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miércoles, 18 diciembre
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Carta de amor a Tomelloso

Artículo de opinión de José Ángel López Navarro, hasta ahora concejal en el Ayuntamiento de Tomelloso

Escribo estas líneas con el único propósito de dar las gracias, pedir perdón y decir hasta luego, después de un servicio público que torna a su fin en las próximas elecciones municipales.

Ha sido un honor, un orgullo y un privilegio, irrepetible, servir a la ciudad de Tomelloso como Concejal de las áreas de Urbanismo, Obras, Cementerio, Medio Ambiente, Parques y Jardines, Limpieza Viaria y Movilidad a lo largo de los últimos ocho años.

Bastan 21 días para generar un hábito, y yo he sido concejal durante 2920 días. A los 25 años comenzaba mi andadura en política, un camino incierto y desconocido que intenté afrontar de la siguiente manera: con humildad, sencillez, organización y sin miedo. Aquel Equipo de Gobierno no tenía nada que perder y estaba todo por demostrar; que se podría gobernar de otra forma más proactiva, cercana y encarando un futuro mejor. Siempre posibilista. Yo me he vaciado en la labor y agradezco a los tomelloseros/as y a mis compañeras y compañeros la posibilidad de hacerlo. Creo que me voy con los que vine, con los mismos valores, con las mismas personas, con las mismas virtudes y hasta con los mismos vicios, pero eso tienen que juzgarlo los demás.

Tengo que dar las gracias a todas las personas que a lo largo de este tiempo he conocido: funcionarios del Ayuntamiento de todas las Áreas, pero en especial de la “planta 2” técnicos, jurídicos, administrativos, personal de Obras, personal de las áreas de Medio Ambiente, empresas externas de obras y servicios, asociaciones y colectivos (en especial del Barrio del Moral); algunos ya amigos y con dolorosos fallecimientos en el camino. Ellos son los que han convertido ideas en realidades y palabras en verdades. Por supuesto hago extensivo este agradecimiento a todos los compañeros y compañeras con los que he tenido la suerte de colaborar.

El trabajo levado a cabo con y junto a ellos me ha hecho disfrutar pese a todos los errores y aciertos, las complejidades y problemas que hemos afrontado juntos. Me ha encantado sacar adelante tantos y tan distintos proyectos. Si tuviera que escoger, de la primera legislatura me quedaría con la Estación de Filtrado y no con la Plaza de España; y de esta segunda la rehabilitación de la Casa del Gallego y no con el Mercado de Abastos. En todas mis funciones y facetas he sido feliz poniendo mi granito de arena por transformar Tomelloso para siempre y como nunca.

Ocho años después curtido en muchas batallas, proyectos complejos, largos debates y defensa de ideas, reconozco que tengo que ser fiel a mis sensaciones y sentimientos.

Tenía que ser honesto conmigo mismo. Necesito una vida más normal, menos expuesta y con obligaciones más cotidianas que me permitan centrarme en mi trayectoria profesional, porque la política no es un oficio ni debe serlo por mucho trabajo que dé. Soy demasiado joven y tengo metas distintas, es mi obligación tenerlas y buscar un porvenir para mi familia, sobre todo, porque tomé está decisión pensando en ellos que tanto me han visto disfrutar pero también sufrir. Quiero criar a mi hijo y poder pasear por las calles de Tomelloso para decirle: “En eso trabajó tu padre”, aunque sé que no me creerá y no niego que eso me despierta una sonrisa. Gracias a mi familia y amigxs, gracias por perdonar la distancia y preocupación.

Si hubiera decidido seguir me hubiera traicionado a mi mismo y a todo el pueblo de Tomelloso. La decisión de no continuar como concejal y abandonar la política ha sido una de las más difíciles y dolorosas que he tenido que llevar a cabo.

Quiero aprovechar para pedir perdón a todas esas personas que no hayan visto satisfechas sus necesidades, solventados sus problemas o a las que haya podido perjudicar con mi gestión. Perdón de verdad. Son muchos los problemas que no he sabido resolver o que no he podido atender como quizá se hubieran merecido. Es difícil explicar lo intensos que han sido estos ocho años y que finalmente han supuesto que al centrarse o priorizar algunos asuntos otros se hayan visto desatendidos. Perdón. Siempre he defendido que el mejor concejal de Urbanismo todavía no ha pisado el Ayuntamiento de Tomelloso y que lo mejor está por venir. A todos aquellos que tenían otras expectativas puestas en mi y les defraudé… no soy mejor que los demás.

Y a ti Tomelloso. Soy tu mayor defensor y tu mayor creyente. Ya eras mi objeto de estudio en la Universidad . Mi ciudad. Mi pueblo. Sus peculiares gentes. No los hay más trabajadores ni que se esfuercen más, nadie que se planteé algo tan hasta el final como nosotros. Seguid luchando. Seguid empujando. No perdáis nunca esa forma tan tomellosera de ver la vida.

A todos los tomelloseros y tomelloseras os digo ¡Nos vemos!

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