Los Juegos Olímpicos son una competición única. Quizá porque es la única que reúne casi todos los deportes en un mismo lugar durante algo más de medio mes. Quizá porque se produce cada 4 años y eso le da una espera especial. Quizá porque la multitud de deportes que incluye hace que cualquier persona pueda seguir su competición favorita. Quizá por darle voz y notoriedad a competiciones que en el día a día no son noticia. Por todo ello, quizá, los Juegos Olímpicos son el sueño de cualquier deportista.
enTomelloso.com nació un 17 de agosto de 2012 para informar a la ciudadanía de Tomelloso, y qué mejor noticia para iniciar este camino, que ya se extiende durante 10 años, que la llegada a Tomelloso del único deportista nacido en esta ciudad que, hasta hoy, ha competido en unos Juegos Olímpicos. Y no solo compitió, sino que además obtuvo un diploma olímpico al acabar en la quinta posición en la competición de tiro. Por ello, y para celebrar este décimo aniversario, en enTomelloso.com entrevistamos a la persona que fue protagonista de la primera noticia de este diario digital: Jesús Serrano Lara.
Por si hay alguien que aún no te conozca, sobre todo los más jóvenes, ¿quién es Jesús Serrano?
Jesús Serrano es una persona nacida en Tomelloso que viene de una familia humilde. Cuando era un ‘muchacho’ empecé a ir con un grupo de amigos y con mis padres a unas jornadas de caza. Ahí me empezó a gustar este mundillo y empecé a entrenar aquí en un campo de tiro que había en Tomelloso, el de ‘Safari’, donde empezaron a ver que apuntaba maneras, que se me daba bastante bien.
Empecé a competir bastante joven y tuve la suerte de ganar varios campeonatos provinciales y regionales. Esto me dio pie a participar ya en pruebas nacionales e internacionales, en las cuales seguía manteniendo un buen nivel. Y hasta el día de hoy, ya casi retirado de la alta competición, sigo estando en unos porcentajes muy buenos y he sido capaz de lo más difícil para un deportista: mantener un nivel alto durante tantos años.
En esta segunda etapa de mi vida, ya fuera de la alta competición, lo que quiero es transmitir lo que he conseguido y aprendido durante mi carrera deportiva a otras personas que quieran seguir este deporte y formarlos para que sigan en este mundo.
¿Qué recuerda de Londres 2012?
Londres 2012 me trae, por un lado, recuerdos agridulces de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, los cuales viví muy nerviosos y no pude disfrutarlos al máximo. En cambio, los de Londres los disfruté desde el primer momento. Sabía a lo que me enfrentaba, me veía capaz de todo y se me escaparon los metales por muy poco. Son vivencias únicas a nivel personal que son intransferibles a otras personas, fue un sueño hecho realidad tras muchos años de sacrificio.
Los Juegos Olímpicos los dividiría en dos partes: una es el antes de la competición, que es como una gratificación por haber llegado hasta ahí tras mucho tiempo de preparación, el verte rodeado de todo lo que se mueve en una competición así, con deportistas que solo ves por televisión. Otra parte es la de tu competición, el verte reconocido por estar entre los 25-30 mejores del mundo y ser tú de ellos. Hay que prepararse muy bien mentalmente porque solo hay un ganador.
¿Qué sensaciones tuvo con el quinto puesto de Londres ’12 el día que lo consiguió y hoy, 10 años después?
Las sensaciones que viví en su momento fueron muy duras. Tuve que afrontar el último día de competición sabiendo que tenía que conseguir un 50/50 para entrar en la final. Recuerdo que mi entrenador me pasó esta información cuando estábamos desayunando. A mí me gustaba saberlo siempre porque quería saber a qué me enfrentaba. No voy a olvidar que eran las 6:30 de la mañana. Mi entrenador me dijo que confiaba mucho en mí pero que había que hacer un pleno.
En la primera serie hice 25/25, ya estaba la mitad del camino hecho, pero faltaba lo más difícil. Antes de la segunda serie mi entrenador me deseó suerte, no sin antes recordarme que era algo muy difícil. Llegó la segunda serie, tiré el último plato y lo rompí. Sabía que estaba dentro de la final. Entonces llegó mi entrenador y me dijo: “Enhorabuena, has hecho tu sueño realidad”. Al fin y al cabo son vivencias de las cuales te emocionas contándolas años después.
En la final me di cuenta que no me podía meter más presión. Iba a estar entre los 6 primeros seguro. Sabía que era el competidor peor preparado porque no tenía los medios en su día para haber hecho una preparación muy buena, pero estaba ahí y podía ganar perfectamente. Cuando tiré el último plato sabía que la medalla de oro se me había escapado y la de plata también, pero pensaba que aún podía optar al bronce o a la muerte súbita. Hasta el último momento fue emocionante, pero al final no pudo ser.
