Ahí están, repartidas por toda la localidad, las vemos de lejos o pasamos al lado de ellas, unas veces les prestamos atención con orgullo al ser un sello del buen trabajo de nuestros antepasados. También las observamos por si tienen «hospedando» alguna pareja de cigüeñas, otras veces intentamos adivinar su altura, otras muchas no les hacemos ni caso porque vamos con prisa. Mira que son altas y llamativas, pero como nos son tan cotidianas, tan del día a día, hay veces que las vemos pero no las vemos.
Son las chimeneas de las antiguas alcoholeras de Tomelloso. Se ven casi desde cualquier punto de la ciudad. Puedes ir a su encuentro, puedes verlas por casualidad, puedes vivir a su lado, o te las puedes encontrar de forma inesperada por cualquier pequeña rendija que ves al caminar.