spot_img
2.3 C
Tomelloso
sábado, 21 diciembre
spot_img

Pregón de la Semana Santa 2023 de Tomelloso, por Marcos Galván Vela

¡Gracias por permitirme el honor de dirigirme a ustedes en calidad de mensajero y a través de vuestro magno pregón de Semana Santa!

Este es para mí el momento del calendario que verdaderamente marca el nuevo año, la primavera de las emociones y sentimientos que afloran. El momento de fe, pero también de esfogar el fervor contenido que mana de mi corazón cofrade cuando comienza el olor a incienso en iglesias y casas de hermandad.

De las túnicas recién planchadas en el hogar… de las idas y venidas para desenvolver otro año más, ese preciado patrimonio que de nuevo sacamos a la calle para hacer llegar el mensaje y los misterios.

Yo digo que “mi cuerpo en Cuaresma lo recorren mariposas”, como cuando ese primer amor adolescente que despertó el reloj de vida que llevas dentro, pero este además con campanadas que no dejan repetirse año tras año por estas fechas en mente y corazón.

Amigas, amigos cofrades: reconocer que esas sensaciones son comunes, de norte a sur, este y oeste del país. Cada uno con su propia identidad, pero con el respeto y amor a la figura de Dios y a su hijo hecho hombre. “Al final algo que nos une a una colectividad entera de este país, donde todo está tan polarizado”…

Y sacamos las mejores galas, le ponemos a nuestro titulares exornos florales, cirios, exquisita orfebrería, los cubrimos con un palio de amor… porque algo nos dice en nuestro interior que ellos nos escuchan, nos guían, perdonan e interceden ante el señor, liberándonos del pecado y cruces que hemos acumulado a lo largo del año.

Quienes no están dentro lo pueden contemplar como una fiesta que atrae turismo y economía al lugar… ¡que también!

Pero desde templos y ermitas, y adentrándonos en los recorridos oficiales; para nosotros cada paso es una oración, cada levantá una plegaria a Dios por los enfermos, las víctimas de la guerra, los hermanos que peor lo están pasando… y cuando suena la música de las bandas “comenzamos la eterna chicotá que tras los adoquines del calvario sortea la muerte y nos lleva de nuevo a la vida”.

Y finalizada la estación de penitencia, llegamos, porque así estaba escrito de nuevo a la resurrección.

Yo comentaba en radio con Alejandro Ramírez, presidente de la Hermandad de la Virgen de las Viñas, “que más allá del propio Domingo de Resurrección y los días de Pascua, llegan las romerías como la de la madre, y representan el agradecimiento por reencontrarnos de nuevo con la vida.

Con esos campos ya en flor, y con la sensación de que la palabra del señor se ha cumplido, y nos llenamos todos de esa gloria al unísono”.

Déjenme decir: me siento muy identificado con este pueblo, cada vez que veo la imagen de la madre y “su niñete” . ¡Qué estampa tan familiar, tan entrañable y tomellosera!

Se me iluminan los ojos con los colores del amarillo y verde de vuestra bandera. Y como en la canción que este año le dedica Chemi el Choileja, desde mis adentros sale el quejío del Ayyy,Ayyy, “Pinilla cómo me has cambiado”…

Y por mi cabeza pasan las imágenes de tantos amigos queridos en este bendito pueblo: los Canuthi, mis compañeros de los medios como Pona, Miguel, Coso, Jesús, Carlos, Ana, Antonio, Paco y tanta buena gente. Rocío “la eterna bibliotecaria”. Fonseca su mujer e hija. El herenciano también adoptivo conocido de una academia local Ángel Fontecha (quien tanto me ha ayudado con el pregón), Quiñones… los antiguos compañeros de Tom Pak y Alces Pak, los de Surco, en mis primeros días de radio.

¡A todos los llevo en mis bendiciones y quiero que sea este pregón la rúbrica de mis buenos y cristianos sentimientos hacia ellos!

“El tiempo me ha confirmado que quien tiene un amigo en Tomelloso tiene un tesoro”… y que se aguanten alguno de mis paisanos, y pasen envidia quienes no puedan presumir de ello, y sólo hacen demagogia con las rencillas y malas relaciones entre pueblos, más de la España Profunda, que de este tiempo presente.

La Mancha es tierra de ángeles, pero también de demonios… y yo quiero rezar por ambos.

Los primeros tienen ya ganado el reino de los cielos, pero para los segundos mi corazón de creyente siempre les tiene guardado un hemisferio para el perdón.

¡Mi corazón “abulta” junto a vosotros!…no os digo más

Bien… y tras esta pequeña licencia, regresemos a vuestra Semana Santa.

Relativamente joven, y por tanto todavía con mucho camino por recorrer, pero sin desmerecer en patrimonio, bella factura de algunas imágenes, y un enorme pueblo detrás, donde cada parroquia y barrio pone su propia impronta, traduciéndolo también en vuestras respectivas procesiones y titulares de pasión.

