El nuevo Gobierno de Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha tendrá siete consejerías y una vicepresidencia que ostentará José Luis Martínez Guijarro. Además, no existirán delegaciones provinciales por consejerías y sí una Delegación de la Junta que aglutine la coordinación provincial.
Así lo ha dado a conocer este domingo el presidente castellano-manchego, un día después de tomar posesión en el cargo, señalando que se trata de un equipo «muy renovado» y gente «muy preparada» en su ámbito, que no ha ostentado antes cargos en un Gobierno regional a excepción de él mismo y Guijarro.
Así, la consejera de Economía, Empresa y Empleo será Patricia Franco; el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas Juan Alfonso Ruiz Molina; el consejero de Sanidad Jesús Fernández Sanz; y el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo.
Además, el presidente de Castilla-La Mancha ha indicado que la Consejería de Educación, Cultura y Deportes la ostentará Reyes Estévez; la de Fomento Elena de la Cruz; y la de Buenestar Social Aurelia Sánchez Navarro.
Todos ellos comparecerán en las Cortes regionales en los próximos días para dar cuenta de su patrimonio, de sus intereses y de sus actividades.
Y, en cumplimiento de una de sus promesas electorales, García-Page también ha confirmado que tanto los consejeros, como los futuros altos cargos de la administración regional, pagarán sus impuestos en Castilla-La Mancha. Además, ha avanzado ya desde el primer día su intención de que haya menos altos cargos y personal eventual de libre designación del que tenía nombrado el anterior equipo.
En su comparecencia de por la mañana, en Toledo, ante los medios de comunicación, El Presidente ha asegurado que viene hablando con mucha gente, “incluso antes de la campaña electoral”, para conformar este gabinete.
Un Gobierno regional que tendrá tareas urgentes que pondrá el propio Emiliano García-Page. Entre ellas, la reunión, el próximo miércoles, del Consejo de Política Fiscal y Financiera, o la reunión que una mayoría de comunidades autónomas solicitarán para pedirle al Ministerio de Educación la paralización de la polémica LOMCE.
Pero también, y al mismo tiempo, atender a las necesidades de muchos niños que no tienen garantizada una comida si no es en los comedores escolares, o revisar el plan del anterior Gobierno de Cospedal sobre el número de camas que se iban a cerrar esta verano en los hospitales de la Sanidad Pública de la región.