El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas del Gobierno de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha avanzado que el techo de gasto de la Comunidad Autónoma rondará para el próximo año los 7.500 millones de euros, una cuantía que incluirá las subvenciones de carácter finalista y los fondos de recuperación.
Tras reunirse con el presidente regional, Emiliano García-Page, Ruiz Molina ha explicado que «se trata de unos presupuestos hechos desde el rigor presupuestario que debe seguir atendiendo a los sectores productivos».
«El rigor y la responsabilidad con las finanzas públicas, así como el cumplimiento con todos los compromisos adquiridos con los ciudadanos de la región, serán los objetivos del techo de gasto», ha afirmado el responsable de Hacienda, que ha añadido que las cuentas del 2023 tendrán como prioridad seguir atendiendo las necesidades del tejido productivo, de las familias y de los sectores más vulnerables.
De igual modo, según ha informado en nota de prensa el Consistorio, ha adelantado que su departamento prevé elevar la próxima semana al Consejo de Gobierno para su aprobación el límite de gasto no financiero del año 2023.
«A pesar de ser año electoral, en las finanzas públicas va a primar el rigor y la responsabilidad» ha explicado Ruiz Molina, que ha añadido que una de las principales características del techo de gasto será «una reducción importante de nuestra apelación al endeudamiento».
«Sabiendo que las reglas fiscales en la Unión Europea están suspendidas, teníamos una recomendación de que las comunidades autónomas no superáramos en 2023 un déficit del 0,3 por ciento del PIB», ha añadido.
El titular de Hacienda y Administraciones Públicas ha añadido que el Gobierno de Castilla-La Mancha se va a ceñir al porcentaje que recomendó la ministra María Jesús Montero en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera. De esta forma, en relación a 2022, «la reducción de nuestra apelación al endeudamiento va a ser del 70 por ciento», ha puntualizado Ruiz Molina.
El consejero ha insistido en que las principales características del techo de gasto y de los Presupuestos para el próximo ejercicio serán el rigor, la prudencia y el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la ciudadanía, además de mantener la congelación de la presión fiscal «para continuar siendo una de las comunidades autónomas con menor carga impositiva».
PRIORIDADES DE LOS PRESUPUESTOS DE CASTILLA-LA MANCHA PARA 2023
También, el consejero Ruiz Molina ha informado al presidente García-Page de las reuniones que está manteniendo con las diferentes consejerías para perfilar los Presupuestos de 2023 y el reparto del techo de gasto, que es el límite máximo de gasto en el que se puede incurrir, y al que hay que sumar las subvenciones de carácter finalista que se van a recibir por parte del Estado y los fondos de recuperación.
En este contexto, ha precisado que las prioridades para el próximo año serán seguir atendiendo las necesidades del tejido productivo, las familias y los sectores más vulnerables, así como continuar reforzando los servicios públicos fundamentales, atender la transición ecológica y la transformación digital y hacer frente al reto demográfico.
«Queremos que el Presupuesto de 2023, que cierra el segundo ciclo de los ocho años de Gobierno de Emiliano García-Page, siga siendo el principal instrumento para la creación de riqueza y empleo», ha concluido el consejero.