Manuel Ruiz y Emilio Navarro, me llevaron de la mano la Cuaresma de 2022 por vuestros rincones cofrades, y aunque no todos estaban abiertos, me llevé la buena sensación de esos hermanos-hermanas, unos veteranos otros más jóvenes, que en definitiva sumáis para enaltecer la Semana Santa, sabiendo que todavía hay se puede avanzar…

Cierto es que no tenéis una programación y contenido con la extensión de otras comunidades religiosas y cofrades que han alcanzado el Interés Turístico Regional, Nacional e Internacional, pero “Roma no se hizo en un día”, y al final la fe, el amor y el compromiso en algo tan personal y sentido no se puede provocar artificialmente. Yo digo “que más vale en este mundillo poco y bueno, que mucho y mediocre”… y aquí hay sin duda calidad.

Y tenéis que ponerlo en valor en vuestras respectivas parroquias: Asunción, Los Ángeles, San Pedro, Santo Tomas de Villanueva… y a ver si con el tiempo la Sagrada Familia, además del San Juan Obrero incorpora alguna otra imagen de pasión, y se une firmemente al movimiento.

También están vuestras casas de hermandad. Lugares por los que se extiende la luz de Dios, iluminando vuestras plegarias y acuerdos más personales.

En cuanto a procesiones, este año crecemos, sumamos hasta 7 en la calle (como las 7 palabras del señor), con la incorporación de “La Presentación” en la madrugada del Viernes Santo, con salida de la Casa de Hermandad de Jesús de Medinaceli.

Bernardo, Andrés… junto a vuestras hermanas y hermanos, ¡qué grandes sois!

Aquí tampoco falta ese besapies o reverencia al principio de la Cuaresma que aúna la devoción de todo el pueblo… “me cuentan desde los tiempos de Don Matías, antiguo párroco”.

Mira que todos los Medinaceli tienen tirón en cada localidad, pero vosotros además os habéis ganado el respeto de las principales hermandades de este cristo moreno en media España, gracias a vuestro reciente congreso.

Me consta que hacéis un trabajo encomiable para salvaguardar e incrementar vuestro patrimonio, sabiéndolo además comunicar y proyectar, que esta una asignatura que todos los hermanos mayores deberían llevar a gala como hacéis vosotros.

Andrés Diaz Aliaga, además brillante pregonero del pasado año, que me ha dejado por cierto el listón tan alto…

”Qué cabría esperar de un empleado de banca en Madrid, que con sólo 17 años lo dejaba todo en la capital llegado el Miércoles Santo para vestir, acariciar, estar estos días, y en cualquier otro momento junto a su Medinaceli”.

Y Bernardo Castillo Gutiérrez… cuanto ímpetu para levantar entre todos vuestra nueva y céntrica casa de hermandad, y qué bendición os donó Emilio Burillo Cepeda, en agradecimiento a que su hijo regresara sano y salvo de la guerra.

“Él no quiso hablar ni de precios, ni de autor, quería la más bella imagen vestida con el más caro terciopelo de Lión, y aunque lo material se deteriora, lo inmaterial que siempre reside en vuestro corazón, mantiene renovada esa reliquia del cariño y la devoción, que no termina de construirse, como esa azulejería que desde el aprecio a vuestro proyecto, no para de alicatar esas paredes impregnadas de tanta oración.

Pero tampoco subestimo al joven presidente de la Entrada de Jesús en Jerusalén, José Manuel García Alcolea, con las ideas muy claras, “y esa chispa e ímpetu que ponen los jóvenes cofrades para prender nuevos proyectos y no conformarse sólo con el horizonte cercano”.

Este año estrenamos nuevo trono, con el segundo paso creo en Tomelloso, que saldrá a costal junto al Calvario, y seguramente esto es sólo el principio de una imagen que no deja de despertar devoción y ganar adeptos.

“Que esa flamante cruz de guía que os talló hace poco en Villarrubia, Alberto Fernández, junto al anhelado paso, os lleven por el buen camino”.

Por cierto: mimarme a San Juan y María Magdalena, que han llegado hasta Tomelloso desde Alcázar, impregnados del amor y oraciones de mi familia (todos numerarios del Santo Entierro en la localidad)…

Adoptarlos como si fueran el más valioso de los legados familiares, que estamos convencidos, con hermanos de vuestra valía aquí estarán muy dignamente custodiados.

Y tengo que referir el para mí sin duda gran patriarca en aquella ruta de la pasada cuaresma… por poso y solvencia: Marcelino Bonillo Martínez, que aunque yo le ponga esa vitola, desde la humildad custodia en zona ya casi poligonera…

(lo digo así porque yo “soy muy de San Pablo en Sevilla” y me lo recuerda), la casa que alberga a Nuestra Señora del Mayor Dolor, nave que han construido con mucho esfuerzo personal y de toda hermandad, golpe a golpe, verso a verso… la han ido levantando. ¡Enhorabuena!

Igualmente por el esfuerzo de trasladar vuestra titular a la Residencia Don Víctor para que hasta personas mayores con difícil movilidad puedan acercarse a pedir consuelo a la madre.

Le llamaban a la vuestra “la procesión de las Manolas”, porque antaño sólo acompañaban a la imagen mujeres de negro con teja y mantilla.

