Si hay un vínculo entre dos personas, es importante comprender y respetar a la otra parte. Si de verdad no tienes ganas porque física o emocionalmente, te sientes incapaz de responder, tienes que expresar tu opinión. Pero comunícalo con amor y no con rechazo.
Un enfoque negativo de un problema vital para una de las partes, genera en ella, una actitud defensiva y de resentimiento que puede ir minando la relación de ambos. La característica de los enfoques negativos son el miedo, la desesperanza o la ignorancia. En su forma más paralizante el miedo se expresa en la negación de que exista problema alguno, o en la negativa a enfrentar el problema incluso después de éste se haya hecho evidente. Nadie está tan asustado como el que no quiere admitir que tiene miedo. A estas personas no se las puede ayudar porque no buscan ayuda.
El ejemplo perfecto es el de una persona que se ha creado una imagen de sí mismo, hacia la que no se permite fallar, a pesar de tener frecuentes dificultades en el ámbito sexual. Su curación está en aceptarse a sí mismo como realmente es, aceptar que puede fallar como todo el mundo y que a partir de reconocer este hecho, ya puede afrontar la necesidad de aprender a manejar mejor sus tensiones emocionales.
Cuanto más se acentúa la calma y la confianza en sí misma de esta persona, sintiendo que puede controlar sus tensiones emocionales, tanto mejor le va a responder su cuerpo. Pero para ello tiene que aceptar el problema que tiene previamente.
No desear tener relaciones sexuales ocasionalmente es perfectamente natural, lo mismo que hay veces que uno no tiene hambre.
NO ES LO QUE SE DIGA, ES CÓMO SE DIGA
Es importante que tengamos la libertad para expresar nuestros deseos, al igual que también podemos hacerlo con nuestras necesidades. Cada uno de vosotros debe sentirse libre para acercarse al otro y expresar su deseo físico y expresarlo. Y sólo es posible alcanzar esa libertad si ambos miembros de la pareja confían en que, sea quien fuere el que inicia la aproximación sexual, el otro le responderá con amor. Escuchándolo, tocándolo, abrazándolo, aún en el caso en que la invitación al contacto sexual haya de ser declinada por razones personales. Y declinarla no con fastidio ni enfado, sino con tierna consideración.
La expresión sexual se da como una variedad de comportamientos muy amplia. Significa por ejemplo, acercarse apenas para tocar, para compartir un estado de ánimo. Significa disfrutar de las sensaciones sexuales del momento sin convertirlas necesariamente en una invitación o una orden.
Armonizar en una pareja, significa también percibir cuándo el estado de ánimo es propicio para dar un paso más, y entonces uno debe sentirse libre de reaccionar de la manera que mejor le cuadre. De poder decir: “Esta vez estoy dispuesto a todo”, o de no decirlo siquiera y sentirlo simplemente. O de si las cosas no funcionan, comunicarlo con tranquilidad y afecto.
CONVERSAR SOBRE LA RELACIÓN
Aunque esperéis a un momento después para conversar, eso ayuda a compartir la experiencia. No tenéis que intelectualizar interminablemente las cosas, pero una breve comunicación que le describa a tu pareja qué fue lo que sentiste, le ayudará a establecer la asociación con lo que él/ella mismo/a sintió y observó. Y es posible que para la vez siguiente su sensibilidad esté más afinada, que perciba mejor tus reacciones y sepa lo que necesita saber.
HAY COSAS QUE EXCITAN A UNOS Y OTRAS A OTROS. EL SISTEMA SEXUAL DE VALORES
Para una persona es posible que sentirse tocada sea la experiencia más erótica imaginable, sin embargo para otra lo serán las palabras o la imagen erótica de su pareja.
Este conjunto de ideas sobre cómo debe ser todo, cómo debe ser el momento, el lugar, el estado de ánimo, las palabras que se usan, los gestos que se hacen, las mil y una pequeñas señales que, con o sin mediación del lenguaje, se envían entre sí una pareja, todo esto, conforma lo que Master y Johnson, llaman el sistema sexual de valores.
Cuando no conseguimos alcanzar placer, es importante revisar si nuestra relación está realizándose (o no) en el marco de nuestro individual sistema sexual de valores. Para esto es importante la comunicación, pues facilita saber qué cosas son las que le gustan a mi pareja. A su vez me permite a mí expresar aquellas cosas que me resultan excitantes a mí.
GENTE QUE LE DA PRIORIDAD AL SEXO PERO QUE SE LO TOMA COMO UN TRABAJO DONDE TIENE QUE RENDIR
Una persona puede asignar una elevada prioridad al sexo, pero considerar el contacto sexual como si fuera también una tarea, “un trabajo” que hay que desempeñar y bien, y cuyos resultados son susceptibles de medición.
Por lo común, el sexo orientado hacia objetivos se autoanula, como resultado de una constante exigencia de lograr marcas y objetivos varios, esto puede bloquear la apreciación de lo que realmente está ocurriendo, y el interés sexual se puede acabar perdiendo.