Luis Benito Navarro (61 años) ha dedicado la mayoría de los años de su vida laboral a la albañilería, aunque comenzó como pintor. Hace unos años le detectaron principio de Parkinson y desde el Centro de Atención San Rafael, que ayuda a los afectados y familiares de distintas enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer, le recomendaron hacer alguna actividad.
Luis tuvo como maestro en la escuela al célebre Julio López Cuartero, el cual descubrió sus cualidades para el dibujo, actividad que tuvo que abandonar para poder sustentar a su familia, pero siempre tuvo la espinita clavada de haber podido seguir dibujando. Cuando tuvo que abandonar la vida laboral por su enfermedad, Luis retomó el dibujo, al tiempo que empezó a ver tutoriales en Internet sobre pintura al acrílico, y practicar por su cuenta. Después se animó, y el año pasado se matriculó en el curso de pintura de la UP de Tomelloso.
Después de dos años pintando, Luís (animado por Gema Gil, del centro San Rafael) se decidió a exponer los resultados de su trabajo en el emblemático Café de la Glorieta. En esta exposición podemos ver un total de 21 pinturas, entre acrílicos y óleos, y además los cuadernos de dibujos con los que Luís retomó su afición.
Una vez más queda demostrado que la práctica de cualquier actividad artística es tremendamente terapéutica, la cual puede ralentizar los procesos degenerativos de ciertas enfermedades, por el bien psicológico que proporcionan al paciente.