Enfermeras de Castilla-La Mancha se han manifestado este viernes, 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de las Mujeres, convocadas por el sindicato de Enfermería, Satse, para pedir una reclasificación profesional justa y acabar con la discriminación que afirman que padecen.
Las concentraciones han tenido lugar en el Hospital General de Albacete; en el Hospital General de Ciudad Real, en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, en el Hospital Universitario de Guadalajara y en el Hospital Universitario de Toledo.
Ha sido a las puertas de este último centro sanitario donde las enfermeras se han concentrado tras una pancarta en la que se podía leer ‘Estamos hartas. ¡Hartas!’ y en la que han gritado ‘Grupo A ya’ y ‘Basta de discriminación’.
La secretaria provincial de Satse, Gema Torrejón, ha recordado a los medios que desde hace 14 años el Espacio Europeo de Educación Superior y el Plan Bolonia cambiaron los estudios universitarios, terminando con los licenciados y diplomados, haciendo que todas las titulaciones sean grados universitarios.
«Desde hace esos 14 años tenemos que seguir padeciendo la discriminación que existió cuando el grupo A, que era el de los grados universitarios, lo dividieron en A1 y en A2», ha dicho, para agregar que a las enfermeras las colocaron en el grupo A2, restando «muchas oportunidades».
En este sentido, ha concretado que no pueden acceder a puestos de alta dirección o que las retribuciones son «injustas» y están perdiendo dinero. «Pero, sobre todo, el liderazgo que nosotros ejercemos en el ámbito sanitario, al ser la principal fuerza laboral del sistema, no está siendo reconocido».
A ello ha añadido que el 85 por ciento de la plantilla son mujeres lo que, a su juicio, «carga» en sus espaldas «el estereotipo» su profesión. «Una función que hasta ahora ha estado muy ligada a ser mujer y creo que no han reconocido el valor que tiene, aportando prevención y promoción en la salud».
«Por eso hoy estamos aquí reclamando ese Grupo A, reclamando ese reconocimiento de lo que ya venimos haciendo desde siempre porque a pesar del esfuerzo que hicimos las enfermeras después del COVID, cuatro años después siguen incumpliendo promesas y pertenecemos a una clasificación profesional injusta», ha sostenido.
«ESTAMOS HARTAS»
También han dado lectura a un manifiesto que se ha leído en las concentraciones que se han producido por todo el país en el que han señalado que se han concentrado para «reivindicar lo que es justo». «Nosotras, las enfermeras, no podemos continuar siendo discriminadas en nuestro ámbito laboral».
«Estamos aquí para exigir respeto profesional, para decir que estamos hartas y que nos negamos a continuar durante más tiempo en esta situación. Exigimos un cambio estructural que nos valore y reconozca nuestra aportación vital a la sanidad. No aceptamos que nuestro esfuerzo y dedicación sean menospreciados», reza el manifiesto.
Asimismo, denuncia «el claro desinterés que tanto este Gobierno como otros anteriores han mostrado en resolver esta situación, perpetuada por la infravaloración y falta de reconocimiento histórica de los cuidados y, por tanto, de nuestra profesión. Una profesión que sufre la discriminación y el olvido, en parte, debido a su mayoría femenina, en parte, a su inquebrantable compromiso».