Claramente, lo más destacado del Paseo Ramón Ugena son sus tres zonas de pérgolas de color rojo, bordeadas por pequeñas zonas ajardinadas, en su día pintadas de color verde y repletas de enredaderas trepadoras que las cubrían y las hacían menos llamativas.
Salvando las distancias, si han visto la película «Memorias de una geisha», pasear por debajo de ellas, con estos colores otoñales, recuerda aún con mucha menor longitud al templo que sale en el largometraje. El <> compuesto por una gran cantidad de «Toriis» (puertas a lo sagrado), que ocupa una extensión de unos 4 kilómetros aproximadamente.
Volviendo a lo nuestro, denunciar el mal uso que se hace de ellas en algunos momentos, casi siempre en la tarde/noche. Jóvenes y no tan jóvenes se citan para comer y, sobre todo, beber, y dejan esparcida todo tipo de basura por bancos y jardines, teniendo papeleras a muy poca distancia. Dejan una imagen lamentable que queda a la vista de grandes y pequeños que pasean y juegan por la zona en otras horas del día.
Si bien es cierto que los servicios de limpieza del departamento de parques y jardines de Tomelloso limpian la zona con frecuencia, habría que actuar sobre los incívicos para que, a base de multas u otros servicios a la comunidad, aprendieran a depositar las cosas en su sitio. Tampoco es tan difícil, solo es cuestión de decencia, responsabilidad y menos holgazanería.