Y aunque obra del socuellamino Santiago Lara Molina, luego contribuyeron a su actual esplendor con mucha platería, el tomellosero Marcelo Onsurbe, y la Orfebrería Orobio de la Torre.

Bueno, y aunque estemos en este mausoleo de parroquia, la más central e imponente, me sorprendió la de Nuestra Sra de los Ángeles con su Cristo de la Humildad, y Jesús de la Pasión, ese Jesús Pobre de la túnica blanca y toda la austeridad que le rodea. Y esos enormes pasos serigrafiados con mensajes bíblicos, pero sin excesivos alardes orfebres ni pomposos aderezos.

D. Pablo Ortíz Moreno: no olvido su hospitalidad, y cómo pude acariciar esas imágenes que usted custodia y por cuyas venas impecablemente representadas con minuciosa policromía, parece todavía recorrer la sangre de aquellos actores de la pasión, cuyos misterios, “palpitaciones”, ahora revivimos.

Don Leopoldo le puso “lo de Jesús Pobre porque así le hacía frente a la ostentación y se ganó con creces al pueblo llano”.

Y esa austeridad la reivindicáis cada semana santa con túnica franciscana, flores silvestres… entre columnas, sayones, flagelación, la cruz de guía del siglo XVII. Y con esa virgen a la que hacía referencia, imagen tallada en madera de cerezo, y con una policromía que destaca hasta el último detalle de la fisonomía humana.

“¡Hay! Jesús el Pobre… te vistieron de blanco como entonces hacían en Jerusalén para distinguir a los locos del resto de la población, pero ironías de la vida, aquí te quitaron la corona, cortaron los cordones de tu túnica… porque alguien con ellos pretendió quitarse hasta la vida, pero una última reflexión devolvió a ese hijo tuyo la cordura, dejando obsoletos esos retales “sinónimo de una muerte fracasada”. Nadie podía emular la tuya porque sí estaba escrita, pero no consentiste que tu hijo se adentrara en esas tinieblas.

Señales divinas: el reflejo en su mente de tu huida mirada le devolvió al juicio, que aquellos judíos en tu caso dieron por perdido para condenarte a la cruz…

Y querido Emilio Navarro, quien junto a Manuel, me abristeis el corazón y me agasajasteis con las mejores viandas del lugar, pero sobre todo con el exquisito alimento de vuestra experiencia cofrade.

“Apenas diste relevancia a tu aportación, pero reconocí en ti al hermano que desde la sombra siempre está”. Ya puede tronar y caerse el tejado de Pinilla, deshacerse cualquier junta de gobierno, absorbernos las sombras que cíclicamente restan afinidad a las hermandades, que si hay que trabajar y asumir las riendas ahí estás tú…

Como esas mujeres coraje que me ponías como ejemplo: la madre que llevó a su hijo en brazos por todo el recorrido en peregrinación a Pinilla, como promesa o en acción de gracias en un esfuerzo sobrehumano.

O tantas compañeras como Victoria, Carmen Mayorga, Beni o Lola, que no han dejado de asumir distintas competencias o responsabilidades por no dejar caer ni un ápice, todo lo conseguido en pro de vuestra Semana Santa.

Me contabas que incluso en una ocasión a tu Cristo le faltaban pies, y Lola le echó idea y se metió bajo las trabajaderas para que con su ejemplo ese trono pudiera elevarse de nuevo a los altares de Dios. Y así tomaron entidad las cuadrillas mixtas.

Aquí mujeres y hombres siempre habéis ido de la mano, “que no os hablen de cuotas de género o paridad”.

Desde que el obispado autorizó la incorporación de mujeres a vuestras hermandades, todos habéis sumado al unísono, “aunque con marcada valentía e iniciativa, he de decir, por parte de ellas”, puedo advertir…

La homenajeada de este año, Beni, ha sido la persona que más cosas hasta la fecha ha contado al menos que yo recuerde en mi radio todos estos años, y es que a los que no estáis en el medio, me consta que el micrófono os pone nerviosos. Pero ella hace gala a una gran entereza y saber estar… no me extraña que la homenajeéis.

Emilio Navarro Cañas: “Cuánto me recuerda tu Cristo de la Misericordia a mi Cristo de la Expiación, con ese rojo, rojo pasión del manto de claveles y con las luces y las sombras que propician diferentes momento de la tarde y la noche, exaltando su grandeza visual.

Por otro lado, pude comprobar que el relevo generacional está garantizado de padres a hijos, aproximándome en este mismo templo a la Soledad, con un pequeño guía “Morales Junior”, quien junto a su padre Juan Ramón Morales Pérez, documentaron con precisión de historiadores manto, palio, aderezos y hasta cada pestaña de esta majestuosa virgen.

Una donación de María Josefa Navarro Ortega, en agradecimiento por regresar también su marido e hijo sanos de la guerra.

Como curiosidad: ella había planteado donar un San Antonio, pero como ya lo había, el párroco le sugirió adquirir una Soledad… total al final qué más daba de esa forma también vería cumplida su promesa y agradecimiento.

