La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha ha pedido a la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural que convoque «urgentemente» al Consejo Agrario de la región, alegando que la invasión de Rusia a Ucrania tendrá «graves consecuencias» para el mercado agroalimentario y hay que anticiparse a esa situación.
El secretario general de Asaja en la región, José María Fresneda, ha explicado que «la interrupción del comercio de productos agrícolas y de fertilizantes y otros insumos tendrá consecuencias devastadoras para el sector». «Los expertos calculan que en los almacenes tenemos para aguantar varias semanas e inmediatamente después tendremos graves problemas de abastecimiento, por lo que hay que anticiparse ya», ha insistido, según ha informado la asociación en nota de prensa.
La organización agraria ha señalado que, en Castilla-La Mancha, el bloqueo comercial podrá afectar a los productos que se exportan, como el vino, algunas hortalizas y carne, fundamentalmente de porcino. Pero, ha agregado, las peores consecuencias derivan de la dependencia española a las importaciones de cereales, oleaginosas y proteaginosas procedentes de Ucrania, que pone en peligro la alimentación de la cabaña ganadera.
A ello, hay que sumar que Rusia y Ucrania son también proveedores de abonos, fertilizantes y gas, además de los problemas con el petróleo y el transporte, que dispararán aún más el precio de las materias primas y de la energía, haciendo «inasumibles» los costes para producir alimentos.
«Hemos empezado a ver con la pandemia, y ahora con la guerra, que estamos avanzando hacia un nuevo orden mundial que está modificando los flujos comerciales. Sin embargo, lejos de asegurarnos el abastecimiento y defender la soberanía alimentaria, se han aplicado políticas que han aumentado la dependencia de las importaciones. Y, cuando sucede un conflicto como este, la falta de un modelo hace que rápidamente se desestabilice el sector», ha asegurado Fresneda.
La organización agraria ha criticado así las políticas que atentan contra el sistema productivo y ha lamentado tener que asistir a un conflicto para que Europa se replantee la estrategia de la Granja a la Mesa por poner en riesgo la soberanía alimentaria.
Por eso, Fresneda ha pedido al Gobierno regional «que se anticipe ya, como están haciendo otros países, solicitando las medidas excepcionales de la OCM para cada producto afectado, facilitando la financiación, replanteándose las ayudas e, incluso, la posición ante la Política Agraria Comunitaria».
MEDIDAS FISCALES
Igualmente, según Asaja, el Gobierno nacional debe poner en marcha medidas inmediatas para asegurar la viabilidad de las explotaciones y, por lo tanto, la seguridad alimentaria. En este sentido, la organización agraria ha solicitado medidas fiscales como la reducción del IVA a los insumos, así como flexibilizar las exigencias de la PAC, permitiendo la utilización de barbechos para alimentación animal o la diversificación de cultivos en vez de la rotación.
Por último, ha planteado minimizar la dependencia de terceros países para conseguir proteína vegetal, para lo cual se deberían considerar las nuevas técnicas de edición genética y la adopción de OGM, entre otras cuestiones.
«Los agricultores y ganaderos están en una constante incertidumbre. No es el momento del discurso de la complacencia ni de ponerse de perfil. Es hora de ponerse a trabajar en una hoja de ruta. Nunca ha tenido tanto valor como ahora la planificación estratégica», ha concluido Fresneda.