Los trabajadores de Panificadora de Tomelloso se volvieron a concentrar este miércoles, en esta ocasión en la puerta del Ayuntamiento y con la presencia y apoyo de la alcaldesa, Inmaculada Jiménez, para reclamar sus derechos. A un mes de la última reunión del consejo de administración de la empresa, en la que se acordó y anunció la tramitación de un ERE con carácter extintivo, no solo no se ha llevado a cabo, “se han deshecho” las decisiones tomados entonces.
Los empleados exigieron a la empresa que tome las medidas oportunas, con la mayor celeridad, para dar una solución definitiva, que sea beneficiosa para los empleados y que arregle la dramática situación por la que atraviesan.
David Vera, responsable de CCOO-Industria en la provincia de Ciudad Real, explicó a los medios durante la concentración que de los administradores que se nombraron en la reunión de 5 de mayo uno ha renunciado. Al tratarse con una empresa con el órgano de dirección colegiada, el administrador que ha quedado no puede tramitar en solitario el ERE. A la vez, explicó, Vera, la abogada que asesoraba legalmente a Panificadora ha dejado de prestar sus servicios a la compañía.
Por tanto, los trabajadores llevan desde el 22 marzo, cuando Sanidad precintó las instalaciones de Panificadora de Tomelloso, están sin cobrar además de que muchos de ellos llevaban cinco o seis meses sin recibir el importe de la nómina. Los meses van pasando, manifestaba David Vera, y la situación se va agravando para los trabajadores “porque al final acabarán en el FOGASA y no cobrarán más de cuatro meses”. Vera mostró su convencimiento de que la empresa no va a tramitar el ERE y anunció que los trabajadores han tomado acciones judiciales contra la empresa.
Inmaculada Jiménez, por su parte, recordó que hace meses recibió a los trabajadores de Panificadora de Tomelloso que le expusieron sus problemas a raíz del cierro por parte de Sanidad de las instalaciones de la empresa. La alcaldesa de Tomelloso mostró todo su apoyo a los trabajadores y a sus familias que “son quienes lo están pasando terriblemente mal en estos momentos”. Inmaculada Jiménez explicó que los empleados se encuentran en un limbo legal en el que, además de llevar muchos meses sin cobrar, atravesando situaciones precarias personales y familiares. A día de hoy todavía no han sido despedidos, ni están cobrando, sin percibir ninguna ayuda ni ingreso y “los recibos no perdonan”.
La alcaldesa explico que desde el Ayuntamiento poco se puede hacer, no obstante reitero el apoyo del Consistorio, además del acompañamiento y asesoramiento que “esté en nuestras manos”.