Imagen que llegó a salir, me cuentan hasta en la procesión penitencial “Del Silencio”, incluso el Viernes de Dolores, y hasta el Viernes Santo por la mañana vestida de blanco, sumándose ahora su estampa a la del Santo Entierro. Por cierto, el año pasado festejando por todo lo alto el 80 Aniversario.

Y cuanto cariño puso en ella el valenciano D. José Romero Tena, para el que no lo sepa, mismo imaginero de la Virgen de las Viñas. Juntas “representan como nadie a las madres de Tomelloso”. Por eso no es de extrañar que se hayan impulsado tantas mejoras en torno a ella, primero con un paso de 1300 kilos que elevaban a las nubes 60 anderos, luego aligerando peso, poniéndole los 12 varales al palio representativos de los 12 apóstoles, y mejorando hasta las faldillas.

Además con ese toque de magia manchega que pone en sus trabajos Orobio De La Torre con el que hace unos días conversé.

Pude también si no ver todas las imágenes, sí al menos pulsar la devoción de Carmen Mayorga, Antonio Benasalvas y José Jotilla, con su Verónica, Jesús del Perdón, El Calvario, o esa Virgen de la Esperanza, esculpida desde el agradecimiento y la fe sin paliativos por haber superado su creador e imaginero un accidente.

Recuerdo esa Piedad de bellísima factura, que me contagió de emoción, y me contaban que es la única imagen guardada de antes de la guerra, y que sobrevivió gracias a que la ocultaron tapiada en una cueva. Le sesgaron la vida al párroco que la custodiaba, pero ella se salvó.

Llama la atención, y es una seña más de identidad de este lugar tan de la Mancha y Español, que la piedad procesione acompañada por un cortejo de penitentes, no con túnica sino con capa. Este eres de Tomelloso; antes de que la mía me dejara huérfano, pregoné en Campo de Criptana, al amparo ese año de la cartelería y programa con su Piedad como protagonista.

Y he de decir que podría envidiar a Jesús en muchas cosas, pero la que más, tiene que ver con esa mirada, esa tez protectora, el cobijo de su brazo tras la espalda. La entereza de esa madre que ocultando el mayor de los sufrimientos (igual que las nuestras cuando pasamos por cualquier trance para no multiplicar el dolor, si no aliviarlo).

Cuando se escurre entre sus brazos, el tesoro fruto del Espíritu Santo, en una pronosticada, pero inasumible despedida para una madre, ya consumada.

Esto es solo un atisbo del mensaje que me han trasmitido algunas de vuestras imágenes, y creo que tenéis mucho más de lo que presumir, y para descubrirle a este humilde mensajero cofrade.

Si me abrís el resto de puertas, estaré encantado de seguir encontrando el camino a vuestro lado, para ir juntos construyendo la Semana Santa que Tomelloso debe encumbrar, desde la obra pero también con el mensaje.

Porque quiero llenarme de gozo viendo como se cruza la mirada penetrante de ese Jesús Orando en el Huerto, junto al Ángel con gesto de sorpresa con las fachadas de vuestras casas.

Con los ojos lacrimosos que sujetan emociones para no sentirnos débiles ante los nuestros, o quienes prejuzgan desde su agnosticismo a quienes hemos visto señales que nos allanan el camino hacia el Señor.

Don Santiago Benito Perona, el otro día presenté una conferencia sobre “El Juicio a Jesús” por un experto en Derecho Romano, y habiéndole escuchado su brillante exposición, no vea “cómo identifico los gestos, la sorpresa, la actitud de sus imágenes”, ante 29 irregularidades legales (en un ordenamiento jurídico que no ha perdido vigencia en nuestros días).

y sucesivas circunstancias que no impidieron crucificar a un hombre noble, justo y honesto, cuyo destino sólo podía escribir Dios, y quien murió por ti, por mi… e irónicamente: por todos los que le llevaron hasta ahí.

Por supuesto salió también a colación la Cruz y ese camino a cuestas hacia el Calvario, que los de Roberto Marquina Redondo escenificáis junto al Ecce Homo (La presentación del Hombre) y la Stma Virgen de la Aurora.

“Cómo Pilatos se lavó las manos porque no encontraba evidencias para condenar a ese hombre”… si hasta su mujer le dijo que había soñado con que era injusto juzgar a ese hombre, temiendo que verdaderamente los dioses estuvieran en contra de esa gran tropelía

Porque fueron los judíos quienes verdaderamente le condenaron, y soldados romanos que figuran en vuestros tronos, le custodiaron, azotaron y humillaron, como guardianes de aquel Jerusalén de entonces, pero no por tratarse de un Celote o “terrorista de antaño” como Barrabas, simplemente lo veían como el loco blasfemo que se creía rey de los judíos y enviado de Dios.

Nada justificaba la muerte, ni mucho menos la agonía y escarnio público de verlo expirar en la Cruz.

“Y sin embargo, nos perdonó…”

Lo saben bien desde la hermandad de Francisco Javier Montañes Gigante, con su paso de misterio encabezado por Jesús del Perdón junto a la Verónica.

Y esa corte de pies femeninos que elevan a la Virgen a los cielos, teniendo como techo un palio verde de amor y de Esperanza.

