El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, da por hecho que si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado que el Partido Popular juega con las cartas marcadas en su labor de oposición, con ayuda de algunos jueces, «es porque puede demostrarlo» ya que lo contrario, a su juicio, sería una «ceremonia» del «bulo para arriba, bulo para abajo».
«Otra cosa es lo que uno piense» o «lo que uno pueda intuir», pero cuando se realiza un comentario así «supongo que irá soportado con pruebas», ha asumido.
Preguntado por si cree que existe una campaña judicial contra Sánchez a través de su esposa, Begoña Gómez, el socialista castellanomanchego ha apuntado que no podría entrar en un análisis de esa naturaleza «sin más información». «Me temo que nadie puede llegar a tener ese tipo de información porque, de lo contrario, estaría obligado, con el más mínimo indicio de tenerla, a presentar una denuncia».
«Yo no sé lo que pueda pensar cada juez, la ideología que pueda tener, la que pueden tener los fiscales. El problema es que cada uno tiene que cumplir con lo que la ley le dice», ha apuntado, antes de recordar que el Consejo General del Poder Judicial lo ha pactado el Gobierno con el PP.
CASO KOLDO
De otro lado, sobre el ‘caso Koldo’, a raíz del cual comparece este jueves del exministro de Transportes José Luis Ábalos en el Tribunal Supremo, García-Page ha admitido que la «preocupación» en el PSOE «debe ser importante». «Yo la tengo, desde luego, y supongo que la tiene toda la organización, aunque solo sea por la crisis reputacional y de credibilidad que supone un caso de esta naturaleza».
«Evidentemente no estamos hablando de una actuación solo particular, sino de una actuación grupal», ha destacado, recordando que ahora se está sustanciando la fase de investigación, «de manera que esto no ha hecho nada más que empezar».
En su opinión, la impresión que trasladan los medios de comunicación «es que hay materia» y por eso deduce «que el juez va a seguir, va a seguir estudiando, porque además está obligado a hacerlo en el momento que hay denuncias».
De hecho, ha añadido que «la prueba más evidente de que el tema tiene miga es que en 24 horas el propio partido, el PSOE, pidió el acta (a Ábalos) que es lo más importante que se le puede pedir a un diputado» y como no la obtuvo «se le expulsó del partido, aunque sea temporalmente».
«Cuando a la primera de cambio a alguien se le está pidiendo que se vaya del partido es porque evidentemente se intuye o se da por hecho que los indicios que existen sobre la mesa son graves. A partir de ahí, si alguien no se quiere preocupar pues tiene un problema sinceramente».
No obstante, Emiliano García-Page ha rechazado que esta situación alcance «ni al presidente del Gobierno ni a otros miembros del Gobierno».