Un total de 7.153 estudiantes ciegos o con discapacidad visual de toda España comenzarán estos días el nuevo curso escolar y prácticamente la totalidad de ellos lo harán matriculados en centros de enseñanza ordinarios, en un modelo de educación inclusiva con el apoyo de los equipos de atención educativa de la ONCE.
Durante este curso 2024/2025, de los 7.153 alumnos y alumnas ciegos y con discapacidad visual: 1.166 son de Educación Infantil; 1.487 de Educación Primaria; 1.125 de Educación Secundaria Obligatoria; 261 de Bachillerato; 457 de Formación Profesional; 715 de la Universidad; y 1.942 de otro tipo de enseñanzas.
Por comunidades autónomas, el censo se distribuye así: Andalucía, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con 1.733 estudiantes; Aragón, con 199; Asturias, con 137; Baleares, con 143; Canarias, con 251; Cantabria, con 66; Castilla-La Mancha, con 299; Castilla y León, con 353; Cataluña, con 1.162; Extremadura, con 150; Galicia, con 321; La Rioja, con 35; Comunidad de Madrid, con 1.057; Murcia, con 310; Navarra, con 93; País Vasco, con 137; y Comunidad Valenciana, con 707.
Para el apoyo de estos estudiantes, los equipos específicos de atención educativa cuentan con maestros y maestras, tanto de la ONCE como de la Administración, especializados en discapacidad visual, que acuden a los centros en los que se escolariza un alumno o alumna ciego o con baja visión, según ha informado la ONCE en un comunicado.
Asimismo, forman a la comunidad educativa en materia de discapacidad visual, asesoran al profesorado e intervienen directamente con los estudiantes y sus familias. En la actualidad, hay más de 400 de estos profesionales en todas las comunidades autónomas.
Además de docentes, los equipos específicos de atención educativa de la ONCE están formados por psicólogos, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación, instructores de tiflotecnología y braille, profesionales de la animación sociocultural o mediadores para el alumnado con sordoceguera.
LOS IDIOMAS, UNA MATERIA DE ESPECIAL DIFICULTAD
Según precisa la ONCE, uno de sus principales ámbitos de intervención en materia de educación es el apoyo en las áreas curriculares de especial dificultad, entre las cuales destaca el aprendizaje de idiomas, cuya dificultad más evidente es su carácter visual (apoyo en ilustraciones). Esto implica la puesta en marcha de mecanismos como verbalizar todo lo que ocurre y que llega por vía visual o generar materiales adaptados para que el alumnado pueda seguir las clases con normalidad.
Además, la diferencia entre la pronunciación oral y la presentación gráfica de las palabras, así como la signografía braille específica en algunas de las lenguas, son otras de las características que deben ser abordadas.
En este sentido, la ONCE cuenta con especialistas en el área de idiomas, en concreto en inglés, francés y lenguas clásicas, y cuyas funciones son las de dar formación y asesorar a otros profesionales, tanto de la ONCE como de la comunidad educativa, en las necesidades específicas del alumnado, dar apoyo a este alumnado y colaborar con entidades para que conozcan e implementen programas de idiomas basados en la accesibilidad universal.
La acción más intensiva que lleva a cabo la ONCE en este área son los programas de perfeccionamiento de idiomas que se desarrollan en verano, tanto en España como en el extranjero, destinados a alumnado con edades comprendidas entre 8 y 22 años. Este verano de 2024 han participado un total de 125 alumnos, de los cuales 120 son españoles y cinco proceden de otros países de la Unión Europea.
Por otro lado, la ONCE y el British Council llevan a cabo en los últimos años una colaboración destinada a mejorar el acceso al aprendizaje de idiomas por parte de las personas con ceguera y deficiencia visual grave que quieran estudiar en esta entidad.
Según Ana Llauradó, jefa del Departamento de Atención Educativa de la ONCE, «el aprendizaje de una segunda o tercera lengua es imprescindible dado el impacto que supone en el desarrollo educativo y profesional». «Por tanto, desde el Departamento de Atención Educativa de la ONCE debemos poner en marcha todos los recursos a nuestro alcance para proporcionar al alumnado con ceguera o deficiencia visual grave las estrategias de intervención que les permitan la formación más completa posible en esta área», ha subrayado.