Porque en la oscuridad del Calvario, la llama de los cirios del frente de ese bello trono, iluminan los anhelos de un mundo mejor, superando guerras, enfermedad, dando el último aliento a ese crucificado de los faroles, a quien más tarde y tras el último suspiro de vida, descendemos a la urna del Santo Sepulcro.

Y acompañado por esos dolientes con corbatas y túnicas negras, caballeros, pero también desde hace unos años “Damas de la Soledad”, emprende el viaje final hacia la noche más aciaga.

Qué escenificación más bella, y cómo hermanas y hermanos tomelloseros, “os guardáis como buenos castellanos tanto para vuestros adentros. Pero no por vanidad, simplemente no le dais toda la relevancia que merece, como la catequesis de calle que pretende ser”.

¡Porque esta tierra nos ha hecho humildes!

No hace falta que nos endulcen los oídos para animarnos a arrimar el hombro, y si es cuestión de fe y de penitencia menos todavía.

De ahí, entre otras, la noche icónica, y que más impacta a los que no somos de Tomelloso, y hemos podido descubrir desde la distancia con imágenes virales de vuestra procesión “Del Silencio”. En mi pueblo me decían, “Galván no la pases por alto en tu pregón, porque es lo más de lo más”.

Y tanto. Hasta la misma noche se guarda en torno a ella un secretismo, y un halo me atrevería a decir casi exotérico, con la penitencia llevada a sus máximos extremos.

Túnica negra franciscana con capucha, cruz al hombro, pies descalzos, tobillos anillados con grandes cadenas (de las que desgarran, por ello se cubre y protege ese día el suelo del templo)… y una procesión que salvo en pandemia, ni la mismísima Borrasca Filomena podría interrumpir.

Llueva, truene, haga lo que haga… se repite el ritual de sus nazarenos bajo un rigor y anonimato absoluto.

Silencio sepulcral sólo roto por el roce de cadenas y los tambores destemplados.

Sólo se admiten mayores de edad, y a quien no se encuentra capacitado para ese brutal sacrificio, se les conmina a quedarse orando mientras en el templo.

Como todo nace de la penitencia más personal y espontanea, no se cobran siquiera cuotas a lo largo del año; únicamente se pide una “limosna penitenciaria” para mantener la sobria cruz y los faroles con velones. El dinero sobrante se destina a ongs y obras de caridad.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, el cartel anunciador de este pregón, con un tono gris metálico, representa la dureza penitencial elevada al máximo estreno.

Y en esa madrugada te puedes topar con alguno que infravalorabas como “pobre de espíritu”, pero demostrando que cuando hay que cumplir una penitencia o promesa ante el señor, “no vale una plegaria de marca blanca o una palmadita en el pecho diciendo cuánto voy a misa y qué bien me he ganado el reino de los cielos”.

¡Aquí sólo hay sitio para las-los valientes! impulsados por una fuerza no curtida en los gimnasios, sino en la profundidad de las convicciones personales y cristianas.

Sobre el resto de manifestaciones en vuestras calles, ni que decir hay que con esas amplias avenidas, y con la bonita luz de Tomelloso en primavera, las estampas son de las que quedan grabadas en la retina.

Por cierto, este mes que he presentado un certamen de prestigiosas bandas en Alcázar, he de aprovechar también para hacer justicia y reconocer que fue aquí donde yo por primera vez presenté un concierto de esta índole. Experiencia que le debo a mi queridísimo Esteban Hurtado, y la Banda de Cornetas y Tambores Jesús del Perdón, quienes también desde el año 2000 han venido organizando importantes encuentros de música cofrade.

Todavía conservo fotos junto a ellos, y con el orgullo de haber presentado entre otras en este bendito lugar a la Banda de Cornetas y Tambores “Santísimo Cristo de las Tres Caídas”, quienes acompañan a Las Cigarreras en Sevilla. Todo un lujazo haberles oído aquí, y haber podido conocer personalmente a un maestro de la talla de José Julio Vera Cuder.

Y me entero ahora que uno de los fundadores de esta banda a través de su titular, es uno de mis más admirados amigos bodegueros y del campo, Lorenzo Serna Blanco, con quien comparto no pocos valores, entre ellos como afirma él: “mi querencia al vino”. A

hora preside Cooperativa la Unión en Alcázar.

De la misma forma, he de referir que “una Semana Santa que programa un pregón musical, hila e hilvana perfectamente esa simbiosis de fe, pasión y música; que estos días multiplica nuestras pulsaciones”.

¡Enhorabuena Agrupación Musical Santa Cecilia de Tomelloso, por anunciar tanta belleza con el lenguaje más universal!

Quiero elogiar igualmente a la Unión Musical de Tomelloso, pues hace unos días conversaba en radio con el autor de “La Madrugá” Abel Moreno.

Reconocía tener en ella un alumno aventajado, Don Luis Osuna, padre de mis queridos Osuna Brothers, y puntal de este esplendido colectivo musical, que creo también bendijo el virtuoso director y compositor andaluz con su batuta en más de una ocasión.

¡Enormes los pregoneros musicales!

