Si Tomelloso puede presumir de algo es de iniciativa, emprendimiento y no arredrase ante nada. Así, tras el anuncio por parte del Gobierno de la nación de que se iba a revisar la posibilidad de que la Península Ibérica regresase al huso horario de Londres, Lisboa o Tenerife, la ciudad manchega ha querido ser la primera en hacerlo.
Según ha podido saber este periódico la iniciativa partió desde un desconocido y oscuro negociado de las Casas Consistoriales, el departamento del Tiempo. El técnico del área, Segismundo Duward, echó mano de un privilegio concedido a la villa del Tomelloso en su carta de independencia que le permite “ser dueña de su tiempo y hora”.
Tras pasar las comisiones ad-hoc y como cumplidamente dio cuenta enTomelloso.com en el pasado Pleno, el correspondiente al mes de diciembre, celebrado el día 22, los ediles aprobaron por unanimidad el cambio de horario. De esa forma, Tomelloso da fin a una anomalía que nuestra ibérica península viene arrastrando desde los años 40 del siglo pasado.
El único inconveniente (según se mire) será que los tomellosanos celebrarán dos veces la nochevieja, ya que cuando den las doce habrá que retrasar los relojes a la once. Una hora después volverán a sonar las campanadas de la medianoche y retornaremos a despachar las doce reglamentarias uvas.
Estamos expectantes por ver que localidades de nuestra comarca se suman a esta iniciativa, coherente, higiénica y moderna que pondrá a Tomelloso en el sitio que le corresponde, al lado del meridiano cero, el único que tiene nombre propio: Greenwich.