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viernes, 22 noviembre
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En primera línea: Farmacias

Ante el caos que colapsó la Sanidad Pública, las farmacias han conseguido calmar nuestras incertidumbres

Este año ha sido muy difícil para las farmacias (y para el resto de ciudadanos), pero quizá ellas sean las que han podido ser las más cercanas a los ciudadanos, dado que la pandemia obligó al personal sanitario de centros de salud y hospitales a distanciarse de los pacientes, eso hizo que nos volcásemos más en solicitar información a los trabajadores de las farmacias, por su accesibilidad.

La primera ola fue muy dura, ya que no se preveía el gran impacto que el coronavirus iba a tener en tan pocas semanas. Todos los farmacéuticos coinciden en el miedo y la incertidumbre. Ciertamente tuvieron mucho trabajo, incrementado por el cierre de los centros de salud y el colapso del hospital.

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“El mismo día del estado de alarma instalamos unas mamparas en los mostradores (que aún siguen) y gracias a la solidaridad de muchas personas, conseguimos una mascarilla para cada uno de nosotros y una caja de guantes”- Nos cuenta Cristina Gonzalez. –“Pusimos carteles grandes en los escaparates avisando a los ciudadanos de que no teníamos para dispensar ni alcohol, ni guantes, ni gel hidroalcohólico; las colas para adquirirlos eran interminables”. 

Las farmacias son el establecimiento sanitario más cercano al ciudadano, intentando resolver síntomas menores orientando y aconsejando frente a todas las dudas e inquietudes sobre éste virus.

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“Intentábamos tranquilizar a nuestros clientes y que no notasen que nosotros también teníamos miedo”- comentan, y tuvieron que hacer de tripas corazón- “Las farmacias hemos estado a pie de calle desde el primer día y esto la población nos lo ha agradecido muchísimo”.

Ciertamente, la red de farmacias en España ha sido un ejemplo de compromiso, entrega y profesionalidad con los ciudadanos.

Les preguntamos por el cambio experimentado en este último año en el consumo de fármacos, y la conclusión generalizada es que ha aumentado considerablemente la venta de mascarillas, geles hidroalcohólicos, termómetros, pulsioxímetros, probióticos, vitaminas, lágrimas artificiales (debido al teletrabajo), preparaciones inmunológicas, productos contra la caída capilar -“pero también hemos notado un incremento en la dispensación de medicamentos para la ansiedad y el insomnio, ya que aparte del temor al virus se encuentra el miedo a la economía. Se está generando una gran tensión debido al aislamiento social, el paro, etc… Se dispensan muchos ansiolíticos de prescripción médica pero también medicamentos naturales como valeriana, pasiflora y melatonina”.

Algo curioso es que por el uso de la mascarilla, el volumen  de la voz se amortigua y con las pantallas protectoras –“da la sensación de que el paciente no nos entiende. Esto nos pasa a toda la población, sobre todo en las profesiones en las que la voz es la principal herramienta de trabajo, con lo cual, en muchos casos hay inflamación de garganta y afonías, todo esto incrementado con las personas con falta de audición que no pueden ayudarse en su comprensión del movimiento de los labios de la persona que habla”.

Más datos interesantes:

Los geles hidroalcoholicos tienen función antiséptica y han producido perjuicios en la piel sana como sequedad, dermatitis e irritaciones. Como el uso de este producto es continuado, los laboratorios están incorporando a su formulación propiedades hidratantes y calmantes.

Por otro lado la venta de antigripales, antitusivos y mucolíticos ha disminuido drásticamente debido al cambio en el estilo de vida, como el distanciamiento social, el uso de mascarillas y geles… esto ha propiciado que la gripe y el resfriado común desaparezcan.

También ha bajado considerablemente los productos contra los piojos, ya que los niños no se relacionan tanto como antes y el distanciamiento social impide que el piojo vaya de cabeza en cabeza.

La mascarilla ha venido para quedarse y los médicos van a prescribirla más allá del Covid-19, por ejemplo para bronquitis, gripes, resfriados.

También queremos saber la opinión de estos profesionales sobre las vacunas, y su opinión es clara: Las vacunas contra el COVID-19 ayudan a nuestro organismo a desarrollar inmunidad contra el virus sin que para ello tengamos que contraer la enfermedad. Los diferentes tipos de vacunas actúan de diferentes formas para brindar esa protección. Las vacunas con ARN son una novedad, esto es fruto de un progreso que ha hecho que el desarrollo científico de esta vacuna sea la noticia del año 2020. Se introduce un ARN mensajero para que haya una respuesta inmunitaria. No hay ninguna duda al respecto de que las vacunas son medicamentos y se investigan con un proceso muy cuidadoso.

A veces, después de la vacunación, el proceso de generar inmunidad puede causar síntomas, como fiebre, escalofríos, dolor muscular y dolor de cabeza. Estos síntomas son normales y son una señal de que el organismo está desarrollando inmunidad.

“Nosotros ya hemos recibido la primera dosis de la vacuna AstraZeneca y hemos padecido alguno de estos síntomas sin mayor relevancia”.

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Una de las dudas que más circula entre los ciudadanos es… ¿Cómo las vacunas se han podido aprobar tan rápido?, lo cual hace crecer el número de personas reacias a vacunarse.

La población debe estar informada sobre lo que se sabe y lo que no se sabe de ellas. Hay muchas dudas de si una vacuna es más eficaz que otra, como actuarán en las personas con riesgo de padecer una enfermedad, cuánto tiempo durará la inmunidad…

Casi todas las vacunas se administran a un grupo concreto de personas, en cambio, las de la Covid19 han de administrarse a la gran mayoría de la población mundial.

Se desconoce la capacidad de las vacunas para reducir la transmisión del virus, por lo que aunque nos vacunen, debemos de seguir teniendo las medidas de prevención habituales (mascarillas, distancia, lavado de manos…).

Agradecemos toda esta información a Cristina González y los demás profesionales con los que hemos hablado, pero sobre todo les agradecemos ese servicio que prestan a diario, que durante el último año ha sido fundamental, y en muchos casos la única ayuda que han podido tener muchas personas, las cuales no podían esperar hasta diez días la llamada del médico de cabecera. Ante el Caos que colapsó la sanidad pública, las farmacias han conseguido calmar nuestras incertidumbres y ansiedades dentro de sus posibilidades.

Manuel Buendía Pliego
Manuel Buendía Pliego
Persona inquieta y multidisciplinar. Artista plástico, profesor de dibujo y acuarela, diseñador, gastrónomo, y escritor aficionado. Ha publicado en distintos medios digitales varios relatos, también ha publicado un libro de microrrelatos junto a Carlos Naranjo, y está trabajando en varios proyectos editoriales.
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