No lo soportan, su tremendo ego es incapaz de aguantar la más mínima crítica o que alguien les lleve la contraria.
Por mucho que uno se empeñe en separarse del otro, sus similitudes ideológicas, su personalidad, su reacción ante las dificultades y su forma de afrontar los problemas que se le presentan evadiéndose totalmente de la realidad que les rodea hacen que Pedro Sánchez y Emiliano García-Page sean dos personas realmente cercanas.
El gusto por el titular, el regate corto, las reacciones desairadas a los colectivos que les llevan la contraria y un excesivo afán de protagonismo y de ser el centro de todo caracterizan a Page y Sánchez, que parecen cortados por el mismo patrón en el ámbito de su actitud y personalidad.
Y esa altanería, poca voluntad de rectificación y esa ‘piel fina’ a la hora de asumir errores y solucionarlos es la que nos ha conducido a la situación con la que ahora nos encontramos. Sánchez y Page han señalado al sector de la belleza personal, peluquerías, barberías, centros de estética. Les han dado la espalda sin ningún tipo de pudor, demostrando que el PSOE es una máquina de despreciar a todo aquel que osa llevarles la contraria.
La pasada semana pudimos comprobar con solo un par de días lo que la maquinaria del PSOE que mueven Sánchez a nivel nacional y Page a nivel regional, es capaz.
Todo comenzó con las reivindicaciones de los profesionales del sector de la belleza personal, que el PP materializó en el Senado en una iniciativa parlamentaria por la que se pretendía bajar el IVA al sector del 21 por ciento al 10 por ciento. Una iniciativa que salió adelante a pesar de los votos en contra del PSOE, también de los senadores de Castilla-La Mancha, a los que Page dirige desde Toledo.
Todo indicaba que por fin se iba a ayudar a un sector castigado por la pandemia, pero nada más lejos de la realidad. Primero, el Gobierno amenazó con vetar al Parlamento (propio de un estado totalitario) y, un día después, la presidenta del Senado, por orden de Sánchez, declaró nula esta medida y llevó al traste las ilusiones de los profesionales del sector de la belleza personal.
En Castilla-La Mancha no hubo más que un reflejo de lo ocurrido en el Senado, el PP-CLM presentaba en el pleno de las Cortes Regionales una PNL con la que se buscaba que el Gobierno de Page reclamase la bajada del IVA al sector de la peluquería, entre otras cosas, pero los socialistas en la región, capitaneados por Page, se opusieron, dieron la espalda a un colectivo más.
La mochila de colectivos a los que Page ha dado la espalda, ha insultado y ha menospreciado desde marzo del año 2020 está a rebosar. No hace falta recordar, porque todo el mundo ya conoce qué ha ocurrido, que docentes, sanitarios, alcaldes, personas mayores que viven en residencias, fallecidos, madrileños, hosteleros… a los que ahora se suma el sector de la belleza personal, a quienes ha ninguneado.
Desde el PP-CLM vamos a continuar apoyando a todos esos colectivos excluidos por el Gobierno de Page, vamos a acompañarlos, a trabajar de su mano y a seguir siendo el altavoz con el que llevar sus propuestas y reivindicaciones a los parlamentos nacional y regional.
Mientras, seguiremos atentos a esa simbiosis entre Page y Sánchez que, lejos de apartarse por esas posturas alejadas que quieren hacernos creer, cada día cuentan con un comportamiento más similar.