El año 2022 ha sido el más cálido en España desde que hay registros, que comenzaron hace 62 años, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en el resumen climático del año, que añade que ocho de los diez años más cálidos de la serie se han registrado en este siglo XXI, al tiempo que ha sido un año muy seco, el sexto más seco desde 1961 y el cuarto más seco en lo que va de siglo.
De acuerdo con el balance climático anual, la AEMET precisa que 2022 tuvo un carácter extremadamente cálido, con una temperatura media sobre la Península de 15,4 grados centígrados (ºC), un valor que queda 1,7ºC por encima de la media del periodo de referencia 1981-2010 y que supera en 0,7ºC la temperatura media de 2020, el año que era, hasta la fecha el más cálido de los registros en España.
Por zonas, 2022 tuvo un carácter extremadamente cálido en casi toda la Península y en Baleares, mientras que en Canarias tuvo un carácter variable de unas zonas a otras, pero en su conjunto resultó muy cálido.
Por otro lado, la AEMET destaca que donde mayor diferencia térmica hubo respecto a las temperaturas normales fue en la mayor parte de Cataluña, Aragón, Navarra, País Vasco, La Rioja, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha, centro y norte de la Comunidad Valenciana, interior de Galicia, centro de Andalucía y en zonas de Extremadura y de la Región de Murcia así como Baleares, que registraron anomalías térmicas cercanas a 2ºC.
En concreto, la temperatura media de 2022 fue la más alta de sus respectivas series históricas en 60 estaciones principales, mientras que en 43, la media de las máximas fue la más alta de la serie. En 40 de ellas, además, la media de las mínimas también fue la más alta desde que hay registros y en 18 estaciones principales se contabilizó la temperatura máxima diaria más alta desde que hay registros.
Por meses, enero tuvo un carácter cálido, con una anomalía media de 0,7ºC; febrero fue muy cálido, con 1,9ºC de anomalía. Mientras, los meses de marzo y abril fueron fríos, con una temperatura media de 0,6 y 0,3ºC por debajo de la media del mes. Sin embargo, mayo fue extremadamente cálido, y tuvo una temperatura media de 3ºC superior a la media del mes, lo que sitúa a mayo de 2022 como el segundo más cálido desde 1961 y el más cálido del siglo. En total, la primavera fue muy cálida, con una temperatura de 12,8ºC, es decir, 0,7ºC por encima de lo normal.
En cuanto al verano, también tuvo un carácter extremadamente cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 24°C, es decir 2,2°C por encima de la media. Es el verano más cálido desde 1961.
Por meses, junio y agosto fueron muy cálidos, el cuarto y el segundo más cálidos desde 1961, respectivamente y tuvieron una anomalía térmica de 2ºC por encima de su media. Julio, sin embargo resultó extremadamente cálido. De hecho este fue el mes de julio y en general el mes más cálido de toda la serie, con una temperatura 2,7 °C superior a la media de julio.
Al verano siguió un otoño muy cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 16,3°C, con 2°C por encima de la media, lo que lo convirtió en el otoño más cálido desde 1961, aunque empatado con el de 1983. Por meses, septiembre fue cálido, con una anomalía de 0,6ºC; octubre resultó extremadamente cálido, 3,6ºC superior a la media, lo que lo sitúan como el octubre más cálido desde que hay registros. Noviembre, por su parte, también fue muy cálido, con una anomalía media de 1,9ºC, es decir el tercer noviembre más cálido de la serie.
En la misma línea, diciembre acabó como extremadamente cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular 2,9°C por encima de la media del mes, resultando el mes de diciembre más cálido desde el comienzo de la serie en 1961.
AÑO CON 16% MENOS LLUVIAS DE LO NORMAL
En lo que se refiere a las lluvias, este 2022 fue en su conjunto muy seco en España, con un valor medio de 536 litros por metro cuadrado que representa el 84 por ciento del valor normal para el periodo de referencia 1981-2010. Es, por tanto, el sexto año más seco de la serie y el cuarto más seco en lo que va de siglo.
Por zonas, fue entre seco y muy seco en el tercio norte peninsular, gran parte de Castilla-La Mancha, Andalucía y sur de Extremadura, llegando a ser extremadamente seco en áreas de Cataluña, de País Vasco, Navarra, norte de La Rioja y noroeste de Aragón. Por el contrario, el año ha sido húmedo o muy húmedo en la Comunidad Valenciana, Murcia, Almería y en puntos de Extremadura y Castilla y León.
En el archipiélago balear, el año ha tenido carácter entre normal y húmedo con excepción de la mitad occidental de la isla de Mallorca donde ha tenido carácter muy seco. En el archipiélago canario el año ha tenido en general, carácter húmedo.
En prácticamente toda la Península llovió por debajo de lo normal e incluso se superó el 25 por ciento de déficit de precipitaciones en la cornisa cantábrica, norte de Castilla y León, puntos de Aragón y Cataluña, gran parte de Navarra y La Rioja, sur de País Vasco, Guadalajara y mitad occidental de la isla de Mallorca.
Sin embargo, han superado las cantidades normales de precipitación en el sureste de Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Almería, el norte de Granada, Albacete, algunas áreas de Cuenca, Toledo, sur de Madrid y Extremadura, así como en el archipiélago canario.
En relación a efemérides registradas en los observatorios principales durante el pasado año destacan los 148 litros por metro cuadrado en el aeropuerto de Valencia el día 11 de noviembre, la cifra más alta de precipitación diaria en este observatorio desde 1966. En el aeropuerto Alicante/ Elche se recogieron 132,5 litros por metro cuadrado el 3 de marzo, lo que supone también un récord para este observatorio desde 1967. En el aeropuerto de Gran Canaria que recogieron 104 litros por metro cuadrado el día 25 de diciembre y que constituye el valor más alto de precipitación diaria desde el comienzo de la serie en 1951.
En cuanto a la evolución de la precipitación a lo largo del año, enero y febrero fueron muy secos, con un valor de precipitación media sobre la España peninsular un 26 % y un 21 % respectivamente del valor normal del mes (periodo de referencia: 1981- 2010).
La primavera fue, en su conjunto, húmeda, con un valor de precipitación media sobre la España peninsular de 189 litros por metro cuadrado, lo que supone un 112 por ciento por encima del valor normal para el trimestre en el periodo de referencia 1981-2010. Si bien marzo fue muy húmedo y abril, húmedo, mayo, por el contrario fue extremadamente seco, ya que apenas llovió un 35 por ciento respecto al valor normal.
El verano, por su parte, fue muy seco, con un 65 por ciento de las lluvias normales del trimestre, con un junio y julio muy secos, en los que se recogió en el conjunto de España un 53 y un 49 por ciento respectivamente, mientras que agosto tuvo un carácter normal, ya que llovió en torno al 96 por ciento de lo normal.
A continuación, el otoño resultó muy seco, con una precipitación media de 152 litros por metro cuadrado, que supone un 76 por ciento por debajo de lo normal en el periodo de referencia 1981-2010. Por meses, septiembre y octubre fueron secos, ya que se quedaron en el 81 y el 68 por ciento del valor normal respectivo mientras que en Canarias, el mes de septiembre ha sido el más húmedo desde que comenzó la serie en 1961.
Noviembre por su parte fue normal mientras que diciembre terminó con un valor húmedo, ya que llovió un 143 por ciento por encima del valor normal de ese mes, con 117,5 litros por metro cuadrado.