Y de “los de palabra”, creo que también fueron emotivos los de gente “de la casa” como Andrés, Pablo, y la propia Beni, reconocida este año como “Hermana de Honor”… yo creo que nadie ha ejercido mejor de embajadora en medios como Onda Cero que vuestra Beni González Benasalvas, insisto.

Y aunque no lleve ADN tomellosero como la mayoría de vosotros, me mueve la curiosidad por conocer las entrañas de vuestro pueblo.

Y no sólo esas cuevas que han guardado durante años el preciado vino, y que han sido morada de oficios de antaño como los picaores o las terreras, que fabulosamente describe en su libro mi querido amigo Ángel Morales “Canuto”.

Intelectuales, escritores, investigadores… algún polvoriento archivo guarda documentos que un atrevido comunicador alcazareño tenía que escudriñar.

Porque al fin y al cabo, un pregonero que se lo trabaje, tiene que cuidar principalmente la parte documental. Hay que seguir llenando las hemerotecas de apuntes, porque es a lo que finamente recurren las generaciones venideras, y lo que más ayudará a futuros embajadores de vuestra Semana Santa para contarla al mundo.

Me cuentan los mayores del lugar que la primera cofradía que se fundó fue la de Ntra Sra de la Asunción sobre 1565 y luego llegaría la de la Veracruz.

Curiosamente los primero penitentes en desfilar a principios ya del Siglo XX, eran unos cuantos, y salían vestidos de romanos.

Luego tomarían forma poco a poco la mayoría de procesiones que se han mantenido hasta nuestros días. Entre ellas “la del silencio, llamada también de las cadenas”, saliendo el resucitado el sábado a partir de la medianoche, siendo esta hoy en día la última procesión.

También he sabido que el Campo Municipal de Deportes, ha sido el lugar escogido por distintas generaciones de costaleros para practicar sus ensayos, desde que empezasteis a quitar ruedas a vuestros tronos.

Entro ahora en costumbres ligadas a estos días, no todas ellas religiosas, sino también con cierto aire pagano.

Y curiosidades, como que siglos atrás ya se abrió un callejón entre la Iglesia y el actual Casino San Fernando para que se pudieran dar vueltas alrededor en procesión, en un escueto recorrido.

O que existen documentos de hace sólo unas décadas, que cifran el precio de las palmas que costeabais hasta hace poco para el Domingo de Ramos, en sólo 63 pesetas por 25 palmas. “Algo más de 25 céntimos”

Y sorpredia advertir que la víspera, sábado noche, se ubicaban ramos y escritos en las fachadas de novias y pretendientes…”esta costumbre seguro que los más jóvenes no habíais oído siquiera hablar de ellas”.

Luego ocurrió, como pasa ahora con los mensajes de Tick Tock, Facebook y otras plataformas, demasiado explícitos; que las misivas dejaron de ser de buen gusto y dieron paso luego a escritos extravagantes y groseros, y mucha gente que no sabía escribir lanzaba sobre estas fachadas botes de cal y otras pinturas tratando de que en la salpicadura se reflejara un ramo.

¡Esto no gustó a la iglesia y se terminó por suprimir…!

Sin embargo, me dicen que todavía se mantiene la costumbre el Domingo de Resurreción de mantear a un pelele, habiendo evidencia de que las mujeres lo hacían el Sábado Santo vestidas con ropa de hombre. Al pelele le ponían un collar hecho con cascaras de huevos, lo colgaban en ventanas y balcones, y después de la comida del domingo, prácticamente anunciando ya la Pascua, se le cantaba canciones con un tono pícaro…

Y así, de esta forma, se daba por terminada la Semana Santa en Tomelloso.

Esta tradición me dicen sigue, y parece que no se ha advertido ninguna maldad, ni doble amoral intención por quienes la conservan.

Como estampa curiosa está bien sobre todo llegada la Pascua, pero el rito y lo que une a un pueblo en estas fechas tan señaladas, días de pasión-muerte-resurrección merece igualmente un rigor que no se debe ver salpicado por otro tipo de manifestaciones que nos desvíen del mensaje de Dios.

Conversando con el mismísimo Monseñor Carlos Amigo, gran institución eclesiástica, minutos antes de su pregón de pasión en Alcázar de San Juan, “ahora que Dios lo tenga en la gloria”…

Reflexionaba sobre quienes no siendo cristianos se suman a las celebraciones de estos días, afirmando: “las puertas de la casa del señor están abiertas para todo el mundo sin condición, a nadie se le deja fuera, pero como en la casa de cualquier mortal que nos invite a pasar, hay que respetar todo lo que bajo su techo se disponga”.

Sabio mensaje y consigna, para quienes no siendo creyentes se suman estos días por cultura y tradición.

Y dándoles un anuncio novedoso sobre la procesión del Resucitado, este años tendremos a la virgen haciendo su recorrido, antes del encuentro, que será a las puertas de la Asunción, donde Jesús Saldrá a recibirla, y se le dedicará el Pregón Pascual desde el balcón, no del Ayuntamiento, sino desde las dependencias de la Junta de Hermandades. Así lo pone en su conocimiento este pregonero de 2023.

