El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha advertido este lunes de que la región se negará a que, sobre la financiación autonómica, «alguien pueda tener no ya las llaves de la caja común, sino ni siquiera una copia de las llaves de la caja común».
García-Page ha expresado de este modo la postura de la comunidad autónoma este lunes, antes de que comenzara la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se celebra en Madrid, un encuentro «importante» en el que se hablarán de «las cosas de verdad, de las cosas de comer».
Así, durante la inauguración de las obras de renovación del Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara (Toledo), ha querido «dejar claro» cuál es la posición de Castilla-La Mancha sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, que a su juicio debe pasar por una financiación justa, que no es lo mismo que solidaria.
«Hablo de la redistribución, de la justicia, lo mismo que algunos se plantean imponer la solidaridad, lo que es una cosa contradictoria, porque no sé como puede casar la solidaridad y la obligatoriedad», ha reflexionado el presidente castellanomanchego, que ha considerado que nadie debe dejarse llevar por «los cuentos de las cuentas».
En este sentido, ha advertido de que Castilla-La Mancha va a estar «muy vigilante y muy firme» en la defensa del interés general.
«En el país, tenemos claro quiénes se quieren quedar con las llaves de la caja, quienes quieren las llaves de la caja común. Pero lo denunciaremos y nos negaremos a que alguien pueda tener no ya las llaves de la caja común, sino ni siquiera una copa de las llaves de la caja común», ha alertado García-Page, que ha pedido a las comunidades autónomas respeto mutuo, porque todas defienden los intereses de sus ciudadanos.
En este sentido, se ha mostrado consciente de que «seguramente todas las comunidades autónomas, también Cataluña», y también Castilla-La Mancha, necesitan más financiación ya que crecen los servicios públicos y las demandas de las ciudadanía, más si se tiene en cuenta que el 90 por ciento de las «preocupaciones de la ciudadanía», como la sanidad, la educación o los servicios sociales con competencias autonómicas.
Por ello, y tras recalcar que los problemas cotidianos de los ciudadanos son los mismos «aquí que allí», ha pedido «no caer en la trampa» de pensar que los territorios pagan impuestos, pues ha subrayado que quien los paga son las personas y las empresas.
Y ha defendido la idea de que «tiene que pagar más impuestos quien tiene más», de forma que «si alguno se queja de pagar mucho es porque tiene mucho más que los demás» y ha añadido: «Esa línea no la puede cruzar nadie».
En cualquier caso, ha afirmado que afronta el debate de la financiación autonómica «con mucha serenidad», pues ha recordado que el actual modelo lleva diez años caducado y que la región lleva «diez años aguantando pacientemente a que alguien se siente a la misma mesa», en alusión a Cataluña.
Así, ha incidido en que el nuevo sistema de financiación autonómica lleva diez años de retraso por falta de consenso político y ha confiado en que no haya que seguir esperando «o peor aún, que para no esperar más, se haga un mal sistema de financiación, o uno injusto».