De un día para otro hemos pasado de poner la calefacción al aire acondicionado, y es que estos días de primavera, que se presuponen de entretiempo con unas temperaturas agradables, parecen más dignos del julio más caluroso, pues recién pasado la mitad del mes de mayo, estamos con el termómetro rondando los 40ª.
Aunque todavía queden escépticos, es más que notable el cambio climático, y como no se tomen medidas urgentes a nivel global, puede que esto vaya a más, y en las próximas décadas, sea normal, que en verano lleguemos a alcanzar los 50º.
La primavera, que pinta tan bonitos los campos de nuestro alrededor puede que tenga los días contados para que se seque toda la vegetación, haciendo, mucho menos llamativas las estampas. Las flores silvestres se secan a marchas forzadas, la hierba se pintará de amarillo en breve y el campo empieza a necesitar agua.