La Asociación Provincial de Peluquerías y Centros de Belleza de Cuenca, ante las noticias que se han publicado recientemente en los medios de comunicación relacionadas con un brote de tiña en las peluquerías españolas, quiere hacer un llamamiento a la calma y transmitir tranquilidad a sus clientes.
Según informa en nota de prensa, estas noticias han estado motivadas por la publicación de un estudio de la Academia Española de Dermatología que ha detectado un aumento de esta infección cutánea en las consultas médicas por la popularización de determinados tipos de corte de pelo entre los jóvenes.
Para esta asociación, integrada en CEOE-Cepyme Cuenca, no hay motivo de alarma porque los casos detectados, 107 en dos años de estudio, «son insignificantes» dentro de los miles de servicios que ofrecen las peluquerías diariamente.
Además, apuntan que no se puede culpabilizar a un sector, a los profesionales de las barberías ni mucho menos a todo un gremio, que cumple con estrictos protocolos de higiene y desinfección, establecidos y desarrollados hace décadas en diversas normativas y reforzados durante la pandemia, en la que han sido un sector ejemplar en el que no se han detectado casos de contagios pese a la cercanía con el cliente.
La tiña es una infección causada por hongos que atacan a la capa externa de la piel del cuero cabelludo que se puede transmitir de una persona a otra simplemente con solo el contacto físico de la persona infectada.
En el caso de las peluquerías podría darse si se está en contacto con elementos contaminados por el hongo, como pueden ser peines, tijeras o toallas, algo que desde el sector descartan por sus exigencias en la higiene.
RECOMENDACIONES
La Asociación Provincial de Peluquerías y Centros de Belleza hace un llamamiento a la responsabilidad y pide a los profesionales ser aún más estrictos en la aplicación de los protocolos de higiene.
Además, señala la necesidad de exigir la titulación profesional a todas las personas que trabajen en el sector de la imagen personal, lo que sería garantía de que el profesional está debidamente formado en cuanto a limpieza y desinfección del material, tipos de enfermedades dermotricológicas o de la composición y utilización de los productos cosméticos, algunos de ellos peligrosos para la salud si no se utilizan correctamente.
Por otro lado, pide a los clientes que depositen su confianza en los profesionales que les atienden, que cumplen en un alto porcentaje de forma escrupulosa con los protocolos higiénico-sanitarios y a comunicar al profesional si detectan alguna anomalía o desconfianza en temas de higiene.