El Servicio de Salud de Castilla la Mancha (Sescam) indemnizará con 105.000 euros a la familia de una mujer, P.D.L., de 42 años, que falleció por «mala praxis» en una histeroscopia realizada en el Hospital de Tomelloso (Ciudad Real).
Así se refleja en la resolución del Sescam sobre este caso que ha sido tramitado por los servicios jurídicos de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’ y en la que se estima totalmente la reclamación, reconoce su propia responsabilidad y acuerda indemnizar a la madre y hermano de la fallecida, ha informado la Asociación en nota de prensa.
P.D.L. acudió el 6 de agosto de 2015 al Hospital de Tomelloso para someterse a una histeroscopia quirúrgica para extirparle unos pólipos endometriales que llevó a cabo una ginecóloga (M. F.) del centro sanitario quien, tras finalizarla, comunicó que había resultado bastante dificultosa por la cantidad de pólipos encontrados.
No obstante, decidió facilitar el alta de la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria-Ginecología a la paciente en ese mismo día para que continuara con los cuidados en su domicilio, aunque no llegó a salir del hospital dado que la evolución posterior a la intervención no fue satisfactoria.
La paciente comenzó a desarrollar epigastralgia y distensión abdominal acompañada de náuseas y sudoración por lo que se decidió su ingreso en la planta de hospitalización de Ginecología y su valoración por el Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo, ya que esta evolución no es común después de realizar una histeroscopia.
Un TAC reveló la existencia de varias perforaciones por lo que se decidió reintervenir a la paciente, a la que hallaron una perforación de útero, una lesión en pedículo y ovario derecho y tres lesiones a nivel de intestino.
En el postoperatorio la paciente entró en situación de shock que precisó intubación, conexión a ventilación mecánica y traslado urgente a la UCI del Hospital ‘La Mancha Centro’ de Alcázar de San Juan, donde ingresó con shock séptico, fracaso multiorgánico secundario a múltiples perforaciones uterinas/intestinales y otra lesión en uréter que había pasado desapercibida.
La mujer no logró recuperarse y falleció el 12 de agosto de 2015.
El letrado de los familiares, Álvaro Sardinero, ha explicado que todo fue ocasionado durante la histeroscopia que «se llevó a cabo sin la diligencia técnica debida y sin adoptar unas mínimas cautelas para evitar tal número de lesiones y perforaciones».
«Y, lo que es más importante, sin detectarlas y sin poner los medios para revisar la zona quirúrgica antes de decidir dar el alta a la paciente», ha concluido.