El Hospital Nacional de Parapléjicos, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), acogerá, el próximo día 17 de octubre, un curso de natación aplicada a personas con discapacidad, organizado por su Fundación y la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Bajo el título “Metodología de enseñanza en personas con discapacidad física en el ámbito de la natación”, este curso tiene como objetivo formar a sus alumnos en las técnicas que han de aplicarse para trabajar con personas con discapacidad en el medio acuático, así como dar a conocer las diferentes disciplinas y estilos en natación que aportan mayores beneficios para este colectivo.
Con un total de 30 alumnos inscritos, el curso será impartido por el profesor de Ciencias del Deporte de la Universidad Europea de Madrid, Juan Vázquez, y constará de tres horas teóricas y siete horas prácticas, que se desarrollarán en la piscina del Hospital Nacional de Parapléjicos y durante las cuales se darán a conocer a los alumnos las nuevas metodologías que se están aplicando en el ámbito de la natación para personas con movilidad reducida.
Becas para alumnos de la UCLM
Desde la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos y en base al convenio de colaboración que tiene dicho centro sanitario con la Universidad de Castilla-La Mancha, se han concedido becas para esta formación a los once alumnos de Ciencias del Deporte inscritos que realizarán sus prácticas del curso académico 2015-2016 en dicho Hospital.
En este sentido, el importe de estas becas proviene de la carrera “Ponle Freno”, una iniciativa del grupo Atresmedia a través de la cual se donó el total de la recaudación de dicha carrera popular a la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos, para la promoción del deporte adaptado.
Beneficios de la natación
La natación es uno de los deportes que más beneficios aporta a las personas con discapacidad física. Con esta práctica se potencia y fortalece la musculatura del tronco y del cuello y se consigue mejorar la flexibilidad de las articulaciones y de la columna.
Además, debido a la falta de gravedad dentro del agua, los ejercicios resultan mucho más fáciles de practicar para las personas con movilidad reducida, lo que favorece su independencia y mejora su autoestima.