En el Día Mundial del Agua, la Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía defienden su derecho al uso no privativo del agua en la cuenca cedente y la salud del río Tajo. «Agua para todos es agua en el Tajo, no en las carteras de los grandes empresarios de la agroindustria levantina».
En el Día Mundial del Agua, los Ribereños quieren recordar que, como indica la Directiva Marco Europea, el agua no es un bien comercial ni una materia prima, es un elemento indispensable para la vida humana y para el mantenimiento de los ecosistemas. «No podemos supeditar nuestras reservas a intereses comerciales privados, como pretende el señor López Miras».
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha agradecido hace días la «subvención» al agua desalada anunciada por el Gobierno central, aunque insistió en que la «solución definitiva» pasa por que «no se toque una sola gota» del trasvase Tajo-Segura.
«El agua no es un bien comercial como los demás, sino un patrimonio que hay que proteger, defender y tratar como tal», no lo dicen los Ribereños, lo dice la Unión Europea. A pesar de ello, no hay oportunidad que desperdicien desde la agroindustria o el Gobierno de la Región de Murcia de enfangar el debate, defendiendo sus intereses económicos», han lamentado en una nota de prensa.
El último «dislate», según señalan, «mezclar los intereses de los regantes del Trasvase con la guerra de Ucrania aprovechando que el Tajo pasa por Cartagena». «Son ganas de llamar la atención y de una manera muy indigna, usando el dolor de una guerra para enmascarar que no tienes argumentos para seguir defendiendo una infraestructura de principios del siglo XX con los criterios científicos del siglo XXI», condena Borja Castro, el vicepresidente de la Asociación de Municipios Ribereños.
«Defensa nacional es la que debería hacerse del Tajo y del Mar Menor, que son patrimonio de todos los españoles y españolas y menos populismo rastrero de aprovechar los miles de muertos de la pandemia y la guerra para defender una industria insostenible y perjudicial para todos».»Un argumento propio de un niño de diez años, enfadado porque ha perdido la razón y no quiere asumir la realidad», incide a su vez la presidenta, María de los Ángeles Sierra.
Los Ribereños remiten al último informe IPCC y «al futuro que nos espera si no cuidamos nuestros ríos y nuestras reservas de agua».
A su juicio, la industria agrícola de la Región de Murcia no alimenta al mercado nacional, «está sobredimensionada precisamente porque exporta y genera una cantidad considerable de dinero a manos privadas, no así al PIB de su región y mucho menos al de España».
«En la próxima sequía, beberemos lechugas», han ironizado los ribereños respecto una gran publicidad contratada por el SCRATS en la madrileña Puerta del Sol, «demostrando el poderío económico que luego esconden cuando exigen ayudas», señalando que «alrededor de 50.000 euros al día costaban campañas similares hace unos años».