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sábado, 21 diciembre
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Transcurre sin incidencias la procesión de “Las Turbas”

Las Turbas

La procesión Camino del Calvario de Cuenca, que este año celebra su IV centenario, ha recorrido las principales calles de la ciudad castellano-manchega durante siete horas desde la madrugada de este Viernes Santo en un desfile que ha estado marcado por la ausencia de incidencias significativas, según ha explicado el alcalde de la capital conquense, Ángel Mariscal.

El regidor conquense ha estado presente en la salida de la procesión desde la Iglesia de El Salvador, que se producía a las 5.28 horas de esta madrugada y a la que, entre otros representantes políticos, también ha estado presente el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page o el vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro.

En declaraciones a los medios de comunicación previas a la entrada de la cabecera de la procesión a la Plaza Mayor de Cuenca, Mariscal ha calificado dicha salida de «espectacular, como siempre», y ha añadido que ha habido un 100 por cien de ocupación hotelera y que es «un muy buen dato que hay que celebrar».

Entre las incidencias, el primer edil conquense ha destacado cinco intoxicaciones etílicas y tres avisos por ruidos, pero «nada más digno de reseñar» excepto el buen tiempo y el «entusiasmo de la gente».

CRECIENDO EN PARTICIPACIÓN

Torre de Gazate Airén

El presidente de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca, de interés turístico internacional, Jorge Sánchez Albendea, se ha mostrado «satisfecho» acerca de cómo ha transcurrido el desfile y ha considerado «asombroso que sigamos creciendo en participación».

«Era un año en el que la Semana Santa de Cuenca no debía fallar por la efeméride que era», ha admitido Sánchez Albendea, quien ha aseverado que la Semana de Pasión conquense «no va a sacar la matrícula de honor como el año pasado»

Una celebración religiosa a la que, como cada año, los turbos han llenado de colorido y del sonido del clarín y el tambor rememorando la «piadosa y popular burla de la que fue objeto Jesús cuando iba camino del Calvario para ser crucificado».

Así rezan los estatutos del grupo turbas, que, desde el año 1860, acompañan al conocido popularmente como Jesús de las seis y lo hacen, según el manual del buen turbo, «sin empujar ni estorbar y respetando siempre la procesión» y desfilando siempre delante del guión del Jesús, del que le separa un cordón de seguridad.

En cuanto a los momentos más emotivos de la noche, junto a la apertura de las puertas y la salida de las tres hermandades y los cinco pasos que integran el desfile, que han sido recibidos por una ensordecedora clariná y que se ha producido sin mayores dificultades a pesar de las miles de personas que se agolpaban en los aledaños de la Iglesia de El Salvador, también ha sido digno de mención el homenaje de los herreros de la puerta de Valencia a Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín, a la que, a unos 150 metros de la entrada del templo, le han dedicado un motete.

LA ENTRADA A LA PLAZA MAYOR

La entrada a la Plaza Mayor, abarrotada de público, se ha producido sobre las diez de esta mañana y ya de regreso al templo, la interpretación del tradicional Miserere en la escalinata de San Felipe Neri a cargo del coro del Conservatorio se ha producido pasadas las once de la mañana, interpretación durante la cual los turbos hacen callar sus desafinados clarines y sus roncos tambores y que solo es interrumpida al final por el estruendo de júbilo.

Como actos significativos de esta edición de 2016, el Jesús se ha girado y la procesión se ha detenido en varios momentos, entre ellos, en el instante en el que el guión del San Juan ha alcanzado la Plaza de Cánovas y los dos hermanos mayores de cada una de las tres hermandades han presidido el descubrimiento de una placa conmemorativa del IV centenario en el mismo lugar donde nació la procesión.

También ante el monumento a las turbas, donde han homenajeado a Lucas Aledón y José Miguel Hernansaiz, así como en la Plaza Mayor y en el transcurso del canto del Miserere, en recuerdo de dos hermanos mayores fallecidos este año.

El dispositivo de seguridad ha estado integrado por más de 300 personas que ha funcionado «correctamente y a la perfección», según el concejal delegado del área de Seguridad, Pedro José García Hidalgo.

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