La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha reclamado a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes que extreme las medidas en los centros educativos para hacer frente a las altas temperaturas, que al superar los máximos permitidos impiden el normal desarrollo de la actividad académica y pone en riesgo la salud y seguridad de alumnos y docentes.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha anunciado para este lunes temperaturas cercanas a los 40 grados en la mayor parte de la región, llegando incluso a superarse esta barrera en varios puntos de la Comunidad Autónoma, situación que se mantendrá como mínimo hasta este jueves, según ha informado el sindicato en nota de prensa.
De hecho, gran parte de Castilla-La Mancha se encuentra en alerta naranja, que indica un riesgo meteorológico importante y cierto grado de peligro para las actividades usuales, han recordado.
El presidente del Sector de Educación de CSIF Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, ha subrayado que «no se puede actuar de manera improvisada, la Consejería debería tener unas instrucciones preparadas para estos casos y convocar el Comité de Seguridad y Salud Laboral para establecer un plan director para centros educativos en casos de estrés térmico».
En este sentido, CSIF exige a la Administración que haga cumplir el Real Decreto 486/1997 de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. En concreto señala que en los locales de trabajo cerrados la temperatura donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre los 17 y los 27 grados.
La Central Sindical señala que la Administración debe establecer pautas a seguir y no dejar la responsabilidad a las direcciones de los centros. Además de las recomendaciones habituales de hidratación periódica, utilización de ropa ligera y reducción de la actividad física, también se deben emplear los espacios menos expuestos a las altas temperaturas, llegando incluso a eliminar los recreos al aire libre, y hacer uso de la flexibilidad horaria. Docentes, trabajadores y alumnos no deben estar expuestos a temperaturas superiores a 27 grados, han insistido.