Tomelloso es cuna de grandes escritores y artistas: Eladio Cabañero, Francisco García Pavón, Félix Grande, Juan Torres Grueso… me dice el decano de la prensa local, que en su mayoría no eran muy afines a la iglesia, pero he querido escudriñar con la ayuda de algún archivero, documentos escritos de gran valor y que han servido para loar y enaltecer vuestra Semana Santa.

Aaah, y me cuentan los mayores hubo dos pregoneros históricos: Pedro Benítez “padre” y el gerente de las Bodegas Domec, Montilla de Jerez de la Frontera, cuando entonces se organizaban en el Teatro Cervantes. También dejaron huella Vicky Olmedo, José María Rodríguez Álvarez, o el mismísimo popular criptanense, gran poeta y religioso Valentín Arteaga. Dejo huella Luis Maldonado, antiguo alcalde de Almagro, y luego sobre todo los de la casa “que vosotros bien conocéis”.

Vamos a ser sinceros: entre los históricos intelectuales locales había más que un ateo, pero en estos documentos que les voy a resumir hay que advertir: si no un amor a Dios sin paliativos, sí un ferviente respeto a lo que representa en este municipio la Semana Santa.

Hay un artículo del año 1964 en Diario Lanza, donde el prestigioso José López Martínez, apuntaba que una de las características más interesantes de la Semana Santa Española, reside en el distinto matiz con que cada región siente y expresa su amor al Crucificado. Y les voy a resumir muy sintetizadamente lo que refería el poeta:

-Andalucía es la noche iluminada y rumorosa, fantasía puesta al servicio y entusiasmo del dolor.

-Levante es la luz, Murcia los primeros rayos de la angustia de la Pasión…

-Castilla encarna maravillosa y espontáneamente, la hora de las tinieblas cuando la tarde agoniza.

-Y está la otra Castilla, expresión máxima del dolor a secas, sin paliativos. Dolor que se hace siempre más agudo y profundo, al entrar en las silenciosas y misteriosas sombras de la noche…”esa Castilla es Tomelloso”

Donde el Viernes Santo, todo se rodea de infinita tristeza, los hombres y las cosas quedan como anonadadas, “cuando se nota por toda nuestra sangre un frio único que nos recorre de arriba abajo insistentemente, como una paloma abstracta que entra y sale del corazón alborotada por los acontecimientos que se avecinan”.

López Martínez, recordaba cuando era niño que las palabras del mundo empezaban a deslumbrarle.

Y eso al fin al cabo fue lo que le convirtió poco a poco en poeta.

Inspiración de aquel momento cuando alrededor de las siete salía del templo parroquial la procesión de la Muerte de Cristo. Con los sones de la banda que dirigía Don Pedro, bajo la amorosa mirada desde el templo de Don Eliseo.

Balcones engalanados, el pueblo vibrando al paso de los cristos, las dolorosas y los encapuchados que tanta emoción y miedo le producían a la vez.

Todo ello junto a un cortejo de penitentes, gentes rígidas y devotas, mostrando verdadero amor y dolor, hasta llegar a la estampa pasional en la noche de plenilunio, la más grande y significativa del ciclo litúrgico.

Sentenciaba vuestro paisano, afirmando que Tomelloso es la Mancha, y la Mancha es Castilla, donde las cosas siempre son más dramáticas, más nuestras, más reales al declinar la tarde, a la hora del anochecer.

(Diario Lanza, a 23 de marzo del año 1964)

Brevemente, resumo ahora algunas citas de Juan Torres Grueso, un año más tarde, 1965. Cuando dio pujanza a esta Semana Santa con el artículo “Tomelloso Busca a Dios por los Caminos”

¡Qué bonito! Y cómo se lo deben aplicar aquellos que quiten importancia y entidad a vuestra Semana Santa por su juventud. El escribió, con esa maestría de las brillantes plumas locales la siguiente perla:

-“La Historia es un continuo atardecer, un diario desgranar para volcarse; un hacer sin parecer que hizo morirse poco a poco sin percatar la vida; un vivir labrándose la muerte con su pequeña y gran pasión, un cultivo –en suma- de humildades que para sí las quiere, las persigue, las “inventa”, las crea, las hace suyas con merecimientos porque su pecado busca la redención y el perdón de el que está en la cruz y por la cruz nos salva”.

¡CÓMO NO VA A SER TOMELLOSO EL LUGAR DE LAS LETRAS! ¡GRANDE, MUY GRANDE TORRES GRUESO!

Como comunicador, agradezco de corazón a los confidentes y personas muy ligadas a vuestra cultura e idiosincrasia, que me han documentado para extractar estas perlas.

Es difícil llegar aquí y ponerse a su nivel, pero espero que con la complicidad que me une a todos ellos y a muchos de ustedes, sean indulgentes con este humilde mensajero de la radio.

Que ha venido a anunciar toda la “castellanidad” de esta Semana Santa, según sus intelectuales: sobria y excelsa en sombras y solemnidad. Pero también a reivindicar que está llena de vida… y al fin y al cabo, nunca pierde como en todas las diócesis y comunidades cristianas, la esperanza de la resurrección.

