El túnel sumergido Fehmarnbelt, en la parte más septentrional de Europa, será construido para conectar Dinamarca y Alemania de forma directa. El proyecto consistirá en una conexión por autopista y ferrocarril que incluirá un túnel sumergido de 18 km de longitud, permitiendo viajar de forma más rápida y segura entre Escandinavia y Europa continental.
Este túnel conectará la isla de Fehmarn, en Alemania, con la isla danesa de Lolland, permitiendo que el tiempo de trayecto se minimice (se tardarán unos diez minutos en cruzar el enclave en coche) de una manera más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. A diferencia de otros canales sumergidos, donde se utilizó maquinaria pesada para perforar directamente el suelo abisal, aquí se prefabricarán las piezas del túnel que serán encajadas en el fondo marino mediante una serie de compuertas transversales móviles de acero y hormigón.
Como una de las empresas españolas en participar en este proyecto, Industrias Metálicas Anro se hará cargo de producir la segunda compuerta del dique seco donde se fabrican las dovelas de hormigón. La compuerta, de 110m de longitud, y 750ton, será un elemento imprescindible en el ensamblaje de los componentes del túnel. Además, incluirá un sistema de movimiento y estanqueidad que permite elevar y trasladar la compuerta a cualquier ubicación deseada. Se prevé estar operativa durante 5 años.
En cuanto al proceso constructivo, desde Anro informan que el túnel será dividido en varias secciones que irán ensambladas una a una mediante un proceso de elevación y movimiento. Cada sección tendrá 217 metros de longitud, 9 de alto y 42 de ancho, por lo que se esperan excavar unos 19 millones de metros cúbicos de piedra y arena del fondo del mar Báltico, que serán aprovechados para ganar terreno en la costa danesa, donde, al mismo tiempo, se está construyendo un nuevo puerto en Rødbyhavn.
En definitiva, la magnitud de este proyecto plantea nuevos retos a superar que servirán de puente hacia un futuro mucho más unido.