En la final tuve una anécdota que no olvidaré. Sentí una voz desde la grada: “Ay, tomellosero”. Siempre se dice que hay tomelloseros hasta en la luna y efectivamente, ahí estaba uno de Tomelloso que vivía en Londres, se enteró de que iba a competir y fue a verme a la final. Además, también sabía que Tomelloso estaría viendo la final y apoyándome, por lo que tenía que intentarlo todo por mi pueblo.
Ahora, diez años después, todavía te emocionas y se te ponen los bellos de punta porque fue una sensación increíble e inolvidable.
¿Por qué son los JJOO la cumbre de la carrera de un deportista profesional más que mundiales o europeos?
Ninguna prueba te marca tanto como los JJOO por el trabajo que hay detrás. La gente ve muy fácil que alguien vaya a unos JJOO, y lo que no saben es que, aunque quedes último, esa persona lleva un trabajo inmenso detrás que no se ve reconocido por ningún lado. Es un trabajo de entrenamientos y, además, de llevar una vida ordenada: renunciar a quedar con los amigos por tener que entrar en unos parámetros de sueño, por ejemplo.
Yo he tenido la suerte de ganar campeonatos de Europa por equipos, campeonatos del mundo por equipos, copas del mundo individuales, copas de Europa individuales, campeonatos de España, copas de España y grandes premios internacionales. He ganado todo lo que hay por ganar menos campeonatos del mundo absolutos, donde tengo buenos puestos pero nunca he podido conseguir un metal en foso olímpico, en foso universal sí. Pero como los JJOO no hay nada.
He tenido la suerte de que para las grandes citas siempre me he preparado muy bien y he tenido la mala suerte de que no he ganado ninguna medalla en juegos europeos o juegos del Mediterráneo, pero en todos he conseguido diploma. Son 5-6 competiciones de este tipo y puedo decir que soy muy feliz con mis diplomas olímpicos, no me han hecho falta los metales.
¿Cómo describiría su carrera deportiva hasta estos momentos sin hablar de los JJOO?
Mi carrera deportiva siempre, siempre, la he tenido muy clara desde el primer día que empecé hasta que me retire. Yo siempre digo que me voy a retirar, pero nunca lo voy a hacer porque me gusta mucho y, aunque no esté activamente en la vía del deporte de élite, siempre voy a seguir compitiendo porque es un deporte que me lo ha dado todo, a pesar de que haya federaciones que entren y te quiten la ilusión, como es mi caso ahora mismo.
Lo que más he luchado siempre en mi carrera deportiva es hacer un juego limpio. Nunca he tenido una mancha en mi expediente, ni una tarjeta amarilla, ni una mancha de doping. Siempre he exigido lo que era mío, y lo que no era mío no lo quería. He defendido más lo de los demás que lo mío, por lo que me considero deportista y competidor, y eso siempre lo voy a poder decir. Desde mi primer día hasta el último siempre voy a tratar de seguir siendo Jesús Serrano: un tirador elegante dentro de las canchas y, sobre todo, deportista dentro del juego limpio.
¿Cómo era un día de entrenamiento de Jesús Serrano?
Los entrenamientos que yo hacía cuando estaba dentro de la élite serían inviables de llevar hoy en día. He tenido que ir a Ávila, Málaga, Valencia, Granada, Toledo o Albacete a entrenar. Me hacía estos trayectos 3-4 días por semana para hacer entre 6 y 8 horas de entrenamiento. Esto lo acompañaba con mis horarios, como decía yo, de oficina: eran 2-3 horas en absoluto silencio donde no cogía llamadas, valoraba dónde iba a competir y de qué forma me iba a enfrentar a ello. He cambiado ya 3 coches con más de 600.000 kilómetros.
Mi deporte no te obliga a estar marcado por una extrema preparación física, pero sí que hay que estar 4-5 días de competición donde las piernas no se podían resentir, por lo que tenía que hacer ejercicios de fondo para estar activo. Entrenaba 8 días de trabajo a la semana, no 7. Por eso he llegado a ser lo que soy, porque he sido un trabajador nato durante 10-15 años.
¿Cómo era su vida como deportista de élite? ¿Qué cambiaría ahora?
Esta contestación no la entenderá nadie. Yo tengo dentro de mi persona unas lagunas que son las siguientes: era tal sacrificio el que yo hacía que no he tenido tiempo de estar con mi hija la mayor desde que nació. Tienes un poco abandonada a la familia, a la mujer, a toda la gente. Ahora ves el esfuerzo que todos han hecho y que yo, por estar metido en mi mundo, no veía.