Porque vida son los niños que cada Domingo de Ramos, irrumpen desde la plaza en “La Entrada de Jesús a Jerusalén”, a lomos de su borriquilla. Y qué guapos ellos, emulando a los mayores con su túnica en sarga color marfil, fajín de raso y pañuelo a rayas. Este año además con nueva parihuela para el paso, canastilla de Fernández de Villarrubia, San Juan Evangelista y Mujer Samaritana de Fernando de las Heras… y esa palmera que mima en cada rama y eleva junto a los suyos José Manuel, “icono de la juventud cofrade, que dicho muy tomellosero: abulta, y viene arreando fuerte”.

“Hosanna” gritan tus hijos en el Jerusalén de las enormes avenidas de este pueblo sin par, ajenos a las tinieblas de la vanidad humana que te conducirán al juicio que te aguarda el Jueves Santo. ¡Oh mi Señor!

Pilatos no te dará tregua, y aunque te dirijas al padre intercediendo con el Ángel encontrado en un huerto, “o quizá en una viña en la besana junto a un bombo”, la suerte ya estará echada… y Ntra Señora del Mayor Dolor, apretará los puños con fuerza hacia su pecho, para sujetar las emociones ante el hijo al que verá sufrir porque así está escrito y es la voluntad de Dios.

La luz de la mañana, se tornará en la oscuridad más fúnebre llegada la tarde sobre la cubierta de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva.

Sólo la luz del plenilunio, y el primer sol de la madrugada del Viernes Santo, acariciaran tu cara morena, Cristo de Medinaceli, advirtiendo el sufrimiento y las llagas de la ignominia humana, presentándote como el Dios de los Judíos, coronándole de espinas, fustigándote y cargando sobre tus espaldas la pesada cruz del pecado de tus hijos.

Y este año desde bien temprano te presentaran, la Hermandad de Medinaceli lucirá sus mejores galas, con esos destellos del amanecer manchego, cuya paleta de colores a tantos poetas e ilustres plumas inspiró.

“Pero nadie te podrá guardar”, ni siquiera ese policía al que el propio Antonio López eligió de modelo para dar forma a su crucificado encargado para la catedral de Vitoria.

Y desde la Plaza del Arcipreste, tus hijos empedraran el Camino del Calvario, y todos verán a ese enviado de Dios, recordando las imágenes del niño que fue, la humildad del Jesús Pobre, para el que no habrá Perdón, y con su Cruz a cuestas, coronado de espinas, flagelado… ante la atónita e impotente mirada de María y San Juan, y la Madre afligida por el Mayor Dolor, cuando a más allá de la Parroquia de la Asunción ya se advierten las cruces junto al Calvario.

“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”

Cae la noche, y ese Cristo de la Misericordia no encuentra consuelo, Dios mío, Dios mío ¿por qué me has Abandonado? exclama en su último suspiro de vida.

¡Está consumado!… ”padre: en tus manos encomiendo mi espíritu”

La Piedad asiste al descendimiento de ese cuerpo inerte, cubriendo con una delicada sábana el cuerpo de Jesucristo antes de ser conducido hacia el Santo Sepulcro.

La Virgen bajo su palio de amor nunca perdió la Esperanza, pero su Soledad da paso a la noche más aciaga, en la que se cerraron los cielos, la oscuridad se tornó eterna, el Silencio invadió los corazones y las conciencias de quienes no supieron entender el mensaje divino con el que todo quedaba sentenciado.

Sábado Santo en Tomelloso, tres de la mañana aguardando el albor del domingo, como si fuera un último destello, un último suspiro de vida…

La Cruz Expiatoria representativa de todo el pueblo, conduce una Santa Compaña de túnicas oscuras y pesadas cadenas. Ni siquiera la mayor de las tormentas se hace más fuerte que ese mortífero silencio sólo roto por el racheo de cadenas y pies descalzos y oscuros; tan oscuros como las sombras de los pecados posados como llagas en los corazones, y las miradas frías que traspasan los ojales de esos capuchones, que parecen ocultar el rostro de los verdugos de otros tiempos.

Pero también hay promesas, demostraciones de fe, llamas encendidas que sólo pueden volver a prender la salud de aquellos a quienes el tiempo y las circunstancias se la arrebataron… la luz que devuelve a la vida al señor como cada primavera.

Esta gestación dura sólo 40 días, pero qué glorioso ser cristianos para ver durante ellos las señales que nos deja cada mensaje, culto, marcha de procesión, luces, sombras, olor a incienso, flores, cirios, plata y oro… todo para terminar fluyendo la Pascua de la Resurrección

Hermanas, hermanos: Es Semana Santa, dejaros llevar por este gran festival para los sentidos.

Orar, reflexionar, desfilar, interpretar, sufrir, amar… y sobre todo llevar con respeto y orgullo el mensaje de Dios nuestro señor con esta catequesis que traspasa parroquias y casas de hermandad.

Las mayores conquistas han nacido siempre del amor y la pasión, que con estas dos “armas tan poderosas” llenéis de gloria las benditas calles de este lugar de la mancha culto, laborioso y cofrade.

Tomelloso ¡Feliz Semana Santa!

He dicho.

Marcos Galván Vela

+ Noticias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí