí, después del mío, fue Tomelloso. Aquí vine con 8 o 9 años, invitado por un amigo del colegio, paisano vuestro, y desde entonces han sido muchas las veces que este bendito pueblo me ha ido saliendo al paso. Lo he encontrado en libros diversos, y en poetas y en narradores y en artistas nacidos en esta tierra tan agraciada por las musas, y desde luego en uno de vuestros hijos más ilustres y queridos, Félix Grande, que este año ha emprendido su último viaje y que hoy descansa aquí, en el lugar que más amó en su vida. Félix hablaba y escribía tanto y tan hermosamente de Tomelloso, que uno se contagiaba por fuerza de su entusiasmo y su emoción. Inevitablemente, las Fiestas de este año transcurrirán bajo el signo de su triste ausencia, pero también del gozoso recuerdo de su persona y de su obra. Así que uno viene a festejar el maravilloso mundo de las letras, pero también a recordar al amigo y al escritor irrepetibles. Nos tomaremos una gota, brindaremos por él, y luego, cuando pasen estos días, seguiremos fieles al vino y a los versos, para que las Fiestas, secretamente, nos duren todo el año.
Salud, amigos, gracias de corazón, y hasta pronto.
Luis Landero (Alburquerque, Badajoz, 1948) se licenció en filología hispánica por la Universidad Complutense, ha enseñado literatura en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y fue profesor invitado en la Universidad de Yale (Estados Unidos). Se dio a conocer con Juegos de la edad tardía en 1989 (Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa 1990), novela a la que siguieron Caballeros de fortuna (1994), El mágico aprendiz (1998), El guitarrista (2002), Hoy, Júpiter (2007, XV Premio Arcebispo Juan de San Clemente), Retrato de un hombre inmaduro (2010) y Absolución (2012), todas ellas publicadas por Tusquets Editores. Ha escrito además el emotivo ensayo literario Entre líneas; el cuento o la vida (2000), y ha agrupado sus piezas cortas en ¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004).
Sus obras han sido traducidas a varias lenguas. Luis Landero es ya, uno de los nombres esenciales de la narrativa española.