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Castilla-La Mancha cerró 2023 con un déficit de 566 millones de euros, el 1,12 % de su PIB

Los ingresos tributarios crecieron un 6,4 %, hasta 271.935 millones, con un incremento del 9,9 % en IRPF y del 9 % en Sociedades

Castilla-La Mancha cerró 2023 con un déficit de 566 millones de euros, equivalente al 1,12 por ciento de su PIB, según el avance de datos de ejecución presupuestaria de las administraciones públicas expuesto este jueves en rueda de prensa por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Al igual que Castilla-La mancha otras once comunidades autónomas registraron déficit al cierre del pasado año: Aragón (-0,82 %), Castilla y León (-0,69 %), Cataluña (-1,31 %), Andalucía (-1,13 %), Extremadura (-1,04 %), Galicia (-0,13 %), Comunidad de Madrid (-0,74 %), Murcia (-2,32 %), La Rioja (-0,48 %), Comunidad Valenciana (-2,45 %) y País Vasco (-0,08 %).

En cambio, hay cinco comunidades autónomas que registraron superávit en 2023; en concreto, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria y Navarra.

Los ingresos de las comunidades se elevaron un 5,8 %, hasta los 236.453 millones, mientras que los gastos se incrementaron un 4,6 %, hasta los 249.707 millones. Dentro de los ingresos, la recaudación por impuestos de las comunidades subió 13,4 %, aunque Montero ha advertido de que los tributos propios -como sucesiones y donaciones o patrimonio- han registrado una disminución de recaudación en torno a unos 1.500 millones de euros por, entre otros motivos, las rebajas fiscales llevadas a cabo por las comunidades.

DÉFICIT DEL ESTADO

El déficit del conjunto de las administraciones públicas (AAPP) cerró 2023 en el 3,66 % del PIB, por debajo del dato de 2022 (4,7 %), y se situó en 53.556 millones de euros, logrando mejorar el objetivo comprometido por el Gobierno con Bruselas (3,9 %).

La titular de Hacienda ha puesto en valor que la cifra confirmada este jueves refleja una mejora respecto a las estimaciones realizadas por analistas internacionales y nacionales por cuarto año consecutivo, así como por el propio el Gobierno, que fijó su objetivo para el conjunto del año en el 3,9 %.

Montero ha asegurado, además, que si se descontara el coste fiscal de unos 17.000 millones que en 2023 el Gobierno adoptó para mitigar el impacto de la inflación, el déficit del año pasado habría cerrado en el 2,5 % del PIB. Es decir, el porcentaje de saldo negativo más bajo que se registraba desde los años previos a la crisis financiera que comenzó en el año 2008.

Con todo, la responsable de Hacienda ha puesto en valor que el déficit público se ha reducido en 6,4 puntos desde el máximo que se alcanzó en 2020, tras el estallido de la pandemia. «Esta mejora del saldo fiscal se ha conseguido sin aplicar recorte alguno en los servicios públicos, sino todo lo contrario», ha subrayado la titular de Hacienda.

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De hecho, la ministra de Hacienda ha cifrado el esfuerzo fiscal del Estado para hacer frente a la pandemia y a las consecuencias de la guerra en Ucrania en 120.000 millones de euros, descontando avales y préstamos.

De cara a este ejercicio 2024, el Gobierno mantiene su previsión de que el déficit público baje al 3% del PIB, cumpliendo con el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea.

Por subsectores, la Administración Central volvió a ser quien más esfuerzos realizó en la reducción del déficit, según Montero. En concreto, pasó de un déficit del 3,1 % año 2022 al 2,1% en el año 2023, hasta 30.828 millones de euros, lo que implica mejorar la tasa de referencia prevista (2,9 %), asumiendo prácticamente la totalidad de la reducción global del déficit que se produjo en España en 2023.

Dentro de este subsector, los ingresos crecieron un 4,1 %, hasta los 289.486 millones de euros, mientras que los gasto se elevaron ligeramente, un 0,4 %, hasta los 320.314 millones. Dentro de los ingresos, la recaudación del Estado por impuestos creció un 5,3 %.

Por el contrario, Montero ha informado de que las comunidades autónomas han rebasado en tres décimas la tasa de referencia comprometida con Bruselas que se fijó en el plan presupuestario (0,6 %) y se desviaron al 0,9 %, hasta los 13.254 millones.

En el caso de los ayuntamientos, se registró en 2023 un déficit de 0,09 %, hasta los 1.263 millones de euros, mientras que los Fondos de la Seguridad Social mantienen su déficit en línea con las previsiones y se sitúa en el 0,56 % del PIB, con 8.211 millones de euros.

LOS INGRESOS TRIBUTARIOS CRECEN UN 6,4 %

En 2023, los ingresos tributarios crecieron un 6,4 %, hasta los 271.935 millones de euros, mientras que el gasto en consumo se incrementó apenas un 3,8 %, gracias a la caída de los precios energéticos por las rebajas en los impuestos especiales.

En general, estos ingresos ligados al gasto tuvieron un comportamiento similar al del ejercicio anterior por las reducciones de IVA tanto en alimentación como en energía. De hecho, de no ser por estos cambios normativos, los ingresos habrían contado con 3.342 millones adicionales, lo que habría supuesto un incremento de la recaudación del 7,8 %.

En el detalle de cada uno, los ingresos por IRPF alcanzaron los 120.280 millones, un 9,9 % más, mientras que en el Impuesto sobre Sociedades se recaudaron 35.060 millones de euros, un 9 % más que en 2022.

Este dato muestra que los beneficios empresariales se mantienen a un buen ritmo, al crecer por encima del 15 %, con un aumento notable de los pagos fraccionados. Todo ello en un contexto novedoso por la aplicación del tipo mínimo del 15 %, además de por la nueva normativa para los grupos en lo referido al cálculo de la base imponible.

EL IVA CRECE UN LIGERO 1,6 % POR LAS MEDIDAS EXTRAORDINARIAS

En lo que respecta al IVA, los ingresos crecieron un 1,6 %, a pesar de que el gasto sujeto al mismo se elevó un 7,4 %, lo que se explica por las rebajas de este impuesto sobre alimentos y energía, que ha provocado una merma recaudatoria de 4.300 millones.

Por su parte, los ingresos por Impuestos Especiales alcanzaron los 20.757 millones de euros, en línea con las previsiones para 2023. Con respecto a 2022, la recaudación aumentó en 533 millones, un 2,6 % más.

La mayor recaudación fue por hidrocarburos, con más de 12.000 millones, aunque solo aumentó un 0,6 %. Le siguieron las labores del tabaco, con más de 6.700 millones, aunque el crecimiento se concentró en las labores distintas de los cigarrillos. En cambio, el consumo de cigarrillos disminuyó casi un 5 %.

Los ingresos por alcohol cayeron un 7,2 %, debido al menor consumo de este tipo de bebidas. No ocurrió lo mismo con la cerveza, que se mantuvo en niveles similares a los de 2022, plásticos no reutilizables o carbón se situaron en cifras cercanas a las previsiones para el ejercicio.

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