La Semana Santa en Castilla-La Mancha se vive con fervor, pero el compromiso y la devoción de sus participantes a menudo se ven acompañados por el dolor y las molestias físicas. El Colegio Oficial de Podología de Castilla-La Mancha (COPCLM) destaca la importancia de cuidar los pies durante estas celebraciones, proporcionando una serie de consejos para evitar lesiones graves.
«Después de las procesiones, muchas veces llegan las dolencias», explica un portavoz del COPCLM, resaltando los desafíos físicos a los que se enfrentan costaleros y penitentes. El exceso de peso, las largas horas de pie y los kilómetros recorridos cobran su tributo, afectando no solo la zona lumbar y cervical, sino también el resto del aparato locomotor.
Para mitigar estos efectos y prevenir problemas como calambres, hinchazón, hormigueo o varices, el COPCLM ofrece las siguientes recomendaciones en un decálogo de consejos útiles:
- Practicar alguna actividad física con regularidad para fortalecer el aparato locomotor y mejorar la resistencia.
- Asistir a una revisión podológica antes de las celebraciones para detectar y prevenir posibles problemas.
- Cuidar las posturas, manteniendo las rodillas ligeramente flexionadas y alternando el peso entre las piernas para evitar sobrecargas.
- Calentar y ejercitar la musculatura antes de salir de procesión para preparar el cuerpo para el esfuerzo físico.
- Usar calzado y ropa cómoda que faciliten la movilidad y no generen puntos de presión innecesarios.
- Hidratar adecuadamente los pies y las piernas para mantener la piel en buen estado y evitar heridas.
- El uso de medias de comprensión puede mejorar la posición corporal y aliviar las extremidades inferiores.
- Realizar estiramientos una vez finaliza el desfile procesional ayuda a prevenir la rigidez muscular y facilita la recuperación.
- Realizar baños de contraste alternando agua fría y tibia, utilizando jabones suaves y aplicando una crema hidratante después, para relajar los pies y las piernas.
- Acudir a una consulta con el podólogo si aparecen ampollas o lesiones, para determinar el mejor tratamiento y evitar riesgos de infecciones.
Estas medidas, enfocadas tanto a costaleros como a participantes y espectadores de las procesiones, buscan asegurar que la devoción de la Semana Santa no se vea empañada por el dolor o lesiones evitables. «Prevenir es mejor que curar», concluyen desde el Colegio Oficial de Podología de Castilla-La Mancha, recordando la importancia de un cuidado consciente de los pies durante estas intensas jornadas de fe y tradición.