Lo que echo en falta hoy es que, después de estar toda una vida luchando por este deporte, por haber un cambio en la federación nacional de este deporte, ahora ni me conozcan ni me reconozcan todo el esfuerzo que he hecho. Esto ahora mismo te hace pensar que preferiría sido un simple trabajador de cualquier profesión en lugar de haber sido diploma olímpico, porque te ves ahora con una edad donde no te ves amparado por los que tú lo has dado todo, en este caso la Federación Española. Termina tu carrera, te sientes utilizado y, una vez que hay elecciones y cambia la dirección, automáticamente no te conocen, te dejan totalmente apartado.
¿Qué le diría a la juventud sobre la constancia en el deporte?
Muy fácil: no conozco a nadie al que le hayan regalado el ir siquiera a un campeonato del mundo. El deporte se está relajando, yo lo vivo en el mío. Hay gente joven muy buena que la ves luchadora y sabes que van a llegar, y hay otras que se piensan que se lo van a regalar todo.
Hoy en día, por intereses políticos, te pueden poner más facilidades que a otros que no te van a costar trabajo de hacer y las vas a tener aprobadas, pero el trabajo que tienes que hacer tú nunca se te verá agradecido en este deporte. Por lo tanto, van a ser deportistas que se van a frustrar porque van a ver que sus objetivos no llegan. Los objetivos tienen que ser trabajo, trabajo y más trabajo.
EnTomelloso cumple 10 años este verano y usted fue la primera persona de la que publicamos una noticia cuando regresó a Tomelloso tras los JJOO de Londres, ¿lo sabía?
Me acuerdo de que a mi llegada me hicieron una entrevista, pero en ese momento no sabía que fui la primera noticia escrita de este medio. enTomelloso.com hizo un trabajo buenísimo y recuerdo que, después de la entrevista, todavía estaba emocionado porque no tiene palabras que la gente de Tomelloso y la prensa me recibieran así. Es algo que recordaré y os estaré agradecidos siempre por ello.
Fue en Londres 2012, cuando una marca de móviles nos regaló un teléfono inteligente para poder conectarnos a internet en la Villa Olímpica, donde tras ver noticias mías en las redes comencé a darme cuenta realmente de lo que había hecho.
¿Qué es para ti Tomelloso?
Tomelloso para mí es una ciudad que nunca te deja de sorprender. Aunque pueda parecer una ciudad fría, en la que no estás arropado, la calidad de las personas de esta ciudad es única. A Tomelloso se lo debo todo y yo no la cambiaría nada, me siento embajador de ella. Siempre diré que me gusta ‘tomellosear’ por donde voy.
¿Te sientes reconocido y querido en Tomelloso?
Mucho. Y siempre recuerdo la anécdota de cuando volví de los JJOO de Londres tras ese quinto puesto en la final. El día que vine tenía ganas de comerme unos churros con chocolate con mi familia. Me puse en la cola y un hombre me reconoció: ¡Hombre, Jesús Serrano! ¿Te importa hacerte una foto? No, no, pasa delante. Y me llevé los churros antes de los que estaban haciendo la cola.
En la peña en la que entonces estaba, Los Canuthis, me hicieron un homenaje con los Juegos Olímpicos. En Tomelloso me encuentro totalmente reconocido y pagado aquí.
¿Qué habla de Tomelloso cuando está fuera, usted que ha viajado tanto?
La conversación que siempre sale son los melones de Tomelloso, pero yo siempre digo que tenemos muchas cosas más. Digo que somos pioneros en todo. Te podría decir que he estado en Australia o en América, por ejemplo, y me he encontrado gente de Tomelloso. Somos ricos en todo: en empresarios, en gastronomía, etc. Tenemos una romería única, si nos ponemos a hacer algo somos únicos, y por eso me considero un embajador de esta ciudad.
¿Cómo va ese objetivo que lleva persiguiendo más de una década de tener un campo de tiro en Tomelloso?
Hoy te puedo decir que Tomelloso va a tener su campo de tiro a corto plazo. Se están haciendo desde el equipo de Gobierno unos esfuerzos grandísimos, aunque no es fácil por los tiempos que vivimos. El equipo de Gobierno actual me está ayudando muchísimo en todo y se lo tengo que agradecer.
El año pasado, para la Feria, puse en marcha una competición para la gente de Tomelloso y el resto de la comarca en los terrenos donde estará ubicado el campo de tiro. Este año la voy a volver a hacer, es el trabajo que me toca. Estoy muy ilusionado por trabajar en este proyecto que a día de hoy es muy viable y por el que llevo luchando mucho tiempo.