Desde 2008, la ONU nos invita a conmemorar, cada 15 de octubre, el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Una fecha verdaderamente significativa en una región como la nuestra, en la que el setenta por ciento de nuestros municipios cuentan con menos de 1.000 habitantes y en la que somos verdaderamente conscientes del valor que tiene nuestro medio rural. Y tan importante es nuestro componente agrario como la contribución de las mujeres al desarrollo de nuestros pueblos a lo largo de la historia.
Esta efeméride nos recuerda que las mujeres rurales representan una cuarta parte de la población mundial y que, en países en vías de desarrollo, a pesar de su esfuerzo, trabajo y de los elevados índices de productividad con los que estas mujeres cultivan para alimentar a naciones enteras, sufren la desigualdad, la falta de acceso a los servicios públicos y la pobreza extrema.
Si pensamos en nuestro entorno más cercano y si apelamos a nuestra memoria -incluso a nuestra niñez-, las mujeres han jugado un papel destacado en las labores agrícolas y ganaderas, que solo ellas compaginaban con las labores en el hogar, el cuidado y crianza de sus hijos e hijas, o de familiares de edad avanzada. Han sido y son, por tanto, no solo piezas clave en el desarrollo del mundo rural sino un verdadero sustento, tanto de familias como de empresas agrícolas, históricamente en manos de los hombres.
Cada 15 de octubre no solo reconocemos esta enorme contribución, sino que apuntamos a la necesidad de seguir desarrollando políticas que favorezcan el empoderamiento y la presencia de las mujeres en el mundo rural, algo que en Castilla-La Mancha venimos haciendo desde hace mucho tiempo de una manera transversal en toda nuestra acción de gobierno. Porque hacerlo es reconocer vidas repletas de esfuerzo de nuestras madres o abuelas.
Hoy son más las mujeres incorporadas al mercado de trabajo en el mundo rural, pero también son más -y esto es verdaderamente importante- las mujeres que dirigen explotaciones agroalimentarias, en concreto un 7,5 por ciento de las 456 existentes en la región. También representan ya casi el 30 por ciento de las personas socias en cooperativas y un 41 por ciento son miembros de sus consejos rectores, teniendo en cuenta que Castilla-La Mancha se ha convertido en la segunda comunidad autónoma con más titularidades compartidas con mujeres. Además, 12 de los 29 Grupos de Acción Local con los que potenciamos el desarrollo de nuestro mundo rural están ya bajo la dirección de una mujer.
Son datos muy positivos que vuelven a situar a Castilla-La Mancha como una región pionera en políticas de igualdad vinculadas al mundo rural, y estos datos lo que nos demuestran es que queda mucho camino por recorrer, pero que la dirección es muy buena. Son avances conseguidos, en parte, gracias a la aprobación de la Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales, cuyo articulado vamos a reformar en la presente legislatura para seguir pisando el acelerador.
Un acelerador en favor de la igualdad y, al mismo tiempo, de un mayor desarrollo de nuestro entorno rural, que ya nos permite hablar de un verdadero proceso de diversificación económica en el que las mujeres están dando un salto importantísimo. Porque en los últimos años, acompañadas por medidas de apoyo y estímulo, las mujeres no solo se convierten en socias o propietarias de explotaciones agrarias, sino que emprenden y abren negocios en el entorno, vinculados a productos agrícolas o a servicios turísticos, dirigen a distancia empresas, o trabajan como médicas, maestras o artistas en entornos rurales.
El Gobierno de Castilla-La Mancha va a seguir apoyando a las mujeres rurales, y va a seguir propiciando su empoderamiento, pensando en quienes trabajan en el campo, quienes emprenden y ponen en marcha un negocio, quienes dirigen una empresa a distancia o quienes trabajan en el hogar. Hoy es importante destacar su esfuerzo y valentía; la necesidad de seguir generando oportunidades y construyendo igualdad. Porque ellas son la semilla de nuestro entorno rural, y también son fruto; semilla y fruto en nuestro desarrollo. Gracias a todas ellas y feliz Día Internacional de las Mujeres Rurales.