La feria de Tomelloso regala momentos inolvidables (y eso que aún no ha empezado), y uno de ellos tuvo lugar este fin de semana en el Estadio Paco Gálvez, donde cientos de personas se dieron cita para disfrutar del concierto de Omar Montes, uno de los platos fuertes del cartel. En esta nueva entrega de Tomelloso Opina, Víctor Caro se coló entre el público para recoger las impresiones, emociones y anécdotas de una noche cargada de ritmo, alegría y… muchas sevillanas.
Desde primeras horas de la noche, los alrededores del estadio se llenaron de grupos de amigos, familias y fans incondicionales del cantante de Pan Bendito. «La verdad que me flipa», decía una joven llegada desde Madrid, quien confesaba que su canción favorita es Besito al bebé. Otros, como Carmen, se mostraban algo escépticos antes de empezar el concierto: «Creo que va a ser un poquito flojo… no hay mucha gente». Pero pronto se demostró lo contrario: el recinto se llenó y el estadio coreando una y otra vez el ya mítico Tengo una amiga en Sevilla.
Hubo tiempo para todo: bromas entre hermanos, primeras filas entregadas y hasta bailes improvisados a ritmo de La Sevillana, sin duda el tema más coreado por el público. “Yo he venido porque ya lo vi en el Zebra y me encantó”, decía otro asistente desde Herencia. La conexión entre el artista y el público fue total.
Pero el momento más especial llegó por fin, cuando Víctor Caro pudo charlar con el propio Omar Montes, quien sorprendió recordando que ya actuó en Tomelloso hace años: “La primera vez que vine aquí canté en un bar para tres personas. Era 2014 y vine con mi primo El Moro Juan. Aunque solo fueron tres, lo pasamos genial”. El artista, se mostró cercano y bromista.
La feria continúa, pero este concierto de Omar Montes se recordará como uno de los más animados y emotivos. Como decía una vecina, “Tomelloso lo acoge todo con alegría. Y cuando la feria se vive así, con buena música y buena gente, no se puede pedir más”.




